La economista jefa de Fintual, Priscila Robledo, analizó el Informe de Política Monetaria (Ipom) y en lo principal menciona que uno de las principales sorpresas es el ajuste mayor al esperado del consumo privado. Y la otra sorpresa es el optimismo con el que analiza la trayectoria de la inflación para los próximos años.

¿Qué lectura hace del escenario descrito por el Banco Central?

Hay dos cambios importantes en el nuevo escenario macroeconómico. Por un lado, para este año el Central ve una actividad algo más lenta que lo que esperaba el trimestre pasado, lo cual se explica principalmente por un consumo privado más débil de lo anticipado. El segundo factor que entra en la ecuación del ajuste en la perspectiva de la política monetaria es el cambio en la trayectoria prevista de la tasa de la Reserva Federal. Entre mayo y junio las apuestas de recortes en Estados Unidos cayeron significativamente debido a una inflación que se resistía a bajar y datos económicos fuertes. Sin embargo, el escenario cambió en agosto, y la Fed reconoció que llegó el momento de bajar tasas.

¿Le sorprendió el ajuste a la baja que hizo del consumo privado?

No es una total sorpresa, porque mucho del ajuste se explica por los débiles datos del segundo trimestre, especialmente el gasto en bienes no durables y en servicios. Eso sí, la magnitud del ajuste es algo mayor de lo uno hubiese anticipado y deja la duda de si el Central espera que parte del deterioro reciente del empleo vaya a persistir hacia adelante.

¿El recorte en las proyecciones para el consumo vuelve a poner en el debate el concepto de sobreajuste de la economía y que el BC se demoró en bajar la tasa de interés?

Siempre va a haber opiniones respecto del actuar del Central. Personalmente creo que la entidad está tratando de reaccionar lo más oportunamente posible. Es uno de los bancos centrales que ha bajado su tasa más decididamente en el mundo. De hecho, con la decisión del martes la tasa local de Chile alcanzó la tasa de la Fed, algo que pocas veces en la historia se ha visto.

Sobre la inflación, el BC menciona que las alzas de las cuentas de la luz serán transitorias y que, por lo mismo, la reducción hacia el 3% será más rápida. ¿Suscribe esa visión?

El supuesto de que la inflación bajará abruptamente es optimista. La electricidad es un insumo para prácticamente toda la producción del país. El principal riesgo que veo en el nuevo escenario del Central es que los efectos de segundo orden en la inflación, es decir, los aumentos secundarios resultado del aumento inicial en los precios, no sean tan acotados como el BC estima y la inflación resulte más persistente. Por su naturaleza, el shock de costos podría tener efectos indirectos más duraderos.

Con lo descrito por el BC, ¿cuál es la trayectoria esperada para la tasa de interés? ¿En qué nivel cerrará este año y cuándo alcanzará su nivel neutral?

La entidad ahora ve que la tasa cerrará el año en 5%, medio punto porcentual más abajo que la estimación previa, y espera que alcance su nivel neutral de 4% a finales de 2025. Los recortes estarían concentrados en lo que resta de este año y la primera mitad del próximo. Estimamos que el escenario base del Central es recortar su tasa en 0,25 puntos porcentuales en cada una de las próximas cuatro reuniones.