Una baja de 3% en la producción en el país del cuarto trimestre, que se explica principalmente por desafíos logísticos, fue la consecuencia que tuvo para la noruega Mowi (ex Marine Harvest, la mayor salmonera mundial), el estallido social en Chile a partir de octubre pasado. Estos problemas tuvieron que ver principalmente con cortes de ruta, falta de transporte y otros.
Así lo informó la empresa en su balance final del ejercicio 2019, donde indicó que, pese a un cuarto trimestre desafiante, los números agregados del año fueron positivos, considerando que a los buenos volúmenes de producción se le sumaron precios historicamente altos. Todo esto, en medio de un positivo contexto sanitario.
Eso sí, para el primer trimestre de este año se esperan costos más elevados que los que venía teniendo Mowi en Chile, lo que se explica porque se está cosechando en lugares un poco más complejos. A pesar de ese punto, las perspectivas para los próximos meses en aspectos biológicos y sanitarios en Chile siguen siendo positivas.
"En el caso de Chile, los temas biológicos están bajo control. Tenemos buenos costos en Chile, pero en comparación con los márgenes que tuvimos en Noruega en el cuarto trimestre, en Chile tuvimos números más bajos que los que suelen ser. Y en el cuarto trimestre, aunque los precios en Chile también aumentaron, esto tomó más tiempo. En general, los precios de los pescados chilenos se han alineado con el resto de los productores del mundo", dijo Ivan Vindheim, CEO de Mowi.
En relación con la aparición del coronavirus en China y las consecuencias que esta crisis está teniendo para los países que exportan productos a ese país, el CEO de Mowi indicó que en enero, antes de la crisis, los precios de sus productos seguían al alza y que si bien estos han bajado tras la aparición del brote, estos siguen en buenos niveles.
Esto se debe a que los precios durante el cuarto trimestre tuvieron un aumento sin precedentes, partiendo en 4 euros por kilo y terminando en 8 euros.
"Los precios continuaron subiendo hasta enero, hasta que el coronavirus comenzó a pasar factura. Pero todavía estamos en un buen nivel. La demanda subyacente es muy, muy buena. Y cuando la cadena de suministro bajó a niveles más modestos, 3%, 4% en un trimestre, los precios realmente llegaron al límite", agregó el ejecutivo.