El lunes que viene el gobierno comenzará el trabajo prelegislativo de la reforma tributaria. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, junto a la subsecretaria de Hacienda, Claudia Sanhueza, se reunirán con los senadores y diputados del oficialismo que integran las comisiones de Hacienda.
El objetivo de esta instancia es entregarles a los parlamentarios los principales lineamientos de la reforma que pretende recaudar unos 4 puntos del PIB, pavimentando el camino para cuando el proyecto se ingrese al Congreso, el 30 de junio próximo.
De lo que se ha informado, habrá un proyecto que incluirá impuesto a la renta, riqueza, ingreso de las personas y todo lo relacionado con elusión, evasión y exenciones. Otro del royalty y un tercero que abordará los temas de impuestos verdes, pero ese se ingresará a fines de año.
Para avanzar en este proceso y ampliar el debate hacia la ciudadanía, Hacienda implementó un proceso de diálogos tributarios. Así, entre el 19 de abril y el 4 de junio se realizaron 93 actividades: 75 audiencias públicas, 17 encuentros ciudadanos y 1 encuentro ciudadano virtual.
En este proceso, se escuchó a 75 expertos y representantes de organizaciones que entregaron propuestas específicas, y a 460 representantes de organizaciones sociales o personas naturales que participaron en encuentros ciudadanos en representación de 181 organizaciones sociales.
Las distintas visiones entregadas por los participantes, Hacienda las dividió en ocho principios tributarios que destacó ordenados por importancia.
1. Progresividad y equidad: Lo primero que aparece es un consenso en que la tasa de impuestos aumente a medida que se incrementa el patrimonio, y que las exenciones estén debidamente justificadas ya sea por razones económicas o de interés social. Mientras que lo segundo se asocia con el hecho de que similares transacciones o niveles de renta tengan el mismo tratamiento tributario, también en los diálogos se percibió que el concepto de equidad está ligado con la dimensión territorial. De hecho, de acuerdo al informe, un 31,4% de los participantes de los encuentros ciudadanos ubicó este principio como prioritario para una reforma, porque consideran que representa mejor la noción de justicia tributaria. En este sentido, menciona el documento, “surgió la premisa de construir un sistema justo y la necesidad de enfrentar decididamente la evasión, la cual es asociada a los grandes contribuyentes, los cuales por su mayor conocimiento del sistema pueden reducir su carga tributaria”.
2. Transparencia y eficiencia: El segundo eje refuerza la obligación del Estado de disponer de mecanismos de información, evaluación y rendición de cuentas para que las personas conozcan el destino de la recaudación. De acuerdo al balance del Ejecutivo, los ciudadanos aspiran a ver un mejoramiento en sus condiciones de vida a cambio de su contribución impositiva. Según Hacienda, “fue el segundo principio priorizado con un 26,9% de los participantes”. En este marco, se destaca que la transparencia en la recaudación y el gasto público emergen como un asunto clave para legitimar el sistema tributario, diagnosticando que el Estado puede mejorar la administración e inversión de los recursos públicos, así como su rendición de cuentas.
3. Compromiso en el cumplimiento tributario: Un tercer eje apunta a combatir con más fuerza las prácticas de evasión y elusión de impuestos, puesto que “son mal evaluadas por la ciudadanía en general”. Ahí, “se detectó una sensación generalizada de que es un comportamiento repudiable, con varias implicancias: reduce los recursos para el financiamiento de programas, atenta contra la igualdad ante la ley, pues crea ventajas económicas a quienes usan estas prácticas en detrimento de quienes cumplen debidamente con su responsabilidad tributaria”, dice el documento.
En este tema, resalta el informe, las opiniones son muy variadas: algunos plantearon su preocupación en el incumplimiento tributario en el comercio informal, pequeño comercio y en las grandes empresas. También se expresan ideas como que la evasión de impuestos se debe al desconocimiento del uso de los recursos por parte del Estado, mientras se les asocia a conceptos como injusticia social e inequidad, pues se menciona que “hay ciudadanos que pagan constantemente sus impuestos como el IVA, versus las grandes empresas que pueden evadir sin mayores sanciones”.
En esa misma línea, el documento sostiene que “se identifica que los delitos tributarios no reciben una sanción efectiva u obtienen una sanción baja en comparación con otros delitos. La evasión y el uso de resquicios para eludir impuestos fueron catalogados como un comportamiento repudiable, porque se restan recursos para financiar servicios de primera necesidad y apoyar a distintos sectores de la población”.
4. Simplicidad: Los participantes de los encuentros manifestaron que existen dificultades para entender las reglas y poder relacionarse con el sistema tributario, por lo que demandan más información y difusión. Un 10,3% de los asistentes a los encuentros priorizó esta categoría. Cabe señalar que la simplicidad fue asociada a la percepción de justicia ligada al uso de las exenciones tributarias por quienes cuentan con mayor conocimiento del sistema tributario.
5. Educación y asistencia al contribuyente: Otro eje que se expuso en el desarrollo de los diálogos es el interés de los contribuyentes por contar con más información, formación, y orientación sobre el pago de impuestos. En los encuentros este punto apareció como un eje vital para propender al logro de los objetivos de recaudación. “Esto abre un desafío para el Estado, pues implica que el sistema tributario debería repensar continuamente las herramientas que pone a disposición de los habitantes”, dice el texto. Se refleja, además, la necesidad de que las normas sobre impuestos sean fáciles de comprender, y su interpretación y aplicación debe ser pública, transparente y estar sujeta a contrapesos, con el fin de evitar la discrecionalidad de los entes normativos y fiscalizadores.
6. Corresponsabilidad: Otro de los puntos que se resalta como principio es el planteamiento de corresponsabilidad en las obligaciones. En este punto, se señala que cualquier sistema tributario contiene obligaciones para todos los actores. “Se entiende que esta es la forma en que los ciudadanos se vinculan con el Estado y son copartícipes y corresponsables de los bienes y servicios que dispone el Estado para mejorar la calidad de vida”.
7. Certeza y estabilidad: Un pilar que apareció en el documento de Hacienda es la certeza jurídica, entendida como la permanencia de las reglas que ordenan al sistema tributario, evitando movimientos o interpretaciones que podrían ser contradictorias dentro de períodos breves. “En los encuentros ciudadanos se observó una tensión entre la estabilidad de las reglas tributarias y su modificación para el logro de objetivos sociales y la consecución de bienes públicos”, destaca el informe. También se menciona que “los discursos relacionados a la certeza del sistema se vinculan a establecer niveles de información adecuados para la ciudadanía, para así propender a que se entienda claramente cuáles son las obligaciones tributarias de cada contribuyente”.
8 Adaptabilidad: El último principio apunta a que los tributos se deben ir reforzando o modificando a medida que el país va evolucionando. No obstante, “se recomienda que las reformas consideren la evidencia nacional e internacional, y recurran a los tipos de impuestos y mecanismos que se utilizan en los países desarrollados o que se discuten a nivel internacional”, muestra el reporte.