La llegada del Covid-19 vino a revolucionar el mundo privado en todas sus aristas. Las empresas han tenido que adaptarse, tomando diversas medidas para continuar operando. Lo anterior no solo las afecta a ellas, sino a todo el ecosistema que las rodea. Uno de esos actores es la Fiscalía Nacional Económica (FNE), agencia encargada de defender y promover la libre competencia en los mercados y sectores productivos. Una de las aristas que controla la entidad son los umbrales de ventas para regular fusiones y adquisiciones, donde las empresas tienen que informar las operaciones en las cuales superen cierto monto de ventas agregadas.
Este tema generó un debate en los últimos días, luego de que el fiscal nacional económico, Ricardo Riesco, anunciara que están buscando reducir el umbral. ¿La razón? Producto de la pandemia, las ventas de las empresas se han reducido sustancialmente, por lo que las fusiones o adquisiciones, que previo a la crisis habrían sido revisadas por la FNE, podrían ahora quedar fuera, por los menores montos de ventas.
“Operaciones que normalmente hubieran entrado al sistema, que son aquellas que buscamos detectar y que ingresan justamente porque tienen una mayor potencialidad de afectación de los mercados, producto de la baja de las ventas por la pandemia se nos queden fuera del sistema”, sostuvo Riesco.
Lo que hasta el momento solo es una intención, generó ruido en los privados.
Una mirada más bien crítica fue la del socio de Cariola Díez Pérez-Cotapos, Juan Cristóbal Gumucio. Esto, pues el abogado sostuvo que “la situación planteada no tiene relevancia para este año, en que los umbrales se calculan a partir de las ventas de 2019”. En todo caso, la FNE tiene facultades para revisar operaciones de concentración que se encuentren por debajo de los umbrales de notificación obligatorios, de tal modo que rebajar los umbrales podría ser una solución más gravosa que otras que puede tener la FNE a la mano para resolver algunos casos excepcionales que ameriten revisión, explicó.
En esa misma línea, agregó que “pareciera que hay problemas más urgentes que atender, como por ejemplo simplificar el reglamento de notificaciones de operaciones de concentración, el cual es muy engorroso e implica grandes esfuerzos y tiempo por parte de las empresas para poder completarlo, en circunstancias que es probable que en los meses siguientes muchas compañías en situación financiera muy precaria necesiten con urgencia venderse, fusionarse o reestructurarse, y de no existir un procedimiento expedito ante la FNE, algunas de ellas podrían quedarse sin caja y caer en un proceso de insolvencia por la demora en concretar la operación de concentración”.
Para el socio de Contreras Velozo, Javier Velozo, es perfectamente razonable que la FNE estudie esta medida de carácter temporal con el objeto de que aquellas operaciones que normalmente habrían debido someterse al control obligatorio de concentraciones no se vean eximidas de hacerlo producto de las bajas de las ventas debido a la pandemia. “Lo importante es no generar incertidumbre regulatoria, pues es imprescindible que exista la mayor estabilidad posible en las reglas del juego para no desincentivar decisiones de inversión, que son imprescindibles para reactivar la economía”, dijo Velozo.
Respecto de si la medida es necesaria dijo que las fusiones anticompetitivas que generen un impacto negativo duradero en los mercados también deben prohibirse o condicionarse en tiempos de crisis. “Creo que es necesario hacer un análisis de costos y beneficios esperados de esta medida de la manera más rigurosa posible. El fiscal nacional Económico, al igual que el organismo que dirige, es muy serio y estoy seguro de que están trabajando en ello”, agregó.
La socia de Morales & Besa, María José Henríquez, manifestó que le parece comprensible “entendiendo que a raíz de la pandemia las ventas de una generalidad de industrias se verán afectadas a la baja, y en ese escenario los umbrales actuales quedarían desactualizados”.
Lo importante, agregó, es que de hacer el ajuste, se anuncie con la debida anticipación, porque el proceso de aprobación en la Fiscalía es un hito muy relevante y que cambia radicalmente la planificación de las operaciones. “Por lo tanto, es muy necesario poder preveer con tiempo este nuevo escenario”, sostuvo.