El rendimiento del bono del Tesoro de EEUU a 10 años, benchmark por excelencia de la renta fija internacional, volvió a retomar el nivel de 3%, esta vez empujado por el nuevo escenario de normalización que pintó la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), de la Reserva Federal de EEUU.
Luego de que las proyecciones de los miembros de la comitiva fortalecieran la tesis de que va a haber cuatro alzas en total este año, los mercados reaccionaron a nivel de rendimientos y de moneda.
Después de operar estables durante la mañana, los rendimientos a 10 años subieron 4 puntos base en los 30 minutos que siguieron a la publicación del comunicado de la Fed, elevándose hasta el 3,002%.
Algo similar sucedió con las tasas cortas, que tienden a ser influenciadas más directamente por las decisiones de política monetaria. Luego de que se hiciera público el comunicado, el bono del Tesoro a dos años saltó 7 puntos base, hasta el 2,59%.
El dólar también se vio afectado por los tonos más hawkish de las proyecciones, luego de una mañana de leve debilitamiento: la cotización multilateral de la moneda, reflejada en el Dollar Index –que mide los vaivenes de la divisa frente a una canasta de seis monedas–, subió 0,38% en los minutos que siguieron al anuncio.
Por el contrario, el S&P 500 vio una baja de 0,25% en los minutos que siguieron al anuncio. Las acciones se consideran como activos más riesgosos, lo que los incluye en el segmento que se ve afectado con las alzas de tasa en EEUU.
La Fed anunció hoy el alza en 25 puntos base de la tasa de referencia, pero eso ya se daba por descontado. Lo que tenía nerviosos a los inversionistas eran las señales que podrían dar sobre el ritmo de normalización que van a tomar hacia adelante.
Las opiniones estaban divididas, pero después de la publicación del último dot plot, que reveló un aumento en los oficiales que anticipan dos alzas más este año –es decir, cuatro en total para 2018–, el argumento de una Fed más restrictiva tomó vuelo.