Por 10 votos a favor y 2 en contra, la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana aprobó este viernes el Informe de Consolidado de Evaluación (ICE) del proyecto Mall Vivo Santiago, el cual está ubicado en la comuna de Ñuñoa. Con ello, se otorga la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) al proyecto.

La Comisión está conformada por la delegada presidencial de la Región Metropolitana, los seremis de Medio Ambiente, Desarrollo Social, Vivienda, Energía, Minería, MOP, Transporte, Agricultura, Economía y Salud. También lo integra un representante del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región Metropolitana.

De acuerdo a la ficha del proyecto, este consiste en la construcción y operación de un centro comercial con una torre de departamentos para viviendas y apart hotel que se ubicará en Ñuñoa, específicamente en el predio limitado por Av. Vicuña Mackenna y Av. Carlos Dittborn y las líneas 5 y 6 del metro. El terreno abarca 20.775 m2.

El proyecto corresponde a la segunda etapa del proyecto “Mall Vivo Santiago: Etapa de Demolición, Excavación y Socalzados”. En su primera etapa, su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) ya había sido calificada favorablemente el 22 de noviembre de 2018 por parte de la Comisión.

Según el documento, actualmente, el predio está siendo preparado para el inicio de las excavaciones, por lo que no contemplan actividades de excavaciones ni de demolición.

En tanto, el proyecto contempla locales comerciales, restaurantes, gimnasio, oficinas, preuniversitario, cines, consulta médica, vivienda y apart hotel. Todo ello desplegado en siete pisos de centro comercial, siete subterráneos y una torre de 22 pisos de departamentos para arriendo y apart hotel entre el piso 8 y el 29.

“La disposición general del centro comercial es la de una gran galería comercial o mall, por la que discurren los distintos locales comerciales y que a su vez vincula el resto de los grandes usos como las tiendas ancla. El centro comercial estará totalmente equipado con todos los servicios e instalaciones necesarias y terminaciones acordes a las tendencias actuales de complejos semejantes”, de acuerdo a la ficha del proyecto.

Además, de acuerdo al informe que fue votado este viernes, se proyectan 2.504 estacionamientos, de los cuales 2.187 corresponden al centro comercial y 317 a la torre de departamentos. Adicionalmente, el proyecto contempla 1.247 estacionamientos para bicicletas.

El ingreso peatonal principal al centro comercial será por un acceso en calle Carlos Dittborn. Además contará con un acceso subterráneo que conecta con la estación de metro Ñuble. En tanto, el acceso peatonal a la torre de departamentos será por Avenida Vicuña Mackenna.

Por su parte, desde Inmobiliaria Vivo Santiago, señalaron que “valoramos el resultado de la votación de hoy, que confirma que el proyecto VIVO Santiago cumple con toda la normativa ambiental aplicable”.

A ello, la empresa agregó que “se trata de una importante inversión de cerca de US$ 200 millones, que generará más de 3 mil empleos y que apunta a satisfacer la necesidad de un equipamiento comercial y de servicios en un eje metropolitano como es Vicuña Mackenna”.

El proyecto, en su etapa II, había sido presentado en un inicio el 1 de agosto de 2019 y aprobado el 16 de marzo del año siguiente. Sin embargo, a mediados de diciembre la Corte Suprema le solicitó a Mall Vivo realizar una consulta ciudadana, esto luego de que vecinos del sector se manifestaran en contra de este, acusando, entre otras cosas, que provocaría un grave impacto ambiental y social en la zona.

Tras el mandato de la Suprema de realizar un proceso de participación ciudadana, Mall Vivo Santiago indicó en ese entonces que “como empresa respetamos los fallos de los tribunales de justicia y nos encontramos estudiando detalladamente las implicancias de esta sentencia”.

El proceso de participación ciudadana comenzó el 11 de enero de 2021 y se extendió hasta el 5 de febrero de ese mismo año. De acuerdo al informe, las observaciones que realizaron diversas personas naturales y organizaciones vecinales apuntaban, en gran parte, a la necesidad de áreas verdes, el alto impacto vial y aumento de flujo de personas en la zona, los ruidos que se podrían generar en el proceso de construcción, entre otros.