El profesor Cristian Martinez-Villalobos, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez e investigador titular de Data Observatory, se adjudicó un proyecto Fondecyt de iniciación/ANID, que se ejecutará entre 2025 y 2028; y que busca separar las contribuciones del cambio climático antropogénico y variabilidad climática natural en la megasequía de Chile Central entre 2008 y 2023, y en potenciales megasequías futuras. El estudio además incluirá simulaciones del clima futuro hasta el año 2100 bajo distintos niveles de gases invernadero.
Utilizando técnicas estadísticas en el análisis de datasets asociados a precipitaciones, temperatura superficial oceánica y gases de efecto invernadero en el Chile Central (IV a X región), la investigación será desarrollada en colaboración con científicos de otras universidades chilenas y extranjeras.
“Es casi un hecho que el cambio climático va a implicar inviernos menos lluviosos en el futuro. Sin embargo, tras eso, también hay una variabilidad significativa invierno a invierno en términos de los montos de precipitaciones, la cual ocurre de forma natural”, sostiene Martínez-Villalobos.
Para el académico investigador, lo interesante del proyecto es que busca atribuir la reciente sequía en Chile al cambio climático y a otros modos naturales de variabilidad climática, lo que permitiría anticipar la frecuencia e intensidad de futuras sequías, ya sea a escala anual o interanual. “Sus resultados, si bien se refieren al territorio nacional, serían replicables a otros climas mediterráneos que han experimentado situaciones similares, como es California en Estados Unidos”, agrega.
Chile registró 14 a 15 años consecutivos con precipitaciones bajo el promedio anual y esa tendencia solo se quebró en 2024. Ante esto, el académico explica que este escenario se debe a la combinación del aumento de gases de efecto invernadero con otros modos de variabilidad climática, que podrían explicar la causalidad del fenómeno de megasequía.
“Queremos que hable la data histórica y nos dé luces de las eventuales causas. Sumaremos a los datos observacionales, algunos datos de reanálisis globales junto con análisis de modelos globales y regionales bajo distintas configuraciones de concentraciones de gases invernadero. Esperamos que estos análisis nos den luces sobre las probabilidades de futuras megasequías tan extensas como la que vivimos”.
El estudio será una herramienta útil para el diseño de políticas públicas que permitan analizar los distintos escenarios y su frecuencia estimada, ya sea en relación a periodos extremadamente secos o lluviosos. De forma importante, este proyecto podría dar luces sobre las probabilidades de tener sequías mega-extensas en el futuro; exigiendo medidas como país para enfrentar un estrés hídrico de dicha envergadura.