Si bien sorprendió la propuesta de sala cuna universal financiada con un aumento de la cotización, el proyecto apunta a solucionar el fondo del asunto: desvincular el costo de la contratación de la mujer; fomentar el trabajo femenino remunerado formal; y disminuir la brecha salarial en un contexto de solidaridad país, al consagrar la responsabilidad de todos los trabajadores, hombres y mujeres, con el cuidado de los niños y niñas menores de dos años.
La actual ley -que exige a las empresas con 20 o más mujeres contratadas tener o pagar sala cuna- ha llevado a que el 88% de las organizaciones limite la contratación a un máximo de 19 mujeres y produce una brecha salarial inicial de hasta un 20%.
La iniciativa anunciada por el Presidente en compañía de los ministros del Trabajo y de la Mujer y la Equidad de Género, no afecta el derecho adquirido por quienes actualmente acceden a salas cunas y lo extiende a su vez, a todas las madres trabajadoras en empresas de todo tamaño; a las trabajadoras independientes; y a las de casa particular, ampliando el universo de beneficiadas e incentivando la formalidad y pensiones de quienes trabajan por cuentra propia al exigir un mínimo de cotizaciones anuales para acceder a sala cuna.
También se contempla una extensión al derecho de los padres. La actual legislación sólo da acceso a sala cuna pagada por el empleador a los trabajadores que tienen el cuidado personal del hijo decretado judicialmente y en caso de muerte de la madre. El proyecto se lo entrega, además, cuando tiene el cuidado exclusivo del hijo -aún cuando no haya sentencial- y cuando la madre que tiene el derecho no hace uso de él.
Si bien preocupa encarecer la contratación con una cotización adicional -y con ello desincentivarla- comenzar con un aumento del 0,1%, es prudente. El Estado cubriría el costo adicional de ser superior a lo recaudado. Podría eso sí ir subiendo paulatinamente hasta un máximo del 0,4% pero sólo en la medida que el costo lo requiera y siempre el Estado subsidiando el exceso. De esta forma, se evita una recaudación más elevada a la que realmente se necesita.
Por ejemplo, por un trabajador que gana $500.000, la cotización será de $1.000 adicional mensual (por el 0.1%). Y por uno que gana $1.000.000, será $2.000. El costo de las pymes por lo tanto, no debería aumentar sustancialmente.
Al escribir esta columna tengo en mis manos sólo minutas y no el proyecto de ley (al cuál hasta el momento no hemos podido acceder). Ojalá veamos en él la posibilidad de bono compensatorio que permita a la madre o al padre en su caso, pagar un cuidado en el hogar cuando no se puede acceder a sala cuna, sea por el horario de los trabajos -como enfermeras en la noche o cajeras de supermercados en la tarde-, sea por trabajar en un lugar aislado sin ninguna institución o bien, cuando la salud del hijo lo aconseje. Ésta es una herramienta clave para evitar la deserción laboral. No olvidemos que el 41,5% de los hogares son monoparentales y el 77% de ellos tiene jefatura femenina, sin un padre que pueda cuidar en la casa mientras la madre trabaja.