Es difícil calcular lo que daría un hincha por que Griezmann le dedicara un gol a su hijo. O cuánto estaría dispuesto a pagar un fanático del Barcelona para que lo hiciera Messi. Pero la experiencia de los aficionados al fútbol no es tan participativa como para llegar a este punto. Sin embargo, podría llegar el día en que esta posibilidad esté a un click de distancia. El primer paso para alcanzar esta meta viene de la mano de dos de los clubes más grandes del mundo.
El París Saint-Germain es responsable de dos de los fichajes más caros de la historia del fútbol: los delanteros Neymar da Silva y Kylian Mbappé. La Juventus, por su parte, ha realizado la cifra más astronómica que ha visto el fútbol italiano con el fichaje de Cristiano Ronaldo. Pero sus abultados gastos en la gestión de sus recursos humanos no es lo único que comparten ambos equipos: también parecen haberse puesto de acuerdo en una forma de recuperar su inversión de la mano de la tecnología. Los franceses y los italianos son pioneros en la implementación de blockchain aplicado al deporte, y quieren crear su propia criptomoneda.
Las diferencias entre la divisa digital más famosa del mundo y los tokens que han anunciado la Juventus y el PSG —y que podrán comprarse a partir del primer trimestre de 2019— son considerables.
¿Para qué sirven estas criptomonedas?
El apoyo tecnológico para sustentar ambas iniciativas viene de Socios.com, una plataforma que trabaja con blockchain para diseñar una experiencia participativa que sirva para crear una conexión emocional entre aficionados y los equipos de fútbol.
Los acuerdos son recientes y los detalles no han trascendido, pero la línea que defiende la compañía apunta a que quienes adquieran esta criptomoneda deportiva podrán participar de forma vinculante en decisiones como el color de la nueva vestimenta, cambios en el escudo, los partidos amistosos que jugará el equipo en pretemporada o la participación que tendrá en acciones solidarias.
Su objetivo a largo plazo consiste en trabajar con más de medio centenar de clubes de fútbol y tienen la ambiciosa pretensión de aportar más de $250 millones de euros a la economía deportiva en los próximos años. Al fin y al cabo, el mercado en el que se mueven no es precisamente pequeño. La Juventus piensa tener más de 340 millones de aficionados en el mundo y más de 60 millones de seguidores sumando todos sus perfiles en redes sociales. El PSG, el equipo más popular de Francia, también puede hablar de cifras similares.
El crecimiento que esperan con el nuevo modelo de negocio depende fundamentalmente de la acogida que tenga esta nueva oportunidad de participación entre los fanáticos. Tanto la empresa como los dos clubes con los que ya trabajan afirman que no están interesados en el factor especulativo que podría derivarse de este proyecto y aseguran que mantendrán "un precio asequible para conseguir la mayor participación posible".