Buenas noticias desde la economía recibió Donald Trump a menos de dos semanas de las elecciones legislativas, donde los republicanos defenderán su mayoría en el Congreso.
Ayer, el Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que el PIB del tercer trimestre creció a un ritmo más alto de lo anticipado por los analistas, tal como ha ocurrido en los últimos períodos.
La actividad se aceleró 3,5% entre junio y septiembre, menos que en el trimestre previo (4,2%), pero superando el 3,3% que esperaba la mediana de encuestados por Bloomberg. La cifra también es superior al potencial de crecimiento de la economía, que los expertos calculan en 2%, según Reuters.
La sorpresa la trajo el dato del gasto del consumidor, sector que representa el 70% del total de la economía y que marcó una fuerte expansión de 4% en el tercer trimestre, la más alta desde 2014.
La cifra destaca en relación a la estimación de un alza de 3,3% que consideraba el mercado.
A la luz de las cifras, el economista jefe del Bank of Tokyo Mitsubishi UFJ en Nueva York, Chris Rupkey, resaltó que EEUU logra "obtener resultados sólidos por segundo trimestre consecutivo y se lo puede agradecer a la Ley de Recortes de Impuestos y Trabajos de los republicanos, por guardar efectivo en los bolsillos de los consumidores para".
Por su parte, Joel Naroff, economista jefe de Naroff Economic Advisors, destacó el gasto público como otro de los factores que apuntaló la actividad. "Las compras del gobierno agregaron más de medio punto porcentual al crecimiento", explicó.
Confianza sigue fuerte
El ímpetu de los consumidores en la primera lectura del PIB del tercer trimestre del año, es fiel reflejo de la confianza que predomina entre ellos. De acuerdo con la lectura preliminar del indicador de la Universidad de Michigan, en octubre se registraron 88,6 puntos, lo que si bien lo deja por debajo de la marca anterior de 99 unidades, sigue siendo alta.
"La disminución de los precios de las acciones, el aumento de la inflación y las tasas de interés, y las campañas electorales negativas a mediano plazo, no han servido para socavar la confianza del consumidor", indicó Richard Curtin, director de la encuesta de consumidores de la Universidad de Michigan, en un comunicado. "No hace falta decir que los consumidores no son inmunes a estos factores", agregó.
En ese contexto, los mercados siguen siendo la mayor fuente de preocupación. Ayer Wall Street volvió a cerrar con descensos, superiores al 1% en sus tres principales indicadores. "El único misterio hoy es por qué el mercado de valores no está recibiendo un impulso con el buen informe del PIB.
Solo podemos pensar que los inversionistas ya están mirando hacia las condiciones económicas del próximo año, cuando el impulso del estímulo fiscal comience a desvanecerse", indicó Rupkey.