Al menos el 30% de bosques, pastizales y humedales, ríos, lagos y lechos coralinos es parte de las exigencias de la recién aprobada “Ley de Restauración de la Naturaleza”, de la Unión Europea (UE), la que se aplica en ciertos hábitats definidos por la normativa.

La exigencia está en el marco de la tendencia denominada “Regeneración”, que está influyendo cada vez más fuerte en diversos ámbitos, como la agricultura y la industria forestal. “La primera meta del suelo, producto del cambio climático, es la restauración, pero en un peldaño más alto está la regeneración”, explica Alex Godoy, director del Centro de Investigación en Sustentabilidad de la Universidad del Desarrollo (UDD).

La ley busca -según su texto- “regenerar los ecosistemas degradados de sus territorios y mejorar la seguridad alimentaria”, para pasar de un estado deficiente a uno bueno en 2030, porcentaje que aumentará al 60 % en 2040 y al 90 % en 2050. Los estados miembros también tendrán que adoptar planes nacionales de restauración que detallen cómo pretenden alcanzar estos objetivos. Todo esto, porque, los estudios previos a la discusión concluyeron que más del 80% de los hábitats naturales del Viejo Continente está en mal estado.

Además, para mejorar la biodiversidad de los agroecosistemas, los países deberán avanzar en dos de tres indicadores: el índice de mariposas de los pastizales; la proporción de tierras agrícolas con características paisajísticas muy diversas, y las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierras de cultivo.

La aprobación de la legislación no fue fácil, debido principalmente a que ciertos sectores agrícolas la consideraban con demasiadas exigencias. Pero finalmente la Eurocámara, el Consejo de la UE y la Comisión Europea alcanzaron un acuerdo político, logrando que ciertas metas fueran voluntarias, además de un elemento denominado como “freno de emergencia”, que permitirá suspender los objetivos para los agroecosistemas en circunstancias extraordinarias si merman en gran medida las tierras necesarias para una producción suficiente de alimentos.

¿Cómo la Ley de Restauración de la Naturaleza europea podría influir en Chile? Según Andrea Lucas, directora del Instituto de Investigación en Derecho de la Universidad Autónoma, puede hacerlo en los proyectos de ley de medioambiente que se discuten en nuestro país o bien, en nuevas propuestas legislativas. “Es posible considerar que bajo el Acuerdo de Asociación Chile-UE, cuya modernización se ha firmado recientemente (13 de diciembre de 2023), Chile siga la tendencia y avance en una normativa interna que amplie la protección de la naturaleza”, explica Lucas.

Por ahora, Chile cuenta con la Ley 21.600 del Servicio de Biodiversidad y Áreas protegidas, aprobada el 2023, que está en una línea similar.

Por su parte, Alex Godoy, comenta: “En el contexto mundial, a nivel geopolítico y ambiental, la Comunidad Europea siempre ha ido un paso más adelante, incluso que Estados Unidos, por lo que puede influir en Chile. Esto, porque los temas ambientales son muy importantes para Europa, independiente de que a algunos países miembros les cueste cumplirlos”.