Gastos comprometidos o presiones de gastos. Esta definición semántica enfrentó y dividió al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, con sus antecesores, Nicolás Eyzaguirre y Rodrigo Valdés. Por un lado, la postura del actual secretario de Estado se mantuvo en que había más de US$ 5.500 millones de gastos comprometidos sin financiamiento.

Sin embargo, la visión de Eyzaguirre y Valdés apuntó a que la terminología correcta era presiones de gastos. Esa misma división no solo se extendió entre los integrantes del Consejo Fiscal Asesor, sino que también a un grupo de economistas consultados por PULSO, quienes también se dividieron. Entre quienes estaban a favor de lo expresado por el secretario de Estado argumentaron que "Larraín logró transmitir la urgencia del desequilibrio fiscal". Y añadieron que "la Dipres efectivamente debe contemplar los compromisos de mediano plazo para la determinación de la proyección de tres años".

En la otra vereda, los economistas que estuvieron a favor de Eyzaguirre y Valdés indicaron que "la forma de entregar la información fue por partes, lo que sembró la crítica por lo incompleto de la información. Lo ideal era publicar una revisión de los ingresos y gastos hacia adelante con un detalle y explicación de las partidas presupuestarias que crecían y las otras que disminuían por ahorros". Otros añadieron que "se entregó información poco realista y de forma poco equilibrada, ya que confunde a la ciudadanía", agregando que "esto fue un show comunicacional y con la institucionalidad fiscal no se juega".

Si bien los economistas fijaron posiciones, la mayoría consideró que tras este debate no hay ganadores, ya que coinciden en que se hizo un daño a la institucionalidad económica. "Al final, todos pierden, porque queda la sensación en la ciudadanía de que el manejo fiscal, del dinero de los contribuyentes, es malo. Y eso daña la institucionalidad y credibilidad".

Los economistas consultados fueron Alejandro Alarcón, Andrea Repetto, Aldo Lema, Guillermo Larraín, Eugenio Rivera, Luis Eduardo Escobar, Sergio Lehmann, Tomás Flores, Jorge Hermann y Nathan Pincheira.