Para la elaboración de los distintos tipos de vinos, el principal insumo de la industria vitivinícola es la uva. Para obtenerla, las grandes viñas del país las compran a productores de uva independientes -de manera directa o indirecta- a través de intermediarios. Esto, ya que la producción propia no cubre todas las necesidades que tienen para la vinificación.
Además, para el proceso de producción de vino existen diferentes cepas, las que se dividen entre blancas y tintas. Dentro de las primeras, las más producidas en volumen son Sauvignon Blanc, Chardonnay y Moscatel de Alejandría. Por su parte, las tintas más producidas en volumen son Cabernet Sauvignon, Merlot, Carmenere, Syrah, Pinot Noir y País. En tanto, en cuanto a su calidad, las cepas pueden ser clasificadas entre uva corriente y uva premium.
En 2018, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) recibió una denuncia de representantes de organizaciones gremiales de productores de uva de las regiones del Biobío, Ñuble, Maule y O’Higgins -entre ellos la Coalición Nacional de Viñateros-, con el fin de que se investigaran eventuales distorsiones competitivas en la industria vitivinícola.
Tras un análisis del mercado, la FNE decidió archivar la investigación, ya que determinó que no existían prácticas en la industria que puedan ser consideradas anticompetitivas, entre otras cosas, porque que no se pudo acreditar posiciones dominantes a nivel individual por parte de ninguno de los productores de vino.
En el marco de la investigación, la Fiscalía realizó una radiografía de la industria. Ahí estableció que Concha y Toro es el mayor comprador de uva de las empresas analizadas, con una participación superior al 20%. En cuanto a las cepas, también Concha y Toro es la empresa con mayor porcentaje de participación en diez de las once investigadas.
Descripción del mercado
Para la investigación, la FNE consideró a las 14 principales productoras de vino o viñas: Concha y Toro, San Pedro Tarapacá, Patacón, Santa Carolina, Corretajes Torres, Lourdes, Montes, Las Mercedes, Errázuriz, Luis Felipe Edwards, Santa Rita, RR Wine, Siegel y Ventisquero. La información que se usó para el informe, en tanto, representa en promedio un 58% del total de kilos de uva utilizados a nivel nacional para la vinificación entre 2016 y 2021, es decir, poco más de la mitad del total de la uva vinífera comercializada.
Con respecto a los usos de la uva vinífera, el principal corresponde a la elaboración de vinos. De ese modo, los productores pueden vender sus uvas a las empresas, o bien elaborar sus propios vinos.
Ahora, en relación a las principales características del mercado, la Fiscalía encontró que, en cuanto a la participación de mercado, de las 14 viñas analizadas, Concha y Toro es el mayor comprador individual de uva vinífera, con una participación superior al 20% entre 2016 y 2021. Asimismo, las cuatro empresas compradoras más grandes, es decir, Concha y Toro, RR Wine, Patacón y San Pedro Tarapacá -en conjunto- suman casi el 40% de la demanda total de uva vinífera.
El informe señala que ninguna de las empresas investigadas tiene una posición dominante en la compra de uva vinífera a nivel nacional. Esto significa que ninguno de los productores de vino tiene capacidad para determinar, de manera individual y por sí solo, el precio de compra de ese tipo de uva.
Otra de las dimensiones del mercado analizadas por la FNE fue la geográfica. En ese sentido, las zonas con mayor producción y presencia de viñas -incluyendo lugares de compra de uva- son las regiones del Libertador Bernardo O’Higgins y del Maule.
Así, la VI Región concentra la mayor cantidad de viñas (diez), seguida por la Región del Maule (nueve), la Metropolitana que tiene siete, Valparaíso y Ñuble con tres cada una, y finalmente Coquimbo que cuenta con dos. También la VI Región cuenta con la mayor cantidad de lugares de compra (35), seguida por la VII que tiene 26. El número baja a nueve en Valparaíso y la Región Metropolitana, cada una, mientras Ñuble tiene 4 y Coquimbo tres.
Cepas
En cuanto a las cepas, para la investigación la FNE consideró las 11 principales que se producen en el país: Cabernet Sauvignon, Carmenere, Chardonnay, Cot, Merlot, Moscatel de Alejandría, País, Pedro Jiménez, Pinot Noir, Sauvignon Blanc y Syrah.Concha y Toro es el productor de vinos con mayor porcentaje de participación en diez de esas once cepas, siendo superado en participación de mercado únicamente en la cepa País por Corretajes Torres.
Sobre las cepas más transadas, estas son, en primer lugar, Cabernet Sauvignon, con el 28,1% de las comercializaciones en 2021. Le siguen Sauvignon Blanc, con el 14,1%, Merlot (12,5%), Chardonnay (9,3%) y Carmenere (6,2%). Por su parte, las cepas País, Moscatel de Alejandría, Cot y Pinot Noir tienen un rol marginal dentro de la comercialización de uva vinífera.
En lo que se refiere a los precios, las cepas que presentan la mayor diferencia entre el valor máximo y el mínimo pagado son Cabernet Sauvignon, seguida de Syrah y Pinot Noir. De acuerdo al informe, esto muestra que, para ciertas cepas, existen mayores diferencias de precios entre uva de calidad baja y de calidad alta, lo que refleja el valor que el mercado asigna a la variable calidad.
En el lado contrario, las cepas que muestran un menor rango de diferencia de precios son la Moscatel de Alejandría, País y Pedro Jiménez. Esto, dice la Fiscalía en el documento, refleja que, o las uvas viníferas vendidas por estos productores no tienen mucha variación en términos de su calidad, o bien, que la calidad no sería una variable a considerar por los agroindustriales para determinar el precio de compra.