Rajo Inca: el polémico proyecto de Codelco tiene fecha
Un largo historial de contratiempos ha impedido una y otra vez cumplir con el cronograma de esta iniciativa, esencial para extender la vida de la división Salvador. Pero ya se avizora su fin: la mina ya está lista y la planta debiera alcanzar su capacidad de diseño en el segundo trimestre de 2025.
Algunos bromean con aquel antiguo cartel de almacén que decía “hoy no se fía, mañana sí”. La historia del proyecto estructural Rajo Inca de Codelco parece un cuento de nunca acabar, pues su puesta en marcha, originalmente planeada para 2019, ha sido postergada una y otra vez. Sólo el año pasado se dieron cuatro fechas. Ahora, al menos se sabe que la mina ya está operando. Falta la planta.
En febrero de 2024, autoridades de la empresa estatal dijeron que se pondría en marcha en el primer semestre y comenzaría a alimentar la fundición de Potrerillos en la segunda mitad del año. En julio, se modificó el plazo para la activación de la planta concentradora a septiembre. En noviembre, dijeron que la concentradora se pondría en marcha en el último trimestre del año.
Una historia de altibajos
Durante la década del 2000, en Codelco rondaba la posibilidad de cerrar la división Salvador, con el consecuente fin del pueblo que vive exclusivamente de ella, ante la extinción de sus yacimientos. En 2010, cuando la estatal hizo su histórico anuncio de los proyectos estructurales que le permitirían extender la vida útil de sus divisiones (Mina Ministro Hales, Chuquicamata Subterráneo, El Teniente-Nuevo Nivel Mina y Fase 2 de Andina) no aparecía Salvador. Pero las autoridades de la época dijeron que la mayor demanda global de cobre impulsada por China, los mayores precios y la explotación mundial de depósitos con menor ley, permitía reevaluar la idea del cierre, ya que había yacimientos explotables en la zona.
En 2013, la cartera de grandes proyectos de Codelco incluyó por primera vez a Rajo Inca, con una inversión estimada de US$ 1.000 millones, que permitiría a Salvador producir más de 120 mil toneladas por hasta cuatro décadas.
Luego de que se inaugurara Ministro Hales en 2016, se veía a Rajo Inca como el proyecto estructural más cercano de entregar. Pero se atrasó. Recién en 2021, adjudicó las obras de prestripping (extracción de roca sin valor comercial que cubre la reserva mineral) al consorcio bielorruso-chileno BelAZ-Movitec (CBM). Pero por razones que aún se litigan en tribunales, el licitante se retrasó, por lo que la corporación lo acusó de incumplir sus compromisos. Al finalizar 2022, el consorcio debería exhibir un 81% de avance y sólo llevaba un 33%, todo mediado por un accidente fatal en julio de ese año y una consecuente paralización de obras por varios meses. En febrero de 2023, Codelco finiquitó el contrato con CBM, cobró una boleta de garantía por US$163 millones y relicitó las obras faltantes, adjudicándoselas al consorcio Trepsa-Cerro Alto. Al momento de la salida de CBM, en enero de 2023, se había ejecutado cerca del 30% del gasto asociado, cuyo costo total era de US$520 millones.
Los nuevos contratos
Codelco suscribió, según documentos a los que accedió Pulso, al menos cinco contratos con Trepsa-Cerro Alto para terminar Rajo Inca entre enero y diciembre de 2023 valorizados en total en unos US$430,5 millones.
El primero, llamado “Servicio de Arriendo, Mantención y Operación de Equipos de Carguío”, firmado el 11 de enero de 2023, alcanzó a $54.358,6 millones (US$65,2 millones). El segundo, de “Servicio de Perforación y Control Pared”, tiene fecha 29 de marzo de 2023 y llega a $82.160,2 millones (US$102,7 millones). El tercero, denominado “Servicio de Apoyo a la Producción-Arriendo de Equipos”, fue suscrito el 10 de abril de 2023 y alcanzó a $22.825,2 millones (US$28 millones). El cuarto, de “Servicio de Desarrollo y Operación de Movimiento de Materiales en Mina”, del 17 de mayo de 2023, fue valorizado en $147.084,6 millones (US$185,1 millones). Y el quinto, denominado “Servicio de Arriendo de CAEX” y fechado el 1 de diciembre de 2023, llegó a $43.027,2 millones (US$49,5 millones).
Los cambios de contratos, retrasos y alzas de costos implicaron que Rajo Inca hoy tenga un presupuesto de inversión que casi triplica el inicial: US$ 2.740 millones.
Pero al parecer, el trabajo del nuevo adjudicatario funcionó. Si al 31 de marzo del 2023, mostraba un avance del 42,6%, un año y medio después, el 30 de octubre de 2024, exhibía un 87,7% de avance, con los trabajos en la mina finalizados, pues el polémico prestripping terminó en agosto de 2024. “Su prestripping fue ejecutado de forma excepcional a pesar de su complejidad y las contingencias provocadas por los incumplimientos del anterior contratista. Ya se dispone de mineral a la vista para iniciar el tratamiento en la planta, la cual se encuentra en proceso de pruebas operacionales para, posteriormente, iniciar la producción durante los últimos meses de este año”, dijo la empresa.
Es más, la división Salvador, cuya última producción de cobre había sido en diciembre de 2023 y no había exhibido ni una libra en el 2024, mostró en octubre una luz de esperanza: informó una producción de 1.700 toneladas. “Corresponde a minerales óxidos del Rajo que son procesados en la línea hidro y a gestión de inventarios”, explicó la compañía.
La mina, que ya mueve 330 mil toneladas de mineral por día, cuenta con más de 7 millones de toneladas de mineral de óxidos y sulfuros en stock “para asegurar el tratamiento en régimen del segundo semestre de 2025 de ambas líneas operativas”. Ya está listo el botadero de ripios y el taller de camiones, y en diciembre empezó por fin a operar la planta concentradora, con el chancador primario y el espesador de relaves.
Con estas obras listas, el cronograma se sinceró: “La puesta en marcha de la concentradora de Rajo Inca se dividió en dos etapas: la primera consiste en el proceso necesario para alcanzar una capacidad de procesamiento de 15 ktpd (mil toneladas por día), cuyas pruebas operacionales se completaron en la segunda quincena de diciembre de 2024; mientras que la segunda busca completar las pruebas para alcanzar la capacidad de diseño de 37 ktpd durante el segundo trimestre de 2025″.
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