Luego de una última reunión que se extendió por más de 3 horas, este viernes 15 de los 16 gremios que intregran la mesa del sector público aceptaron la propuesta salarial que propuso el Ejecutivo y firmaron el acuerdo con los Ministerios de Hacienda y Trabajo.
La última oferta que puso sobre la mesa el gobierno fue la de un incremento del 12% nominal, la más alta desde 2008. El año pasado, el reajuste salarial fue del 6,1% nominal. De esta manera se cubre el alza inflacionaria prevista para este año. Esto, porque precisamente la proyección que tiene el Banco Central para la inflación anual 2022 es del 12%.
En el detalle se precisa que el alza del 12% es para las rentas de hasta $ 2.200.000. Para quienes ganan sobre $ 2.200.000 millones será de $ 264.000. A lo anterior se suman también los valores para aguinaldos y bonos, otros beneficios para trabajadores de rentas bajas y zonas extremas, y mesas de trabajo conjuntas para abordar distintas temáticas laborales de interés para el sector público.
Pero para llegar a este resultado no fue fácil: la primera cifra que el gobierno puso sobre la mesa fue de 7,8%, luego la subió al 8,5%. Ya el jueves la elevó de nuevo al 9,5% nominal. En tanto, los representantes del sector público flexibilizaron su postura, pasando del 15% nominal al 14% y luego al 13,5%. Ya entrada la noche del jueves, Hacienda planteó un 11%. Sin embargo, para los trabajadores el piso era un 12%, porque al menos lograba recuperar el poder adquisitivo. El siguiente paso es el envío del proyecto al Congreso. Se espera que el lunes 12 de diciembre, la propuesta sea analizada por la Comisión de Hacienda de la Cámara.
“Esperamos tener una buena acogida por parte de las parlamentarias y parlamentarios, sobre todo considerando que hemos logrado un acuerdo muy amplio con un conjunto muy diverso de organizaciones del sector público, que están unidas sobre todo por la vocación de servicio y por el compromiso con el país”, señaló el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, junto con valorar el cierre de las negociaciones, manifestó que “nuestra voluntad de diálogo se expresa hoy día en poder converger en un buen acuerdo que nos va a permitir no solamente avanzar en la recuperación del poder adquisitivo de los funcionarios públicos, sino que también en una agenda laboral que comprometemos como gobierno”.
Impacto en la inflación
Dada la situación inflacionaria, los expertos difieren si este reajuste salarial generará más presiones inflacionarias dada la alta indexación que tiene la economía chilena.
Por un lado, el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), Juan Bravo, sostiene que “considerando que los pronósticos apuntan a que la inflación a diciembre de este año estará en torno al 12% anual, en la práctica el reajuste en términos reales es cercano a 0%, es decir, el reajuste propuesto busca únicamente cubrir la pérdida de poder adquisitivo generada por la inflación”.
Asimismo,dijo que “aunque el reajuste salarial del sector público es un parámetro importante para el sector privado, dado que en este caso se está proponiendo un ajuste real cercano a 0% los eventuales impactos negativos sobre la economía debieran ser acotados”.
Otra postura tiene el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, David Bravo, quien “lamenta que no hubiera sido posible llegar a un acuerdo por una cifra inferior al 12%”. Esto porque considera que “era una muy buena oportunidad para que en este acuerdo se hubiera podido mirar la inflación futura y no la pasada, porque, de ese modo, se habría podido colaborar precisamente a que la inflación bajara más rápidamente, y, en ese escenario, se producían ganancias para todos”.