El último proyecto de nueva constitución incluía eliminar el pago de contribuciones la eliminación del pago de contribuciones para la primera vivienda. Sin embargo, un grupo importante de expertos tributarios y economistas calificaban esta medida como regresiva. Esto, porque las propiedades que pagan este impuesto mayoritariamente se ubican en las comunas de mayores recursos, las que a su vez contribuyen con una parte de esos fondos a las comunas de menores ingresos. Y además es un impuesto altamente recaudador.
Y las cifras de la Tesorería General de la República refrenda esa visión. En 2023 se recaudaron $2,2 billones (millones de millones) lo que significa un alza de 16,6% en relación a 2022 cuando se recaudaron $1,9 billones. Ahora bien, si se consideran los tres últimos años, es decir, entre el cierre de 2020 y 2023, el incremento es de 54%.
En 2019, la recaudación total por contribuciones fue de $1,4 billones, cifra que se mantuvo estable en 2020. En 2021 subió a $1,6 billones y ya en 2022 avanzó 19%, alcanzando a $1,9 billones.
En 2023, del total de recaudación, el 55,5% provino de las 20 comunas de mayores ingresos de Chile, mientras que casi un tercio, el 28,6%, fue aportado sólo por los municipios de Las Condes, Santiago, Lo Barnechea, Vitacura y Providencia.
Por otra parte, también la información de la Tesorería muestra que Puente Alto, Maipú, La Florida, Valparaíso y Temuco son las comunas que más aportes recibieron del Fondo Común Municipal (FCM) sumando $220.346 millones.
Uno de los argumentos que se entregó para mantener este impuesto era que más de la mitad de los recursos recaudados se destina al Fondo Común Municipal. Así, un 40% del total de la recaudación va a la municipalidad donde se origina el pago de la contribución, mientras el 60% va al FCM, a excepción de las comunas de Las Condes, Santiago, Providencia y Vitacura, que aportan un 65% al FCM, y reciben el 35% de su recaudación de bienes raíces.
El año pasado, el Fondo Común Municipal recaudó $2,3 billones y prácticamente la mitad de esos recursos proviene del pago de contribuciones. El monto se completa con el pago de los permisos de circulación ($601.032 millones); Patentes comerciales ($242.199 millones); impuesto por transferencia de vehículos ($61.255 millones); multas, fotorradares, TAG ($26.386 millones); bienes fiscales ($935 millones)
¿Qué explica esta alza?
El tesorero general de la República, Hernán Nobizelli, explica que “uno de los factores que puede estar influyendo en esta alza es el último avalúo de los bienes habitacionales, el cual comenzó a regir en 2022″. En ese sentido, especificó que “al ver el crecimiento de un 19% de 2021 a 2022 y de 16% para 2023 estos se enmarcan en el rango de los crecimientos históricos”.
Si bien, precisa que “el reavalúo comenzó a regir en enero de 2022 y el mayor impacto se observa en la recaudación de ese año, es posible capturar una parte de este reavalúo en el primer semestre de 2023 producto del pago atrasado de las cuotas por parte de algunos contribuyentes”. Además, resaltó que “el 2023 se reforzaron las acciones de cobro del Impuesto Territorial a nivel nacional”. Otros de los factores que detalla el Tesorero y que explican esta alza “son las retasaciones individuales y la inflación”.
El reavalúo de 2022 a nivel nacional para los bienes raíces no agrícolas aumentó en un 23,4%, pasando de un total de más de $327 billones a $404 billones. En el caso de los predios con destino habitacional, el incremento fue del 22,1%, pasando de más de $191 billones, en diciembre de 2021, a $233 billones para este semestre.
Las tasas del Impuesto Territorial, definidas por el Ejecutivo en el Decreto Supremo N° 437, se fijaron en 0,893% para los bienes raíces con destino habitacional en la parte de su avalúo afecto hasta $169.144.585, y en 1,042% sobre el avalúo que excede dicho valor. Para las propiedades no habitacionales, como las destinadas a comercio, bodegas, estacionamientos o sitios no edificados, entre otras, la tasa quedó en 1,042% sobre el avalúo afecto.
Mariana Bustos, abogada asociada de Cabello Abogados Tributarios, también ve como efecto el factor del reavalúo: “El alza se puede explicar por varios factores. El primero son los procesos de reavalúo”. Asimismo, la experta añade que otro factor es “la mejoría de la situación económica en relación a los años en que estuvo vigente la pandemia, así como al efecto que la inflación tiene respecto de los avalúos fiscales, puesto que semestralmente los avalúos fiscales se corrigen conforme a la variación del IPC generando un aumento en la base del impuesto territorial”.
Javier Jaque, socio líder de CCL Auditores Consultores, menciona que “se esperaba que la recaudación fuera aumentando debido al reavalúo fiscal, por lo tanto, es un elemento a considerar y refleja que es un impuesto recaudador, pero en lo negativo es un impuesto al patrimonio”.
Bustos argumenta que “si bien el impuesto territorial genera una recaudación importante, porcentualmente hablando su recaudación no es significativa en relación a otros impuestos. Sin perjuicio de esto, es importante considerar que las contribuciones financian, en parte, el fondo común municipal, por lo que cualquier disminución en su recaudación generará efectos importantes para las administraciones comunales, a quienes se les limitará de forma relevante su presupuesto”.
Con respecto a las perspectivas para este año, Hernán Nobizelli comenta que “de no mediar factores externos, debería ubicarse en los rangos observados en los últimos 2 años”. No obstante, acota que “es importante indicar que el valor de las contribuciones es un porcentaje del avalúo fiscal afecto de los bienes raíces. Dicho monto es dictado por el SII, y son ellos los responsables de cargar el valor de las contribuciones en el sistema de la Tesorería con sus retasaciones o reavalúos según corresponda”. Adicionalmente, el tesorero afirma que “se debe considerar que este 2024, comienza a regir el nuevo avalúo a los bienes agrícolas, lo cual puede impactar en un aumento en la recaudación de las contribuciones de dichos bienes”.P