El gobierno de Argentina "no encuentra todavía causas de preocupación con respecto al tipo de cambio", señalaba ayer por la mañana el ministro de Trabajo y Producción transandino, Dante Sica. Horas más tarde, el peso caía en picada, hasta anotar una depreciación de 3,8% cerrando en 42,34 por dólar, su nivel más alto desde el 28 de septiembre del año pasado, días antes de la implementación de un nuevo esquema monetario y de la llegada de Guido Sandleris al Central.

En el marco de una recesión en curso y con unas elecciones presidenciales por delante, el retroceso de ayer dejó al peso con una baja de 11% en lo que va del año, con lo que califica como la moneda de peor desempeño en el mundo. Y aunque los cambios en riesgo país siguen en negativo en lo transcurrido de 2019, ayer anotó un salto de 4%, mientras se anticipa que podría seguir al alza.

Problemas internos

Aunque los bruscos retrocesos de ayer tuvieron como motor la decisión del Banco Central Europeo, que "anunció que postergará el aumento de tasas hasta entrado el 2020 y al mismo tiempo que inyectará liquidez", a juicio de Guido Lorenzo, director de la consultora argentina LCG, son los desafíos que encara particularmente Argentina los que terminan por potenciar los movimientos. Así, destaca a PULSO que "los fundamentales de la economía están deteriorados, por lo que no es de extrañar que "el riesgo país sigue su marcha ascendente y refleja un aumento de la probabilidad de default".

Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI y profesor del ITBA, también se enfoca en la situación interna a la hora de explicar el jueves negro de los mercados transandinos. "Hoy la economía está exhibiendo malos resultados, eso genera cierta desazón en los mercados. Da la sensación que Macri no ha podido resolver los problemas de fondo, pese a que está muy bien enfocado en términos de su agenda", señaló.

Con problemas del fondo, el economista argentino se refiere a la recesión, el déficit fiscal y la inflación, que sigue con tasas muy altas, "pese a que el Central tiene una política muy restrictiva con una alta tasa de interés", de 50,22%.

Cristina en competencia

A esas dificultades se suma la incertidumbre electoral. "Últimamente han comenzado a circular sondeos que muestran que Macri, que va por la reelección, está con un apoyo popular que no es mayor que el de Cristina (Fernández) Kirchner", indica Elizondo.

En efecto, las encuestadoras Query, ClyGP, Circuitos, Julio Aurelio-Aresco, CEOP y Rovuier & Asociados, muestran que en el caso de una segunda vuelta protagonizada por el actual mandatario y su antecesora la diferencia entre ambos sería de apenas un punto porcentual.

"Una mala situación económica, mal humor social, recesión y Cristina subiendo en las encuestas hace que los operadores financieros se pongan nerviosos", destaca Elizondo, recordando que durante su gobierno "puso restricciones cambiarias, comerciales y mucha regulación restrictiva en los mercados", lo que a su juicio genera desconfianza en el mercado.