"Queremos empatizar con los miles de pasajeros que llegan día a día y que ven que cada vez el servicio es más deficiente", señaló la semana pasada el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, tras finalizar la segunda reunión de la mesa de trabajo que tiene como objetivo mejorar la coordinación entre los actores involucrados en el funcionamiento del principal terminal aéreo de nuestro país. Esto, aludiendo a las sabidas limitaciones y restricciones que dificultan el ingreso al aeropuerto de Santiago, los procesos de embarque y de conexión de aviones a las mangas, lo que se suma a un aumento en el número de operaciones que se realizan diariamente.

Lo cierto, es que los usuarios del terminal aéreo han comenzado a evidenciar su molestia en medio de las obras del nuevo Aeropuerto Internacional de Santiago que debiera estar terminado en su totalidad en 2020, pero que hoy opera más allá de su capacidad. En línea con eso, el último informe mensual de la concesión del aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) correspondiente a abril reveló que el número de reclamos por calidad de servicio en el aeropuerto subió considerablemente en el último año.

Así, entre enero y abril de este año se contabilizaron 1.519 quejas, cifra 244% superior a los 441 reclamos que se recibieron durante el mismo período de 2017. De hecho, solo en un mes, enero de este año, se registraron 448 quejas, el número más alto en el registro de informes de la concesionaria realizados por el MOP. En los meses siguientes la cantidad siempre superó los 300 reclamos, muy distante del panorama que se observaba en el mismo lapso de tiempo del año anterior, cuando fluctuaba entre las 100 quejas en promedio al mes.

Del número de reclamos contabilizados en el período, 871 estuvieron dirigidos a la concesionaria, esto es 57% del total. El resto fue contra organismos públicos y líneas aéreas. Según el reporte, todos fueron gestionados en 30 días.

El informe que elabora el MOP también da cuenta de los ingresos por pasajero embarcado que se contabiliza cada mes. De acuerdo con información entregada por la sociedad concesionaria Nuevo Pudahuel, compuesto por Aéroports de Paris, Vinci Airports y Astaldi Concessioni, a abril de este año los ingresos por pasajero embarcado totalizaban más de $43.561 millones. La mayor cifra se registró en enero, cuando se registró ingresos por $12.673 millones, mientras que la menor fue en abril, por $11.527 millones.

Mitigaciones

A mediados de junio de este año, el gobierno inició una plan para mitigar los efectos por la falta de capacidad del aeropuerto. Así, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) creó una mesa técnica de trabajo para mejorar la operación y desarrollo de obras en el terminal aéreo. Esto, mientras se desarrollan los trabajos de ampliación y que contemplan una inversión cercana a los US$700 millones.

Durante el último encuentro de esta instancia, la semana pasada los actores involucrados expusieron la situación y sus propuestas de solución en el corto plazo, con el objetivo de mejorar la coordinación hasta fines del 2020 cuando este operativo el nuevo terminal internacional.