La pandemia del Covid-19 ha generado una crisis sanitaria, económica y social a nivel global, donde América Latina será una de las regiones más afectadas, por la fragilidad de sus sistemas de protección social, las diversas crisis políticas en desarrollo y el débil desempeño de sus economías en los últimos años. En Chile ya estamos viendo los impactos, que se traducirán en el corto plazo en un deterioro generalizado en la calidad de vida de las personas, un incremento en los índices de pobreza y mayor desigualdad en los ingresos.

En este contexto, hemos sido testigos esta semana de un acuerdo político sin precedentes, donde los partidos más relevantes acordaron con el gobierno la estrategia país para enfrentar la crisis en materia de gasto fiscal, protección del ingreso de las familias y reactivación económica y empleo. Este esperado acuerdo fija la hoja de ruta para los próximos dos años, y llega en un momento crítico en el que diversos sectores del mundo privado ya se han comprometido con planes particulares, tal como el que esta semana impulsó la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), denominado “Plan de Empleo y Reactivación”, que busca aportar con creación de empleos y reimpulsar la economía.

Estos esfuerzos representan el primer paso en materia de reactivación y son una muy buena noticia para el país, especialmente cuando vemos como el desempleo se empieza a transformar en el principal factor de vulnerabilidad social y preocupación número uno de los trabajadores. A esto, se suma la profunda transformación que está viviendo el mercado laboral, que vino a acelerar de manera abrumadora cambios que proyectábamos se generarían de manera paulatina durante esta década. Hoy la automatización de miles de puestos de trabajo significa una destrucción permanente de empleos que no van a estar disponibles pasada la pandemia.

En este contexto, urge un esfuerzo inmediato en materia de reconversión laboral mediante la capacitación, tomando en consideración la cantidad de trabajadores ya cesantes, sumados a aquellos acogidos a la Ley de Protección del Empleo que están en sus casas desocupados. Es vital llegar a ellos en forma rápida con programas de capacitación a distancia, que les permitan actualizar conocimientos y acortar las brechas existentes para su adecuada reinserción en un mercado laboral muy distinto al que conocemos hoy. Según nuestras estimaciones, no menos de un millón de trabajadores necesitan adquirir urgentemente nuevas competencias para insertarse en el mercado laboral post pandemia.

En este contexto, celebramos que uno de los puntos del acuerdo presentado por el gobierno en materia de empleo, haga referencia justamente a la reconversión y capacitación de los trabajadores más afectados, a través de un reforzamiento de la red de intermediación laboral, y programas de capacitación digital de Sence y Sercotec. Sin embargo, estas medidas pueden ser complementadas por importantes esfuerzos desde el sector privado.

Para asumir este desafío, proponemos una articulación público-privada que involucre al sector empresarial a través de los Otic, que representan a los gremios y a sus empresas adherentes, sumando a los ejecutores de la formación, a través de los Centros de Formación Técnica (CFT) públicos y privados, los Otec y en general, las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la formación y capacitación de trabajadores con foco en competencias.

De esta forma, sumamos esfuerzos, articulando los recursos destinados a la capacitación (Foncap, Franquicia Tributaria y Seguro de Cesantía) y diseñamos de manera conjunta mecanismos que permitan maximizar el impacto y alcance de la intervención, permitiendo a su vez a las empresas hacerse parte responsable del desafío de reconvertir a sus trabajadores desvinculados, mediante una capacitación post contrato, que permita entregarles herramientas que mejoren sus posibilidades de encontrar trabajo una vez pasada la pandemia.

Una estrategia colaborativa público-privada, que promueva un uso integrado de los recursos junto a un modelo de formación flexible e innovador, permitirán llegar de manera rápida a ese millón de trabajadores que hoy necesitan apoyo en su reconversión laboral, que hoy tiene carácter de urgente.

-El autor es gerente general de Corporación de Capacitación de la Construcción, Otic CChC