Un alza de 402% en los últimos 18 años registró la cartera de activos nacionales de los inversionistas, alcanzando a junio de 2018 los 9.119 millones de UF (más de US$382 mil millones), según cifras del Depósito Central de Valores (DCV), única entidad responsable de custodiar los instrumentos que se negocian en la plaza local.
El gerente general del DCV, Fernando Yáñez, explica que la cartera de inversión en activos nacionales se ha multiplicado este milenio porque "la economía ha crecido, han habido capitalizaciones bursátiles, emisiones de deuda y se ha desarrollado el sistema de concesiones viales y de infraestructura, que necesitan financiamiento".
Otro factor que ha sido clave según el ejecutivo es "el crecimiento de la industria de fondos mutuos y de inversión, que ha sido interesante en los últimos años". A lo anterior, hay que agregar a unos actores que hace 18 años recién se estaban conformando y que hoy son parte relevante del ecosistema bursátil: los family offices u oficinas de inversión de familias de alto patrimonio, que nacieron luego de la venta de empresas como D&S, Enersis o Paris, o bien que se formaron luego de una apertura en bolsa, como Falabella.
Por categoría, los instrumentos de renta fija (principalmente bonos o títulos de deuda de entidades) son los preferidos por los inversionistas, dado que pesan un 45,42% del total, aunque han perdido peso en desmedro de los instrumentos de renta variable (acciones) y de intermediación financiera (títulos que representan obligaciones de dinero de corto plazo con bajo riesgo), que hoy representan el 34,3% y 20,29% dentro de la cartera de inversiones. Hace 18 años la renta fija pesaba 65,02%; la renta variable, 21,11% y la intermediación financiera, 13,88%.
El registro de transacciones en activos nacionales en el mercado local se ha quintuplicado en los últimos 18 años. En 2000 se registraron 692.844 compras y ventas de instrumentos, mientras que al cierre de 2017 las transacciones sumaron poco más de 3,9 millones. Al primer semestre de este año la cifra supera los dos millones de transacciones.
El monto total de las transacciones de activos nacionales en el mercado local ha aumentado 18 veces en el período. Pasaron de 3.179 millones de UF (unos US$133 mil millones) en 2000 a 57.900 millones de UF (US$ 2.426.628 millones) en 2017.
La internacionalización será el próximo gran salto
¿Qué falta para dar el salto al desarrollo? "Nos faltan vecinos que estén a la altura nuestra. Si fuera así, tendríamos transacciones transfronterizas como pan caliente", expresa el gerente general del DCV.
Pese a que existe el Mercado Integrado Latinoamericano (Mila), que es resultado de un acuerdo entre las bolsas y los depósitos de valores de Chile, Perú, Colombia y México, Yáñez apunta a que hay temas que no hacen del todo fácil el andar de esta institucionalidad, como operar con distintas monedas.
Ligado a lo anterior, el presidente del Consejo Consultivo del Mercado de Capitales del Ministerio de Hacienda, Guillermo Tagle, sostiene que "debiera haber un cambio muy relevante en integración internacional y en esa competencia Chile tiene que estar presente. El mercado de capitales de América Latina sigue funcionando como estancos y cada país tiene sus propias reglas y mercado".
Para los próximos años, Tagle considera que "la integración internacional va a ser parte muy relevante de lo que va a ocurrir. Van a aparecer nuevos prestadores, las fintech (emprendimientos tecnológicos financieros) van a cambiar el funcionamiento del mercado con formas más ágiles y fáciles de comunicar a inversionistas con demandantes de capital.
En ese proceso, pienso que los mercados van a fluir hacia tener más volúmenes en algunas partes de América Latina y ahí Chile tiene que liderar". De esta forma, Tagle avizora que "podrían surgir plataformas de intermediación de valores que operen a nivel transnacional que permitan comunicar directamente a inversionistas con demandantes de capital, con menos fricciones y costos".
Lo clave para Tagle, quien también es presidente del holding financiero Credicorp Capital en Chile, es que Chile pueda ser un país exportador de servicios financieros y sostiene que "para ello se está buscando cuáles son los mecanismos y las llaves que hay que abrir para que el mercado de capitales chileno quede más conectado con el exterior".
Adelanta que "el concepto es poder operar en una plataforma abierta donde vengan inversionistas y emisores del resto del mundo y ejecuten en el mercado chileno sus transacciones, donde puedan participar como proveedores de servicios todos los actores del sistema financiero chileno y, como inversionistas más potentes, también los chilenos. La idea es que esta sea una industria de prestación de servicios abierta, como el turismo".