”La recuperación está en marcha, pero se necesita una mayor flexibilización de las políticas para mantener el impulso”. Esta es la conclusión a la que llega la economista de HSBC, Erin Xin, al analizar las cifras chinas de comercio exterior de junio.
Las exportaciones e importaciones sorprendieron de manera positiva a los analistas. Las primeras volvieron a anotar crecimientos, de 0,5% en 12 meses en junio, luego del retroceso de mayo (-3,3%). Se esperaba que descendieran 1,5%.
Las compras chinas también volvieron a los números azules luego de tres meses de retrocesos, con un rebote de 2,7%, mientras que las estimaciones apuntaban a una disminución de 10%. En mayo las importaciones retrocedieron 16,7%; en abril, 14,2%, y en marzo, 1%. La inesperada alza de las exportaciones del gigante asiático están en línea con la reapertura de las economías internacionales.
Excluyendo productos relacionados con la pandemia, la contracción de las exportaciones se modera a 2,9% interanual en junio, desde una contracción de 8,5% en mayo. Los embarques de muebles aumentaron 8,4% en 12 meses, mientras que en mayo retrocedieron 15,5%. Los envíos de ropa disminuyeron 10,2% versus 26,9% el mes precedente, al tiempo que las exportaciones de juguetes bajaron solo 5% en lugar del 10,4% de mayo.
“La reapertura de las principales economías occidentales y la elevada demanda en el extranjero de equipos de protección individual y mascarillas apoyaron las exportaciones chinas en junio”, dijo Boyang Xue, analista para China de Ducker Frontier.
“Además, las interrupciones en la producción de los competidores comerciales de China también ayudaron a trasladar algunos pedidos a los exportadores chinos”, agregó.
La economía china está saliendo gradualmente de una fuerte contracción del 6,8% registrada en el primer trimestre.
Desde Julius Bär comentaron que los datos mejores de lo esperado indican una normalización de la demanda externa, “ya que muchos países han comenzado a aliviar sus bloqueos y reabrir sus economías, así como a una recuperación de la demanda interna. La actividad comercial en general sorprendentemente resistente se suma a la fuerte recuperación que vimos en China durante el segundo trimestre”.
Los riesgos que se advierten hacia adelante son eventuales rebrotes de contagios de coronavirus a nivel mundial y la relación comercial entre Estados Unidos y China.