La economía mundial está mostrando señales de recuperación. Y el que está tirando el carro es el país donde comenzó la pandemia: China. A ello se suman algunos datos promisorios en Europa y en Estados Unidos. América Latina aún está en medio de la tormenta. Todos estos indicios lo han estado adelantando los mercados gracias al mejor ánimo de algunos inversionistas alentados por el apoyo incondicional de la Fed, así como también ante las expectativas de que la pronta aparición de una vacuna esfume la crisis.
Mientras los gobiernos debaten sobre la velocidad del desconfinamiento, y la magnitud de las ayudas fiscales para aliviar el impacto económico de la pandemia, existen señales de que se está viendo la luz al final del túnel. Algunos la están viendo más cerca que otros. Eso sí, el derrotero hacia la luz es incierto, con claros -y probables- escenarios de riesgo.
La producción mundial
La caída de la industria manufacturera mundial mostró señales de remisión en junio, ya que el repunte de la actividad de China ofrecía cierta esperanza de que Asia había pasado lo peor de la devastación de la pandemia de coronavirus, mientras que el desplome de la actividad de las fábricas europeas se frenó. En Europa el PMI subió a 47,4 en junio, por encima de los 39,4 de mayo y cómodamente por delante de una lectura rápida anterior de 46,9. Otro índice europeo que mide la producción saltó a 48,9 desde 35,6.
China, que está más avanzado en el desconfinamiento, informó el miércoles por la noche un aumento de 4,8% en la producción industrial de junio, luego de históricas caídas en los meses previos.Es así como el índice de producción mundial (PIB Mundial) elaborado por Bloomberg mostró un fuerte rebote en junio hasta 4,4% (ver gráfico).
Recuperación china ya está en marcha
La economía china ya está de vuelta. El miércoles informó un crecimiento de 3,2% en el segundo trimestre de 2020, por sobre el 2,4% previsto por el mercado. La autoridad dice que han entrado “en un estado más normal”, mientras Wang Tao, economista jefe de China del banco suizo UBS, estima que “la recuperación económica debería continuar, luego del reciente repunte en el segundo trimestre. El consumo interno probablemente mejorará aún más con el apoyo continuo a las políticas y la normalización de la actividad económica”.
Se esperan crecimientos entre 5% y 6% en los trimestres venideros.
Esta semana también hubo alentadores datos de comercio exterior. Sus exportaciones crecieron 0,5% y sus importaciones un 2,7% (el mercado esperaba caídas para ambas variables).
Lo que suceda con este país es clave a nivel global, pues representa un tercio de la producción mundial, y es el mayor exportador del mundo.
Ventas repuntan en EE.UU.
Estados Unidos también ha mostrado signos de una salida más rápida a la esperada. Precisamente ayer se conocieron las ventas del comercio detallista, las que anotaron un incremento de 7,5% luego del histórico salto de mayo de 18,5%, sumando dos meses de alza apoyados por la inyección de recursos directos desde el gobierno y un desconfinamiento gradual y algo accidentado. De todos modos, esto no cambia la expectativa de caída en el PIB en el segundo trimestre.Otra noticia “favorable” dentro del mal escenario, es que las solicitudes de subsidio de desempleo han continuado moderando su magnitud.
Vacuna y mercados
Con vacuna contra el virus, la recuperación económica se aceleraría. Eso lo saben todos, pero el problema es que pueden pasar años antes de encontrar el antídoto. Por ello la evolución las pruebas son seguidas de cerca no sólo por los científicos y autoridades mundiales, sino también por los inversionistas. En este ámbito las noticias han sido favorables. AztraZeneca está bien avanzado, mientras Qué Pasa, de La Tercera, informó esta semana que la vacuna experimental de Moderna para Covid-19 demostró que era segura y provocó respuestas inmunes en los 45 voluntarios sanos, en su etapa inicial.
Ello, sumado a la recuperación de China y los incipientes datos industriales de Europa y en menor grado de EE.UU, tienen a los inversionistas jugados con una recuperación más rápida que lo previstos por organismos como el FMI. “Las nuevas tasas de infección más bajas en Europa y una recuperación más rápida de la actividad son razones válidas para reducir un poco el pesimismo con respecto a las perspectivas de crecimiento de la eurozona (...) El FMI ha reducido su proyección de crecimiento para 2020 a -10,2% en los últimos meses y el Banco Central Europeo espera una contracción de -9,3%, mientras que la Comisión de la UE redujo su proyección la semana pasada a -8,7%. Nos sentimos cómodos al esperar una contracción más moderada de -7,2% en 2020”, escribía esta semana Julius Bär en un informe a clientes.
El cobre, muy correlacionado con la actividad mundial, ha rentado 41% desde su mínimo del 23 de marzo. Las acciones también han mostrado optimismo.
Los riesgos
No obstante todas las señales anteriores, se advierte un camino no exento de riesgos.
El principal dice relación con los rebrotes de contagios de coronavirus. El desconfinamiento no es lineal, se han observado repuntes de casos en zonas que han debido volver a confinar. Será parte de la salida, pero el riesgo es evidente. Un 2021 con propagación del virus es el peor escenario.
La otra amenaza asociada es que el daño haya sido tan estructural que la recuperación del mercado laboral y la actividad productiva de economías más rígidas, como la europea, implique una recuperación más suave.
Por último, se observa como un riesgo extra Covid-19 la relación entre EE.UU y China, la denominada Guerra Comercial entre ambas naciones. P