Estados Unidos ha criticado en múltiples ocasiones el resguardo que da China a sus empresas estatales, por las distorsiones que a su juicio género en los mercados y las faltas a las normas de la Organización Mundial de Comercio en las que se incurriría. Sin embargo, aun cuando ambos países se aprestan a firmar un acuerdo comercial de fase uno, estas quejas no han logrado apartar a China de su modelo económico de mercado socialista, donde dicho tipo de empresas juegan un rol esencial.
"La economía pública y la economía no pública son componentes importantes en el desarrollo de la economía socialista de mercado de China y en la asignación de recursos", había recalcado recientemente, Li Kieqang, vicepremier de la potencia asiática. "La transición de un sistema económico planificado altamente centralizado a un sistema económico de mercado socialista se está logrando combinando un mecanismo de mercado efectivo con un grado de regulación macroeconómica", agregó.
El plan
Esas definiciones tienen claras repercusiones en las políticas impulsadas por Beijing. De hecho, la administración de Xi Jinping, lejos de desmantelar las firmas estatales pretende fortalecerlas, a través de una reforma que comenzará en 2020 y se tomará tres años para convertir a esas compañías en campeonas de clase mundial.
"La atención se centrará en aumentar la innovación tecnológica de las empresas y aprovechar al máximo las empresas estatales para fomentar la innovación y desarrollar el sector de manufactura avanzada", se leía en un comunicado emitido el miércoles por la Comisión de Administración y Supervisión de Activos (Sasac, por sus siglas en inglés), tras una reunión de dos días.
Para dar con ese objetivo, China pretende mejorar el rendimiento de las empresas públicas, aumentando las exigencias de las evaluaciones sobre su desempeño, limitando su apalancamiento y eliminando el exceso de capacidad. Sin embargo, el cambio clave para la creación de un grupo de "empresas de clase mundial", será la ampliación de propiedad mixta y la reestructuración de las compañías, según adelantó Xinhua.
De acuerdo a lo consignado por la agencia de noticias, también estatal, Zhou Lisha, investigador de un instituto de investigación de la Sasac, precisó que las empresas públicas deberían mejorar sus incentivos en el campo de la innovación científica y tecnológica y utilizar opciones sobre acciones, dividendos y otros medios similares para fomentar la creatividad.
Más relajación del "hukou"
Este no es el único cambio relevante de cara al 2020. El sistema chino que impide que quienes migran del campo a la ciudad sin los permisos pertinentes gocen de ciertos derechos, llamado "hukou", será modificado luego que el Consejo de Estado emitiera este miércoles documentos en los que solicita la cancelación de las restricciones.
La reforma a la política heredada de la era maoísta, frecuentemente criticada en el exterior por considerarla discriminatoria, se ampliará el próximo año. En el presente ejercicio se permitió el movimiento hacia urbes de entre uno y tres millones de residentes, mientras que ahora la autorización abarcará a las urbes de tres a cinco millones.
Se trata de una de las medidas que, tal como la reforma a las empresas estatales, pretenden apuntalar el crecimiento en desaceleración de China. "Particularmente, el relajamiento del hukou, busca facilitar la migración de los trabajadores, fortaleciendo la urbanización y liberando una nueva ola de demanda de viviendas, lo que ayudará a vitalizar el mercado inmobiliario durante el próximo año", según precisó Global Times el director de investigación del Instituto de I+D de E-house China en Beijing, Yan Yuejin.