Reforma previsional: gobierno calcula que comisiones podrían caer entre 86% y 93% con la separación de la industria de AFP

Jeannette Jara, Comisión de Trabajo

La estimación la entregó el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, en base a cálculos donde proyectan los ahorros de costos que tendrían los nuevos inversores de los fondos de pensiones al separar la industria de AFP, dejando de invertir en fuerza de ventas y en funciones de soporte.


El gobierno realizó una sesión especial este martes a los diputados de la Comisión de Trabajo sobre la separación de la industria de AFP que propone en su reforma previsional, donde plantea dividir la actual integración que hay en las administradoras respecto a las actividades de soporte y las actividades de inversión.

El subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, sostuvo que “no hay argumentos conceptuales, yo no los conozco por lo menos, que justifiquen tener integrado dentro de una misma institución” ambas funciones que son “de naturaleza tan distinta”.

Dijo que de esa manera no se logran economías de escala. “Lo que sí logra al tenerlas integradas, es que la escala mínima eficiente para poder competir, sea mucho más alta de la que se requeriría si es que estas funciones estuvieran desintegradas”, puntualizó. En ese sentido, señaló que “es una fuente muy significativa de barreras a la entrada” y que “atenta contra un buen funcionamiento de esta industria. Y esto explica, en parte, los elevados márgenes y las rentas económicas con que operan las AFP en la actualidad”.

En esa línea, mostró que los gastos totales de la industria en 2021 fueron por US$500,9 millones. De ello, un 7% se destinó a inversiones, esto es, US$36,8 millones, versus los US$160,9 millones que gastaron en ventas y US$303,2 millones que hubo en gastos de soporte. También dijo que hay “150 personas de las 8.500 que trabajan en la industria, que están destinadas a inversiones. ¿Por qué? Porque la función de inversiones está financiada con comisiones indirectas (...) no sale del bolsillo de las AFP, sale de una comisión indirecta que se vuelve a cargar a los afiliados”. En tanto, aseguró que en ventas trabajan unas 2.800 personas.

Al respecto, Larraín indicó que “el ahorro de costos para los inversores que resultaría de la separación son US$440 millones”. Ello, calculando que los nuevos gestores de inversión que propone el proyecto, el Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA) y los Inversores de Pensiones Privados (IPP), no tendrían que efectuar la función de soporte, por lo que dijo que ahí se ahorrarían US$300 millones que pondrá el Estado.

A esto hay que añadir un ahorro de US$140 millones en gasto de ventas, ya que la reforma no permite que haya fuerza de ventas en los IPP ni en el IPPA. Esa cifra es US$20 millones menor que los gastos en ventas realizados en 2021 por las AFP, porque el gobierno deja ese diferencial para destinar a publicidad, cuestión que sí permite la reforma a los IPP y el IPPA.

Así las cosas, el subsecretario de Previsión Social explicó que como los inversores se ahorrarían US$440 millones por la separación de la industria, y considerando que el gobierno calcula que las AFP en 2021 marginaron (mark up, o margen neto sobre costos totales) un 107%, el ahorro potencial sobre las comisiones directas sería de US$880 millones. Eso se compara con los ingresos por US$1.038 millones que tuvieron las AFP en 2021 por comisiones directas.

Bajo este escenario, Larraín señaló que “los nuevos costos del sistema en este modelo, pasarían de US$500 a US$70 millones, porque el soporte lo está asumiendo el APA, y la función de ventas solo quedaría reducida al tema de publicidad”.

¿Y cuánto es el efecto de eso sobre las comisiones? “Bueno, eso depende de los márgenes”, señaló el subsecretario. Y agregó que “manteniendo un margen de inversión de los privados de 100%, las comisiones bajarían 86% (costo para los afiliados de US$140 millones). Y con un margen inversor de 0%, las comisiones bajarían 93% (US$40 millones)”.

Asimismo, Larraín recalcó que ya “las AFP separaron la industria, la separaron con Previred, y lo han hecho muy bien”, pero agregó que esas eficiencias y ahorro de costos que se consiguen, no se traspasan a los afiliados, sino que van a los controladores.

Luego de las consultas de los diputados, Larraín planteó que “aquí el espíritu es que haya completa igualdad competitiva entre el IPPA y los IPP para el tema del 10,5%. Si hay algo que corregir que atente contra eso, se hará”. Respecto al argumento de que los nuevos afiliados se van por defecto al ente público, manifestó que “en el sistema actual también hay un sistema por defecto que opera, que en el caso para las nuevas personas, si no deciden, se van a la más barata. Yo creo que ese es un tipo de cosas que uno tiene que estar dispuesto a mirar (...) puede ser otra figura, habría que pensar los pros y los contra”.

Por su parte, el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, explicó que actualmente la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) tiene un costo por afiliado de $2.400 al año, mientras que las AFP tienen un costo por afiliado de $36 mil. La AFC tiene 10,5 millones de afiliados, y las AFP tienen 12,5 millones, incluidos los pensionados. “Las funciones que realizan las AFP son más complejas que la AFC, pero no justifican de ninguna manera una diferencia de 15 veces en el costo por afiliado. La diferencia se da porque la AFC es una entidad que opera centralizada, es una entidad básicamente de soporte, que aprovecha todas las economías de escala, todas las economías de ámbito, y opera de forma muy eficiente, y es licitada, esa es la clave de todo esto”, aseguró.

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