Reforma previsional pone fin a las AFP en dos años, mantiene un 10,5% en cuentas individuales con herencia y crea fondo común con 6% extra

Gabriel Boric
Presidente de la República, Gabriel Boric Font, presenta el proyecto de reforma de pensiones

El Estado creará Administradora de Pensiones Autónoma que afiliará, recaudará dineros, gestionará las cuentas y pagará las pensiones. El alza de 6% será gradual, un punto porcentual por año, y será invertido por un ente público. Las AFP podrán reconvertirse a inversores privados para gestionar el stock y el 10,5%.


El tan esperado anuncio sobre la reforma previsional que busca impulsar el gobierno finalmente llegó. Este miércoles por la noche, en cadena nacional, el Presidente Gabriel Boric hizo el anuncio oficial del proyecto con el que buscan mejorar las pensiones de los 2 millones de actuales jubilados, así como de los futuros pensionados.

El Mandatario explicó que proponen crear un sistema contributivo mixto, que contempla tres pilares: mantener la capitalización individual de cada trabajador con el 10,5% que cotizan hoy; realizar un alza gradual de 6 puntos porcentuales en la cotización con cargo al empleador que irá a financiar un Seguro Social; y hacer un incremento de los aportes que realiza el Estado al subir la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250 mil.

Esto último, “una vez que logremos aprobar, en el Congreso, la reforma tributaria”, puntualizó Boric.

Esto, considerando que el actual 10% se transformará en un 10,5%, una manera de aumentar la cotización de las personas de forma inmediata. El 0,5% adicional, justifica el gobierno, provendrá de la baja de las comisiones por la salida de las AFP del sistema. Además, se subirá el tope imponible hasta el tope del Seguro de Cesantía, que hoy es de $4.235.877, según detalla una minuta del gobierno.

“Es la seguridad en todas sus dimensiones la principal prioridad de mi gobierno, y esta reforma, en particular, es central en nuestra tarea de entregar certezas y garantizar seguridad social a todos nuestros compatriotas”, dijo el Presidente.

Y explicó que “esta reforma cuidará principios que sabemos son valiosos para ti y tu familia”. Primero, recalcó que “se reconocerá y premiará el esfuerzo del trabajo a lo largo de la vida”. Segundo, destacó que “para despejar cualquier fantasma o noticia falsa, los ahorros previsionales en las cuentas individuales, tanto los acumulados como los del futuro, mantendrán la propiedad individual, podrán heredarse y no serán jamás expropiados, tal como funciona hoy”.

Como tercer punto mencionó que “el sistema entregará libertad para elegir quién invertirá tus fondos de pensiones, opción que hoy día no existe, pues todos estamos obligados a estar en una AFP”.

El nuevo Seguro Social y la PGU

El gobierno propone que este nuevo Seguro Social que se crea se hará con el alza gradual de 6 puntos porcentuales, el cual formará un “Fondo Integrado de Pensiones”. Y según una minuta del gobierno, la gradualidad será así: “subirá un punto porcentual por año en un plazo de 6 años para ayudar a que las empresas se vayan adaptando”.

Con este seguro, la idea es que se puedan financiar distintos tipos de mejoras en las pensiones, con un fuerte foco en mecanismos para compensar las brechas de género. En primer lugar, proponen un bono para compensar la mayor expectativa que tiene la mujer y que se traduce en pensiones más bajas que las de los hombres. Así, este bono financiará la diferencia entre la pensión autofinanciada de referencia de la mujer y la que hubiese tenido con iguales condiciones, pero siendo hombre, compensando pensiones de hasta 15 UF ($518.250), según menciona una minuta del gobierno.

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También proponen un “bono a madres biológicas o adoptivas por cada hijo nacido vivo, equivalente a 24 meses de cotización por el 6% de la mediana de los ingresos imponibles de los cotizantes del mes de nacimiento. Se agregan al bono por hijo de la cotización del 10%”, añade la minuta.

En tercer lugar, proponen un “complemento por cuidado de terceros, equivalente a un 6% de la mediana de ingreso imponible por cada mes dedicado al cuidado no remunerado de personas en situación de dependencia funcional severa o moderada, por un máximo de 24 meses respecto de una misma persona cuidada. La persona tiene que estar inscrita en el módulo de cuidadoras del Registro Social de Hogares”.

Como cuarto punto, se “crea un complemento por lagunas previsionales por cesantía cada vez que el afiliado reciba prestaciones del Seguro de Cesantía, tanto del individual como del colectivo”.

Y como quinto y último punto, el aporte que hacen los trabajadores con el 6% de cargo del empleador, “da derecho a una pensión del Seguro Social, la que se determina en función del saldo que se contabiliza en el registro individual del trabajador al momento de pensionarse y de la expectativa de vida del afiliado, considerando una tabla de mortalidad unisex”, dice la minuta.

Y agrega que esta pensión “contempla una garantía de 0,1 UF por año cotizado que rige tanto para actuales como futuros pensionados, con un máximo de 30 años (unos $103.800). Así, los actuales pensionados, que no habrán hecho aportes al fondo, sí tendrán derecho a la garantía de pensión”.

Y el gobierno habla de un sexto beneficio en dicha minuta: “El seguro social también entrega una pensión de sobrevivencia, en caso de fallecimiento de la persona pensionada, al o la cónyuge e hijos menores de 25 años que estudian”.

Respecto del 6% de cotización adicional que va a un fondo común, el Presidente dijo que “es importante puntualizar que los aportes provenientes de este 6% van a quedar registrados en las cuentas personales de cada trabajador, de acuerdo a una tabla, y podrás ver este aporte en tu cartola mensual de manera clara y transparente. Así, en este nuevo sistema, la pensión que recibas sí reflejará tu esfuerzo, porque el Seguro Social premiará la cantidad de años cotizados en el sistema”.

De acuerdo a una minuta del gobierno, dentro del fondo que se creará con el 6% adicional, “las cotizaciones mensuales se registran con un mecanismo de solidaridad entre cotizantes de la generación. El mecanismo establece que, al anotar la cotización del empleador en su cuenta del Seguro Social, un 70% se registra según el valor cotizado por el empleador al trabajador, mientras que el otro 30% se registra en la cuenta del trabajador como el valor de la cotización promedio del sistema”.

Así, concluye que “todos los trabajadores de ingresos menores que el promedio, aproximadamente un 65% a 70% del total, obtendrán una cotización mayor al 6% de su salario”.

Sobre el alza de la PGU, según un documento realizado por el gobierno, “se busca ampliar la cobertura de manera gradual desde el 90% actual vigente hasta hacerla totalmente universal, lo que estará condicionado al cumplimiento de metas de recaudación fiscal”.

Fin de las AFP y el nuevo ente público

La reforma creará un nuevo ente estatal, el denominado Administrador de Pensiones Autónomo (APA), el que tendrá un gobierno corporativo estilo Banco Central: un consejo de cinco integrantes y un presidente cuyo cargo será concursado.

Ese administrador estatal reemplazará las funciones que cumplen las actuales AFP, excepto la inversión de los dineros. Es decir, el organismo estatal será el que afilie nuevos cotizantes; el que recaude los dineros; el que gestione las cuentas de cada afiliado, y el que pague las pensiones a futuro.

La contraparte de los afiliados, así, ahora, será el Administrador de Pensiones Autónomo y no las AFP. Aquello comenzará a operar en régimen, en un plazo de 24 meses, cuando las funciones de las actuales gestoras privadas serán transferidas a ese organismo público: durante los primeros dos años de transición, una vez aprobada la reforma, la idea es que el APA licite todas esas funciones del sistema, mientras se prepara para asumir esos roles en plenitud.

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Es, según define el gobierno, el fin del actual modelo de las AFP, las que deberán cambiar de giro. De hecho, sobre la industria de AFP, el Presidente Boric también dedicó unas palabras: “Durante los últimos años ha existido un largo debate sobre las AFP. Las chilenas y chilenos están cansados de las comisiones abusivas y las pérdidas que genera el sistema actual”.

Y fue enfático al señalar que “las AFP, en esta reforma, se terminan. Existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales y, además, existirá una alternativa pública, lo que permitirá promover la competencia con la entrada de nuevos actores”.

En esa línea, el Presidente señaló que “esto fortalecerá la libertad de elección de los afiliados, serán ustedes los dueños de sus ahorros y podrán decidir libremente entre los gestores de inversores privados o el inversor público”.

Los recursos del 10,5% que cotizarán los afiliados permanecerán, igual que hasta ahora, en cuentas de capitalización individual que en adelante estarán registradas en el APA y no en las AFP. Por defecto, esos dineros serán asignados al nuevo Inversor de Pensiones Público Autónomo (IPPA), el organismo que también será el único gestor del 6% extra. Los afiliados, sin embargo, podrán optar por dejar su 10,5% en manos de los nuevos Inversores de Pensiones Privados (IPP), entidades a las que podrán reconvertirse las actuales AFP.

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El stock actual, cercano a los US$ 150 mil millones, quedará por defecto en los actuales administradores: las AFP, pero los afiliados podrán pedir que sean administrados por el inversor público creado para gestionar los dineros. Como esos fondos ya pagaron una comisión -un porcentaje del salario de los cotizantes que garantizaba la administración de por vida-, la reforma diseñará un mecanismo de pago por saldos, pero creará además una suerte de “escalera de descuentos” que permitirá reducir esas nuevas comisiones hasta compensar lo ya pagado. “La idea no es que la gente pague dos veces”, dicen en el Ejecutivo.

Los seis puntos adicionales serán administrados única y exclusivamente por el IPPA, pero serán contabilizados en cuentas nocionales de los afiliados. Con estas cotizaciones se creará el denominado Fondo Integrado de Pensiones, que llevará un registro personal en la cuenta del seguro social del afiliado. “En esta se indicará el monto total de dinero que cada afiliado tiene registrado en el Seguro Social, el cual se descompone en el dinero que le corresponde ser registrado en su cuenta de acuerdo a las cotizaciones del 6% realizadas por su empleador, más los montos de los otros beneficios que establece la ley que le correspondan y la rentabilidad del periodo que ha obtenido cada persona”, explica una minuta del Ejecutivo sobre la reforma.

Es decir, cada afiliado tendrá una cuenta de capitalización individual y una cuenta de seguro social que complementará su pensión.

Ejemplos de alza de pensiones

En la cadena nacional, el Presidente entregó ejemplos concretos sobre cómo mejorarían las pensiones con esta reforma, para personas que cotizaron la mitad de su vida laboral con un sueldo de $400 mil. En ese caso, hoy una mujer recibe una pensión de $257 mil, mientras que para un hombre su pensión actual es de $268 mil. “De ser aprobada esta reforma, las pensiones de ambos superarán inmediatamente los $390 mil”, explicó.

Esto significa que aumentaría en más de $124 mil para el hombre, o un 46%; y significan $134 mil adicionales para una mujer, o sea un 52% más. “Reitero, para que quede claro, pasarían de una pensión de $260 mil a una de $390 mil”, detalló.

El Presidente también recalcó que este nuevo sistema “reconocerá el esfuerzo de personas como las profesoras y los profesores, que han cotizado toda su vida de trabajo para terminar recibiendo pensiones que están muy por debajo de su sueldo”.

Y ahí puso otro ejemplo: “una profesora de educación media que ha cotizado el 80% de su vida laboral con un salario de $960 mil, hoy tiene una pensión, y lo saben muchas profesoras a lo largo de Chile, que no supera los $438 mil. Esto es menos de la mitad de su sueldo. Con esta reforma su trabajo será reconocido y su pensión será casi de $635 mil, un 45% más que la actual: se premian de esta manera sus años cotizados y se compensa por la discriminación de género que reducía aún más su pensión. Reitero, en este caso, se pasa de $438 mil a $635 mil”, finalizó.

Con todo, el Presidente invitó “a todos los actores de esta discusión, parlamentarios, empresarios, a las AFP, a los trabajadores y trabajadoras, a las organizaciones, a alimentar un debate que ponga en el centro a las personas, a quienes nos están viendo hoy en la casa, y sus necesidades. Hago un llamado directo a legislar con responsabilidad y diálogo, pero sin dilaciones. En este proyecto se juega una mejor calidad de vida de las personas ahora mismo, especialmente de las personas mayores que ya han esperado demasiado”.

Finalizó su discurso diciendo que “hoy anunciamos una reforma que cambiará para bien la vida de las personas en todos los rincones de nuestro país. Es lo justo, es lo que debemos hacer y esperamos que todos los sectores políticos estemos a la altura. Espero que, así como en el pasado hemos visto división, hoy seamos capaces de construir un consenso que beneficie a todas las chilenas y chilenos, veamos unidad, empatía, sentido de justicia y cariño por Chile”.

Los otros cambios

Uno de los motivos por los cuales la cotización individual sube de 10% a 10,5%, es porque “se reemplaza el cobro de comisión sobre el salario a una comisión sobre el saldo gestionado. Esto permitirá un mejor alineamiento de intereses entre inversores y afiliados”, dice la minuta del gobierno.

Eso sí, ello no se traducirá en un menor sueldo líquido para el trabajador, y al contrario, el gobierno explica en dicho documento, que “actualmente, la comisión promedio es de 1,14% del ingreso imponible del trabajador, siendo el aporte total promedio (sumando cotización y comisión) del 11,14% del ingreso imponible. Dado que se cobrará sobre saldo administrado, el aporte total de cada trabajador bajará de 11,14% a 10%. Para aprovechar este ahorro y contribuir a generar mejores pensiones”, es que proponen un aumento de la cotización obligatoria a la cuenta individual de 10% a 10,5%”.

Orto de los cambios que trae el proyecto, es que se reemplazan los actuales multifondos por fondos generacionales, donde “los afiliados serán asignados a un fondo según su edad, siguiendo un régimen de inversión de largo plazo que va volviéndose más conservador a medida que sus afiliados se acercan a la edad de retiro, potenciando con ello la rentabilidad individual”, dice la minuta.

Asimismo, el gobierno propone reemplazar el retiro programado por renta vitalicia, eliminando la primera de estas modalidades, ya que a juicio del Ejecutivo, la renta vitalicia “es una modalidad que garantiza una pensión mensual estable en términos reales (fija en UF), de tal forma que protege a las personas de los riesgos de longevidad, rentabilidad e inflación”, puntualiza el documento.

También menciona que “el afiliado podrá escoger entre dos opciones: renta vitalicia con herencia, que permite heredar pero entrega una menor pensión, o renta vitalicia simple sin herencia, que entrega una pensión más alta. Al igual que ahora, el derecho a la herencia existirá siempre que no haya beneficiarios de la pensión de sobrevivencia”.

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