La comisión de Hacienda del Senado dio luz verde en general al proyecto de Reforma Tributaria, luego que el Ejecutivo ingresara un documento de casi 100 páginas con indicaciones y un nuevo Informe Financiero en los que dio cuenta del acuerdo alcanzado con el titular de la cartera Ignacio Briones para destrabar la iniciativa, que entre otras cosas, desecha completamente la reintegración del sistema tributario.
Las indicaciones contemplan entre otras disposiciones una sobretasa a las contribuciones de las propiedades cuyo avalúo fiscal sea superior a los $400 millones y que afecta –según el documento- en torno a los 29 mil propietarios de bienes raíces-, el alza a 40% del Impuesto Global Complementario para las rentas superiores a $15 millones, la regulación del cobro de patente municipal a las sociedades de inversión, la eliminación de los pagos provisionales por utilidades absorbidas (PPUA) a partir de 2024, cambios en la regulación de los Fondos de Inversión (FIP) y las indicaciones que ya figuraban en el proyecto original como la limitación del uso de market maker, un régimen pyme de integración total a partir de ventas anuales de hasta 75 mil UF y la rebaja de las contribuciones para los adultos mayores más vulnerables.
En el nuevo Informe Financiero en tanto, se estima para 2020 una recaudación de US$ 398 millones, para 2021 de US$ 1.117 millones, en 2022 alcanzará los US$ 1.327 millones, y tendrá su máxima recaudación en 2023 con US$ 2.603 millones. Para el año siguiente, en tanto, la reforma alcanzará los US$ 2.567 millones y en régimen, se estabilizará en US$ 2.204 millones.
Asimismo, se mantiene como la mayor fuente de recaudación la boleta electrónica obligatoria, con US$ 934 millones en ingresos, estimación que fue defendida por el ministro Briones en la presentación de las indicaciones. En tanto, mantener el sistema semi integrado para las grandes empresas y aumentar a 40% el tramo más alto del Global Complementario incorporará US$285 millones por año a las arcas públicas.
Pese a la aprobación, la discusión con los senadores giró en torno a la necesidad de trabajar en una reforma tributaria de más largo alcance que permita abordar los desafíos de la Agenda Social de mediano plazo. De hecho, el senador Carlos Montes (PS) insistió en una propuesta que incorpora un impuesto transitorio (por una vez) a los más altos patrimonios o "superricos" y eliminación de exenciones y advirtió al titular de Hacienda que estos temas reflotarán cuando el proyecto se analice en particular y en la Cámara de Diputados.
Con esto, el proyecto inicia su discusión en particular.