La discusión tributaria se retomará en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados este martes 2 de agosto. Si bien en la primera sesión se abordó principalmente la temática de evasión y elusión, se espera que se avance en los cambios al impuesto a la renta. Uno de ellos es la modificación del impuesto a las personas. Según lo que se ha explicado, los ingresos del trabajo mantendrán su estructura progresiva, con tasas crecientes a medida que aumenta el ingreso y donde la reforma del gobierno elevó los cobros en los cuatro tramos más altos.
Así, subirán las tasas marginales de las personas que obtienen ingresos imponibles mensuales de más de $ 4 millones y la tasa máxima pasa del 40% al 43%. Específicamente, para quien esté en el tramo con una renta de entre $ 4 millones y $ 5,1 millones, la tasa efectiva subirá del 23% al 26%. Por su parte, las rentas superiores a los $ 8 millones pagarán una tasa marginal del 43%, pero su tasa efectiva pasará del 25,9% al 30,95%.
Según las cifras más recientes del Servicio de Impuestos Internos (SII), en 2020 eran 209.000 contribuyentes los que ganaban más de $ 4 millones.
Con este esquema, según lo que ha señalado Hacienda, más del 97% de los contribuyentes mantendrá su carga tributaria actual, incluyendo al 75% de personas que se encuentran en el tramo exento del impuesto a la renta. De esta manera, solo el 3% de las personas deberá pagar más tributos.
Y de acuerdo con cálculos de Deloitte así será, ya que la mayor recarga impositiva se la llevarán las personas que están en el último tramo, esto es el del 43%. Hugo Hurtado, socio Tax & Legal y BPS de Deloitte, afirma que “una persona que se encuentre en el tramo entre los $ 8,1 millones y los $ 18 millones tendrá un incremento en la carga impositiva mensual de hasta $ 994.000. Esto es, hasta $ 11,9 millones al año”. Por ejemplo, ejemplifica que “una persona con ingresos de $ 15 millones al mes tendrá un alza del 8% en la tasa del Impuesto Global Complementario, lo que se traduce en un incremento de $ 750.000 mensuales o $ 9 millones anuales, y tendrá un incremento en la tasa efectiva máxima del 5,51%”. Así, en total, esta persona pasará de pagar $ 3.891.657 a $ 4.641.982 en este impuesto al mes, y en términos anuales su pago pasará de $ 46.699.880 a $ 55.703.783.
Otra forma de cuantificarlo es mencionar que cuatro meses de ingresos laborales de estas personas se destinarán al pago de impuestos. Hoy, sin reforma, son 3,1 meses.
Como contrapartida, Hurtado explica que una persona que se encuentre en el tramo entre los $ 4,077 millones y los $ 5,2 millones tendrá un incremento en la carga impositiva mensual de hasta $ 35.000. Esto es, $ 419.000 al año.
Así, por ejemplo, un trabajador con ingresos de $ 5 millones reflejará un alza del 3% en la tasa del Impuesto Global Complementario, lo que se traduce en un incremento de $ 27,6 mil mensuales o $ 332 mil anuales. Su tasa efectiva máxima sube un 0,55%.
Ahora, en los tramos medios altos, Hurtado puntualiza que una persona que se encuentre entre los $ 5,2 millones y los $ 6,4 millones, tendrá un incremento en la carga impositiva mensual de hasta $ 88.000, lo que se traduce en $ 1 millón al año. En este caso, alguien con ingresos de $ 6 millones experimentará un alza del 4,6% en su tasa de impuestos, lo que se traduce en un incremento de $ 70.000 mensuales u $ 838.000 anuales. Por su parte, si una persona se ubica en el tramo entre $ 6,4 millones y $ 6,9 millones, tendrá un aumento en la carga impositiva mensual de hasta $ 144.000, lo que se traduce en un incremento de $ 1,7 millones anuales.
Para Hurtado, esta forma de subir los tramos del impuesto a las personas “no recaudará tanto, porque son muy pocas personas las que están en esos tramos, pero se golpea harto. Si bien no hay problema en que este segmento pague más, el inconveniente es que no recaudará. Si partiéramos más abajo, en personas que ganen $ 2 millones, quizá ahí hay un cambio mayor en la recaudación, porque hay más contribuyentes en ese tramo”.
Hurtado menciona que Chile recauda un 2% del PIB con impuestos personales y los países de la Ocde un 8%. Con este cambio, el país subirá en un 0,2% del PIB, es decir, quedará en el 2,2% del PIB.
Javier Jaque, socio Consultoría Tributaria CCL TAX, critica el mensaje que se quiere enviar con esta estructura impositiva: “El mensaje queda un poco equivocado, en el sentido de quién es el que está pagando la cuenta, porque probablemente no son los grandes capitales, sino que los profesionales de clase media-alta, pero ellos viven de una renta y si dejan de trabajar no pueden vivir. No lo terminan pagando los grandes empresarios del país”.
Jaque argumenta que este es un tema que se debería reformular y según afirma “es algo que se está conversando en la discusión política. Entiendo que se pueden abrir espacios de negociación para abordar tanto este tema como la eliminación de la exención del DFL2″.
Marcela Silva, directora del Área Tributaria de Grupo Vial, acota que “si bien en principio pareciera más contributivo el hecho de que a las personas de más altas rentas les aumente su tasa de impuesto global complementario, esta medida debiese ir aparejada de beneficios a poder rebajar gastos asociados a, por ejemplo, colegio, gastos de crianza u otros, con ciertos topes y límites de monto, edad o número de hijos, tal como se propone con la rebaja del arrendamiento y los gastos de cuidado, elementos que deberían considerarse para su aporte fiscal”.P