En septiembre de este año comenzó a regir el Reglamento sobre Eficiencia Energética. La normativa contempla identificar a los grandes consumidores de energía o CCGE (Consumidores con Capacidad de Gestión de Energía), quienes alcanzan más de 50Tcal (teracalorías) anuales. Para definir quiénes están en ese grupo, deberán reportar en forma obligatoria su consumo al Balance Nacional de Energía (BNE) antes del 13 de diciembre, las empresas con 200 trabajadores o más contratados y/o las que tengan ingresos anuales por ventas o servicios superior a 1.000.000 UF.

Se espera que el primer trimestre de 2023 el Ministerio de Energía publique el listado de aquellas empresas que deberán implementar los Sistemas de Gestión de Energía (SGE) y posteriormente, la Superintendencia de Energía y Combustible fiscalizará el cumplimento.

Según el último informe del BNE, el sector que tiene los consumos energéticos más altos es Transporte (95.000Tcal), seguido por Minería (50.000Tcal) y luego el rubro Industrias, papel y celulosa, (24.000Tcal). Si bien el próximo año se determinará oficialmente el consumo de energía de las empresas, fuentes cercanas al proceso indican que los mayores consumidores serían ocho empresas mineras y dos productoras de cemento.

La Ley de Eficiencia Energética, dentro de la cual está dicho reglamento, apunta a promover un mejor uso de la energía, trayendo beneficios ambientales y económicos, y así poder reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y lograr las metas al 2030 para llegar a la carbono neutralidad el 2050. Para ello, las empresas y organismos públicos deberán declarar los consumos y someterse a un constante análisis energético en sus procesos y, las de mayor consumo, deberán implementar un SGE basado en la Norma ISO 50.001.

Desde la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) señalan que “es un hito que se esperaba con grandes expectativas”. Según Mariano Corral, superintendente (s) de esta entidad, con la implementación de los SGE, al interior de las empresas se establecerán metas y políticas energéticas, lo que implicará una reducción de los consumos.

Además, indican que han trabajado de manera conjunta con el Ministerio de Energía, en la elaboración, implementación y la futura puesta en marcha de los distintos procedimientos y protocolos, que serán la base para el modelo de fiscalización de la implementación de los SGE en los grandes consumidores, así como en la difusión hacia los actores relevantes de esta normativa. “Nuestro objetivo es llegar a las empresas, para que cumplan de la mejor forma esta obligación”, afirma Corral.

El impacto que podría tener la normativa en términos de reducción de emisiones aún no está determinado, porque “hay muchos factores que considerar. Sin embargo, de acuerdo con los datos disponibles por parte de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE), la implementación de un SGE podría beneficiar a su organización con una mejora en sus consumos, cercana al 3% por planta, que es un número interesante y podría extrapolarse a una realidad nacional”, cuenta el superintentende (s).

El ahorro en los costos energéticos de las empresas y otras instituciones podría mover la aguja en términos de gastos, como lo explica Juan Pablo Payero, jefe del área de industria y mercados para la eficiencia energética y cambio climático de la AgenciaSE. “Para una empresa que tiene un consumo de 50Tcal al año, estamos hablando de más de $2 mil millones de costos energéticos al año. Con los SGE hemos identificado ahorros, en promedio, del orden del 3,5% al año. Y esos ahorros energéticos también representan importantes reducciones de gases invernadero. De ahí la importancia de los sistemas de gestión”, detalla.

Coincide, Fernando Pinto, gerente general de Asgreen, empresa de asesorías en sustentabilidad, señalando que “la eficiencia energética permite reducir gastos que van del 5% al 25% si se aplica de manera sistemática, realizando inversiones de mejora, junto con aumentar la competitividad de la empresa y mejorar la imagen corporativa ante sus stakeholders”.

Para Michel de Laire, gerente general de Task Energy, empresa de ingeniería y consultoría para el sector energético, industrial y minero, el foco para el 2023 será el cumplimiento de la Ley 21.305 de Eficiencia energética y su reglamento. “Vemos que en el sector ya hay un gran interés por estar a la altura de la ley. Estamos haciendo capacitaciones de lo que serán los SGE y realizando auditorías energéticas para conocer los consumos al interior de las empresas “, cuenta el especialista.

Corral, en tanto, agrega que desde la SEC están enfocados en gestionar la información relevante de los SGE, “para obtener datos precisos y confiables, y que serán fundamentales para que el ministerio pueda elaborar un reporte público en que se dé cuenta de los avances y proyecciones de consumo y eficiencia energética, buenas prácticas y casos de éxito que traerá consigo esta normativa”.

El 13 de diciembre se cumple un hito relevante de la ley. Con esta información el Ministerio de Energía entregará el informe de los resultados de los reportes de las empresas y se conocerán los nombres de quiénes son los grandes consumidores que deberán implementar un SGE en un plazo de 12 meses.