La tecnología está cambiando todas las industrias de manera importante, y en muchos casos la regulación está quedando atrás. Un ejemplo de ello es el sector de las fintech, que son instituciones de tecnología financiera.
De acuerdo con una publicación de este medio, fueron US$1.800 millones los que transaron durante 2017 las 15 firmas que integraban la Asociación Fintech a diciembre. Una de ellas es la plataforma de crowdfunding Cumplo, que actualmente se posiciona como la más grande de su tipo en el país, seguida por RedCapital en el mismo rubro. Con todo, según cifras de Finnovista, al cierre del año pasado eran 75 las empresas fintech en Chile, donde el mayor número de plataformas se concentraba en el segmento de "pagos y remesas", con 23 firmas.
Este crecimiento también se da con tecnologías como el blockchain, que es la base, por ejemplo, de las criptomonedas. Todo este fuerte crecimiento se ha dado sin un avance similar en materia regulatoria en Chile, lo que genera un vacío importante que hace desigual la competencia con las distintas industrias tradicionales, así como también incertidumbre respecto de la estabilidad de estos sectores.
Por ello, las palabras de la coordinadora de Mercado de Capitales del Ministerio de Hacienda, Catherine Tornel, son positivas. La semana pasada anunció que la cartera, "en conjunto con las otras autoridades financieras que conforman el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), trabajarán en una regulación para fintech en general, que no sólo incluirá un marco para criptomonedas, sino que también otras fintech, como por ejemplo crowdfunding".
No se trata de frenar el avance de las tecnologías y su aplicación en las distintas industrias, sino todo lo contrario. Contar con una buena regulación permitirá que las instituciones de tecnología financiera puedan desarrollarse y competir en igualdad de condiciones con los sectores tradicionales.