El oligarca Román Abramóvich, propietario del Chelsea FC, que recientemente puso en venta, figura entre siete ciudadanos rusos sumados el jueves por el gobierno británico a su lista de sancionados como reacción a la invasión de Ucrania por las tropas de Vladimir Putin.
“Los oligarcas y los cleptócratas no tienen cabida en nuestra economía ni en nuestra sociedad. Con sus estrechos vínculos con Putin, son cómplices de su agresión”, afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Estas sanciones implican congelación de haberes, la prohibición de realizar transacciones con particulares y empresas británicas y una prohibición de viajar.
“En vista del importante impacto que las sanciones de hoy tendrían en el Chelsea Football Club y de las posibles repercusiones, el gobierno ha publicado esta mañana una licencia para permitir que una serie de actividades relacionadas con el fútbol continúen en el Chelsea”, precisó el ejecutivo en un comunicado.
“Esto incluye permisos para que el club siga jugando partidos y otras actividades relacionadas con el fútbol, lo que a su vez protegerá a la Premier League, a la pirámide futbolística en general, a los fieles seguidores y a otros clubes”, añadió.
Las sanciones conciernen también al exsocio comercial de Abramóvich, Oleg Deripaska, al director general de Rosneft, Igor Sechin, y al jefe de Gazprom, Alexei Miller, entre otros.
Completan la lista los directivos del banco VTB, Andrei Kostin, la empresa de distribución de hidrocarburos Transneft,, Nikolai Tokarev, y el Banco Rossiya, Dmitri Lebedev.
No está claro qué implicaciones tiene exactamente la media en la capacidad de Abramóvich para vender el club de fútbol a un particular o empresa que no se encuentre en el Reino Unido.