En Chile viven actualmente casi 1,5 millones de inmigrantes. De ellos, 996 mil tienen empleo formal o informal de acuerdo a los datos del INE, lo que refleja que la mayoría de las personas que llegan al país lo hacen por motivos laborales. De hecho, de acuerdo a cifras del Servicio Nacional de Migraciones, el año pasado se entregaron 242.454 visas laborales.
Ese número, si bien representa un alza de 127% en comparación a 2021, cuando se visaron 106.470 permisos, el número todavía se ubica por debajo de los niveles de prepandemia: en 2019, por ejemplo, se entregaron 312.760 y en 2018 se llegó al peak de 432.100 visas para trabajar.
Así como buena parte de los extranjeros que arriba al país lo hace en búsqueda de oportunidades de trabajo, un porcentaje de los ingresos que reciben luego lo envían a sus países de origen. Eso se ve reflejado en las cifras que anualmente publica el Banco Central (BC), las que muestran que en 2022 se enviaron al exterior US$2.366 millones por este concepto de remesas. Este total representa una caída de 23% en comparación a 2021, año en que las remesas alcanzaron un peak de US$3.054 millones. No obstante, si se compara con el resto de los años, 2022 de todos modos registra el segundo mayor monto histórico.
Los expertos afirman que las elevadas remesas de 2021 se debieron a los ingresos extraordinarios que tuvieron las personas por la mayor liquidez que hubo en la economía, debido a los retiros de los fondos de pensiones, el Ingreso Familiar de Emergencia y el mayor crecimiento económico. Por eso, ven como natural que el monto de 2022 retrocediera en relación al año previo.
“Esto responde en parte al debilitamiento del mercado laboral de los extranjeros. El 2022 se registró un importante aumento de la tasa de ocupación informal respecto a 2021 en este segmento y, en promedio, en los empleos informales se obtienen ingresos bastante menores a los que se logran en un empleo formal”, sostiene el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, quien además afirma que “el efecto de la mayor inflación y la depreciación del tipo de cambio en 2022 repercutieron negativamente sobre los montos de remesas que podían enviar al extranjero”.
Carolina Stefoni, académica de la universidad de Tarapacá e investigadora del COES, acota que puede tener varias explicaciones. Lo primero es que en 2021 subió bastante, ya que, pese a la pandemia, los inmigrantes mantuvieron el empleo, situación que el año pasado fue cambiando paulatinamente, aunque mantuvieron montos importantes. Para Stefoni, también influyó el precio del dólar.
No obstante, pese a que el monto de 2022 es menor al de 2021, el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, señala que “la cifra de remesas de 2022 refleja que, más allá de la comparación con años anteriores, el envío de recursos al exterior es muy importante, reconociendo una población inmigrante en Chile que tiene ya un peso significativo”.
Lehmann explica que la caída en el monto responde a dos factores principales. “El primero tiene que ver con una inflación muy alta en 2022, especialmente del lado de precios de alimentos, que llevó a que el gasto de los inmigrantes en Chile haya sido mayor que en años anteriores, dejando menos holguras para remesas”. Y el segundo se debe a que “el alza muy significativa en el tipo de cambio hizo que las remesas medidas en dólares se vieran fuertemente disminuidas”.
Mercado laboral extranjero
La tasa de desempleo de extranjeros en el último año ha subido en 1,6 puntos porcentuales (pp) y la tasa de ocupación informal de este segmento ha registrado un aumento anual de 3,5 pp, ubicándose actualmente en una cifra récord de 32,2% en el trimestre diciembre 2022-febrero 2023. Ello se debe a que se está destruyendo empleo formal y ha aumentado el empleo informal de este grupo.
Al desagregar por países, Venezuela es el que tiene la mayor cantidad de extranjeros ocupados en el trimestre terminado en febrero. Según información de la base de datos de la Encuesta de Empleo del INE, estos totalizaron 476.451, es decir casi la mitad de todos los ocupados extranjeros. De ese total, 150.890 son informales, lo que equivale a una tasa de 32%.
Más atrás, los peruanos son los segundos con mayor cantidad de ocupados en Chile, con 149.262. De ellos, 45.442 son informales. En la tercera ubicación están los colombianos, que alcanzan los 126.447 con 44.865 informales.
El alza de la tasa de ocupación informal en el último año ocurre en las cinco comunidades de mayor peso en el empleo extranjero. Así, entre los venezolanos la tasa de ocupación informal ha escalado del 28,3% al 31,7%; entre los peruanos, del 29,1% al 30,4%; entre los bolivianos, del 46,8% al 50,2%; entre los colombianos, del 20,3% al 35,5%; y entre los haitianos, del 24,8% al 26,3%.