Remuneraciones reales completan un año de caídas y masa salarial anota su menor avance desde abril de 2021

La inflación y el menor ritmo en la creación de empleo está generando mermas en el poder adquisitivo de las personas. En el trimestre móvil julio-septiembre se perdieron 18.975 plazas laborales en relación al trimestre móvil anterior, ajustado por estacionalidad.

Por otro lado, si bien la inflación comenzó a ceder, situándose en 13,7% en septiembre y ahora en la medición correspondiente a octubre se espera que se acerque a 13%, sus niveles siguen siendo los más altos en 30 años.

Todo esto tiene repercusiones directas en el ingreso de las personas, ya que el alza de sus salarios es menor al incremento de la inflación. Así, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Remuneraciones Reales, que descuenta la variación de la inflación, registró una nueva caída de 2,3% en septiembre. Si bien se desaceleró su descenso, completó un año de retrocesos. A su vez, en lo que va de 2022, las remuneraciones reales acumulan una baja de 2,2%, mientras que el indicador con ajuste estacional, tuvo una disminución de 0,2% en septiembre respecto a agosto.

Este complejo cuadro macroeconómico queda de manifiesto también en la desaceleración que está registrando la masa salarial (creación de empleos más remuneraciones) . De acuerdo a cálculos del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), los ingresos del trabajo registraron en septiembre su menor crecimiento desde abril de 2021, anotando una variación de 4%.

Según explica el economista del OCEC-UDP, Juan Ortiz, “el aumento obedece fundamentalmente al incremento que aún se observa en términos anuales para el empleo asalariado, que en el mismo periodo se expandió 6,3%, siendo esta cifra la más baja desde enero de este año, donde la baja base de comparación explica en parte el dinamismo de la serie en términos anuales”.

El economista precisa que “el menor dinamismo en la creación de empleo se observa cuando se evalúa el aumento mes a mes, registrando una variación mensual menor al 1% a lo largo del año, cayendo 0,5% en comparación al trimestre móvil terminado en septiembre”.

Ortiz sostiene que el efecto inflacionario diluye el crecimiento de los salarios nominales, fenómeno que se ha acrecentado en 2022. “En términos mensuales, desde febrero el índice se ha reducido respecto al mes previo”, dice. En ese sentido, subraya que “en este escenario de menor dinamismo del empleo asalariado y caída del índice de remuneraciones, la masa salarial seguirá debilitándose a lo largo de lo que queda del año, en medio de un escenario macroeconómico mucho menos auspicioso, donde la caída anual del Imacec y el efecto rezagado en la creación de empleo llevará a una menor expansión del empleo asalariado, mientras que la inflación se mantendrá aun sobre dos dígitos por varios meses más”.

En tanto, el Índice Nominal de Remuneraciones (IR), que sí incluye la variación de la inflación, subió 11,2% en doce meses en septiembre, mientras que el Costo de la Mano de Obra (ICMO) aumentó 10,7%.

Por sector económico, Comercio, Industria Manufacturera, Construcción y Minería consignaron las mayores incidencias anuales positivas en ambos indicadores.

Las empresas grandes tuvieron las mayores alzas interanuales: 11,8% en el IR y 11,4% en el ICMO, seguidas por las medianas (10,2% en el IR y 9,4% en el ICMO) y las pequeñas (10,0% en el IR y 9,3% en el ICMO).

En doce meses, las horas totales medias mostraron un alza de 1,9%, las horas ordinarias se incrementaron en un 1,6%, mientras que las horas extraordinarias aumentaron un 10,3% en el período.

Finalmente, la remuneración media por hora ordinaria se situó en $6.030. Para las mujeres, el valor alcanzó $5.744, y para los hombres, $6.279.