"Me quería retirar, pero el Presidente de EE.UU. nos golpeó y tuve que volver", asegura Ren Zhengfei, CEO mundial de Huawei, quien ahora se concentra en las relaciones públicas de la empresa, ofreciendo -por ejemplo- su primera entrevista a medios de habla hispana, entre ellos Pulso. Es mucho lo que le ha tocado aclarar a quien fundó la firma hace poco más de tres décadas. En medio de la guerra comercial, la administración de Donald Trump acusó a Huawei de tener puertas traseras en sus sistemas, para ofrecer información de sus clientes a la inteligencia de China, mientras advertía a América Latina de la "corrosiva" inversión del gigante asiático en la región.
En ese marco, Ren no solo recalca que los ataques de Washington carecen de pruebas, sino que entrega una visión crítica del rol que han tenido los estadounidenses en nuestra región, en contraste con lo que pretenderían hacer los negocios de su país con sus inversiones.
Particularmente, a Huawei la ve aportando en algo que considera clave para el progreso regional; el desarrollo de la inteligencia artificial sobre la base de la red 5G. Respecto de esta última, desde la compañía comentan que ya son siete los contratos que han cerrado en América Latina, de un total de 60 alrededor del mundo (la mitad de ellos firmados tras su inclusión en la lista negra de EE.UU.).
De esta manera, Ren reafirma el compromiso de la gigante de telecomunicaciones china con esta parte del mundo, donde sigue con especial atención las ambiciones tecnológicas chilenas, las cuales -a su juicio- están apuntando en la dirección correcta.
Chile quiere liderar los esfuerzos de conectividad entre Sudamérica y Asia y estar a la vanguardia del desarrollo de la 5G en la región. ¿Cómo le gustaría a Huawei involucrarse en esos proyectos?
-Asia es una región muy poblada, con una enorme demanda, por lo tanto, una conexión directa beneficiará en gran medida el crecimiento económico de Chile. Es como si tuviéramos una ruta directa de transporte entre los dos países. Vamos a ser proveedores para competir con otras empresas del sector, si ustedes confían en Huawei podemos hacerlo lo mejor posible, ofreciéndole los mejores productos del mundo. El Presidente Piñera ha propuesto el desarrollo de una matriz digital que ofrecerá una plataforma para el desarrollo de la inteligencia artificial en Chile. El de ustedes se trata de un país muy extenso, con muy poca población y con muchísimos recursos, precisamente por eso es el lugar que más necesita de la inteligencia artificial.
¿Cómo Chile podría beneficiarse de la IA desarrollada por Huawei?
-Voy a poner un ejemplo muy claro para toda América Latina. Tenemos un internet de res, es decir, instalamos sensores en las vacas para conectarlas, de tal forma que podemos conocer a través de estos sensores cuál es el mejor momento para sacar leche. A través de esta tecnología, los experimentos nos demuestran que cada vaca puede incrementar 156 yuanes su producción de leche. Y, claro, los operadores de telecomunicaciones tienen que llevarse unos 20 yuanes. También tenemos equipos para que la minería funcione sin la intervención humana. La red 5G ofrece una latencia muy baja, menor a milisegundos, así que nos permite una sincronización total entre el equipo y el lugar. Vemos en el futuro tanto granjas como minas autónomas.
¿Será fuerte el impacto de esa inteligencia artificial en el mercado laboral?
-La inteligencia artificial va a mejorar la productividad del sector industrial y se necesitará de menos trabajadores. No vamos a tener tantas disputas sindicales y se va a acelerar el desarrollo de las industrias. Hay quienes dirán que no se pueden dejar de lado los derechos laborales. Pero hay que tener en cuenta que la inteligencia artificial creará tanta riqueza, que será suficiente para repartirla entre todos. Los despidos serán mucho más decentes, los empleados no necesitarán seguir trabajando y podrán dedicarse a bailar samba, jugar fútbol... El arte y el deporte no son reemplazables por la inteligencia artificial.
Este año, precisamente en Santiago, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, advirtió que cuando "China hace negocios en lugares como América Latina, a menudo inyecta capital corrosivo en las venas económicas". ¿Qué opina considerando que Huawei es una de las empresas chinas con negocios en la región?
-Hay un concepto muy conocido en América Latina, que se conoce como la trampa de los ingresos medios. Eso es el resultado de la llamada Doctrina Monroe de Estados Unidos. América Latina durante muchos años ha sido el patio trasero de EE.UU., porque ellos quieren controlar la región. Pero con China su soberanía no se ve afectada, porque los chinos no interferimos en asuntos internos. Por el contrario, a mi juicio, la inversión china en América Latina puede servir como escalera para salir de la trampa de ingresos medios. Tengo confianza en América Latina, tiene muchos atributos y particularmente sus productos agrícolas tienen mucho potencial en el mercado chino. Si ustedes pueden avanzar en el aprovechamiento de sus recursos, seguramente van a tener un gran desarrollo. De hecho, recuerdo que la primera vez que visité Chile me preguntaron si quería comprar un pedazo de tierra para instalarme ahí, y en realidad he estado pensando en eso, porque es una tierra muy bonita.
Pese a las declaraciones de Pompeo, posteriormente el Presidente Sebastián Piñera se reunió con ejecutivos de la empresa. ¿Qué lectura hace al respecto?
-Estoy de acuerdo con él. Cada uno de los países tiene que defender su soberanía nacional y debe actuar en función de sus propios intereses nacionales, en lugar de las diferencias ideológicas o lo que digan otros países. Dicho eso, quiero destacar que Huawei de ninguna manera va a interferir en los asuntos internos de los países. Somos una empresa y como tal queremos ofrecer los mejores productos y servicios, ofreciendo a las compañías las plataformas y soluciones para que puedan tener un mejor desarrollo.
Ante los cuestionamientos de EE.UU., ¿no sería una buena idea abrir Huawei a Bolsa para despejar las dudas?
-Huawei es una empresa nacida en tierras de China y por supuesto tiene que cumplir con las leyes chinas. También es una empresa internacional y cumple estrictamente todas las leyes de los países en los que opera, y también los derechos internacionales. La muestra de que es una buena empresa son los resultados y las acciones que tomamos, no necesariamente la cotización pública en la Bolsa.
¿Puede ser Huawei una empresa totalmente independiente del Partido Comunista Chino?
-Sí. Aquí en China podemos ser totalmente independientes en términos de gestión empresarial. La ley nos ha conferido este estatus para ser independientes.
¿Qué análisis hace de la guerra comercial y quién cree que la ganará?
-En primer lugar, no entiendo por qué China y EE.UU. entran en una guerra comercial. No sé si ahora está un poco arrepentido quien desató esta guerra, tampoco tengo claro si tiene confianza en que su país será el ganador. No tengo idea. Tenemos ventas cero en EE.UU., así que desde ese punto de vista tampoco nos importa.
A propósito del conflicto entre EE.UU. y China sobre la supremacía digital, se teme que se levante una suerte de Muro de Berlín entre Oriente y Occidente. ¿Advierte ese riesgo?
-El Muro de Berlín tenía que ver con la fuerza dura. Era un mundo dominado por las Fuerzas Armadas, donde se pueden hacer divisiones, pero hoy estamos en un mundo digital y no hay muros que realmente puedan separar dos regiones. Además, si esa separación llegara a hacerse realidad sería especialmente inoportuna para EE.UU. Las empresas tecnológicas estadounidenses son las líderes a nivel mundial, y si no pudieran comercializar sus productos y servicios en otro bloque enfrentarían también grandes pérdidas, sus resultados financieros serían peores. Además, en el otro bloque, prohibidas las empresas norteamericanas, surgirían otras que las reemplazarían. Sin embargo, hoy tenemos acceso a los artículos científicos, por eso yo creo que en gran medida compartimos la misma base de ciencia y tecnología. No es posible hacer la división de esos conocimientos. Solo se han creado nuevos rivales para las empresas de EE.UU. La competencia será más férrea, los precios bajarán, la calidad mejorará..., pero el mundo no se va a dividir en dos bloques.
¿Qué planes tiene la empresa si se complica la situación con EE.UU. y sus relaciones con las empresas de ese país enfrentan más obstáculos?
-Para partir, hay que señalar que Huawei es una empresa pobre. Me refiero específicamente a que no cuenta con fondos de reservas como los de las empresas norteamericanas. Fabricar un procesador de las computadoras es un proceso muy complicado y para eso están el gigante norteamericano Intel y otras empresas. Pero Huawei, siendo una empresa no tan rica como sus pares norteamericanas, ha sido capaz de desarrollar sus propios chips y su propia inteligencia artificial. Es en base a esto que puedo decir que sin Google podríamos seguir ofreciendo a las mejores soluciones tecnológicas para nuestros clientes. Pero quiero destacar que la intención de Huawei no es excluir a nuestros socios norteamericanos. Seguimos comprando a las empresas estadounidenses piezas y componentes en grandes cantidades, porque el desarrollo propio de eso no está en nuestra estrategia de largo plazo.