Renault recortó su guía de ingresos para 2019 y redujo su pronóstico de rentabilidad, citando dificultades en mercados como Turquía y Argentina a medida que los fabricantes de automóviles luchan con una caída generalizada en las ventas de automóviles.

Renault, que acaba de reajustar a su alta dirección mientras intenta trazar una línea luego del escándalo que rodea al ex jefe, Carlos Ghosn, dijo que las ventas probablemente caerán entre 3% y 4% este año.

En julio, Renault ya había abandonado la promesa de aumentar los ingresos antes de los efectos de la moneda en 2019, diciendo que esperaba que las ventas se acercaran al año anterior, justo cuando los rivales en toda la industria emitieron una serie de advertencias de ganancias vinculadas a la caída de la demanda en mercados clave como China.

En una muestra de la turbulenta temporada de informes que se avecina para el sector en el tercer trimestre, Renault también precisó que su margen operativo estaba establecido en un 5%, frente a un objetivo anterior del 6%.

Agregó que estaba reevaluando sus objetivos a medio plazo e informó una caída del 1,6% en las ventas para el período de julio a septiembre a 11,3 mil millones de euros (US$12,6 mil millones), una disminución del 1,4% a tipos de cambio constantes y sin el efecto de las adquisiciones o ventas.

La directora ejecutiva interina, Clotilde Delbos, cuyo mandato como jefa financiera se extendió la semana pasada después de que Thierry Bollore fuera destituido como CEO, dijo que la guía revisada también se debió a la lucha de Renault por reducir los costos de investigación y desarrollo tanto como había planeado al comienzo de la segunda mitad del año.

"Todo está relacionado con el mercado y a algo de decepción en el plan de acción lanzado a fines de julio", expresó Delbos en una conferencia telefónica.

Los fabricantes de automóviles se esfuerzan por cumplir con los requisitos europeos de emisiones e invertir en nuevas tecnologías costosas para producir modelos de automóviles más limpios.

En parte para enfrentar estos desafíos y reducir costos, Renault espera reiniciar su alianza con Nissan, luego de una reciente reestructuración de la gerencia en ambas firmas.

"Los últimos anuncios sobre cambios en la alianza son una muy buena señal de que podremos fortalecer las sinergias", señaló Delbos.

La asociación se sacudió después de que el ex líder de la alianza, Carlos Ghosn, fuera arrestado en Tokio el año pasado por cargos de mala conducta financiera, lo que él niega.

Con Bollore, un antiguo protegido de Ghosn, ahora desaparecido, Renault confía en revivir algunos proyectos industriales conjuntos paralizados como primer paso, expresaron fuentes cercanas al asunto.

Renault también apuesta por los lanzamientos de modelos como un nuevo Clio Mini para darle margen a los precios y transferir los mayores costos derivados de las presiones regulatorias.

Renault dijo que su flujo de caja libre operativo podría no terminar el año en territorio positivo, aunque estaría en rojo en la segunda mitad del año.

Llegó a 716 millones de euros negativos en los primeros seis meses de 2019.

La compañía, que lanzó previamente su actualización comercial del tercer trimestre, manifestó que aún se planeaba una publicación más completa para el 25 de octubre.