Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos caían el viernes desde máximos de más de un año y el mercado mayormente ignoraba el anuncio de la Reserva Federal de que permitiría que expire una norma de exención temporal de apalancamiento bancario.

El rendimiento de la deuda referencial a 10 años caía menos de un punto básico a 1,721%. El jueves subió a 1,7540%, un nivel no visto desde enero de 2020 antes de que la pandemia del coronavirus hiciera subir a los retornos y desplomara a las acciones.

Los retornos de la deuda a 30 años también caían después de que el jueves alcanzó un 2,518%, su mayor cota desde agosto de 2019. Operaban con una baja de 2,7 puntos básicos a 2,4693%.

El repunte de los rendimientos fue impulsado por la reunión de política monetaria de la Fed de esta semana, que fortaleció las expectativas de crecimiento económico para 2021, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, repitió el miércoles las promesas de dejar estables las tasas en un esfuerzo por mantener la recuperación económica en el buen camino incluso si la inflación supera su objetivo de 2% este año.

La caída de los rendimientos del viernes no fue demasiado sorprendente, según Ryan Swift, estratega de bonos estadounidenses de BCA Research en Montreal.

“En última instancia, lo que estamos viendo ahora es una gran tensión entre los precios del mercado que incorporan varias subidas de tasas de interés antes de finales de 2023 y el pronóstico de la Fed que no espera un despegue hasta 2024”, dijo.

“Esta divergencia en los pronósticos de fondos sobre tasas conducirá a una gran volatilidad en los mercados de tasas hasta que los datos económicos finalmente muestren una imagen más clara de si el pronóstico de la Fed o el pronóstico del mercado es más correcto”.

La Fed dijo que dejaría que una exención temporal de la regla de apalancamiento bancario expire el 31 de marzo. El vencimiento de la regla, que se implementó en abril de 2020 para aliviar el estrés en el mercado de bonos del Tesoro debido a la pandemia de COVID-19, significa que los bancos deberán implementar nuevamente una capa adicional de capital para absorber pérdidas contra sus bonos del Tesoro y depósitos en el banco central.

La parte de la curva de rendimientos que mide el diferencial entre las notas del Tesoro a dos y 10 años se empinaba 2,23 puntos básicos respecto al cierre del jueves, a 156,98 puntos básicos.