Renta fija por las nubes: ¿Cuándo podría el Banco Central empezar a retirar las medidas no convencionales?

Banco Central
13 Septiembre 2019 Fachada Banco Central Foto : Andres Perez

Los bonos están caros, mientras depósitos a plazo y money market rentan negativo en términos reales, debido a la alta liquidez disponible en el mercado. Con mayor inflación, el precio del cobre subiendo y la vacunación avanzando, la duda es el momento en que el ente rector comenzará a revertir su política que ha presionado las tasas a la baja. Los economistas lo ven aún lejano.


La renta fija está cara, por lo que los inversionistas están aceptando más riesgo por menos premio. Esto se ha visto acrecentado por la liquidez que ha inyectado el Banco Central (BC) a la economía, mediante las distintas medidas no convencionales que inició cuando llegó la pandemia al país. A ello se suma que no hay muchas nuevas emisiones corporativas, por lo que existe mucha liquidez, pero poca oferta.

Jorge García, gerente de inversiones de Nevasa, explica que “todas las clases de activos están caras versus métricas históricas a nivel global, las inyecciones de liquidez han sido abundantes durante los últimos años y con la pandemia se exacerbaron. Claramente los spread (la diferencia entre cuánto rinde un bono, versus cuánto rinde un bono soberano libre de riesgo) de los bonos y los niveles de las tasas de interés, incluida la Tasa de Política Monetaria (TPM), son inusuales como se les mire. Ahora, lo interesante es que esta tónica se viene dando hace varios años, por lo que se suele hacer esta misma pregunta, y las tasas y spreads continúan comprimiéndose”.

Sin ir más lejos, según información de RiskAmerica, el spread de los bonos corporativos AAA (la mejor clasificación) estaba en 0,72 puntos base el 8 de febrero, mientras que para los AA (segunda mejor clasificación) era el mismo nivel en esa fecha. Y reflejo de la abundancia de liquidez que hay en el mercado, es que la tasa interbancaria (la tasa pagada por los bancos cuando se prestan dinero entre ellos) está en 0,30%, por debajo del 0,50% de la TPM.

Antonio Moncado, economista senior de Bci Estudios, dice que la principal razón de que ´la renta fija esté cara´, o que de alguna manera las tasas estén bastante bajas, ocurre principalmente por dos factores. El primero, es la implementación de estímulos del BC con herramientas no convencionales.

El segundo factor tiene que ver con incertidumbre de mercado, la mayor propensión de los inversionistas a refugiarse, aunque esto se ha ido aminorando, pero ha presionado las tasas hacia menores niveles. “Ambos fenómenos son transitorios, y de alguna manera los niveles que estamos viendo hoy, probablemente sean los menores niveles de tasas que vamos a ver hasta algún tiempo más”, indica.

García también señala que “en el plano local e internacional se ha optado por políticas monetarias no convencionales, lo que se ha traducido en bastante liquidez en los mercados y ha empujado las tasas a niveles muy bajos. Existen inversionistas importantes buscando mantener retornos, por ejemplo fondos de pensiones, aseguradoras o endowments y se han visto obligados a ir buscando rendimiento en lugares donde antes optaban por no invertir”.

Depósitos a plazo y money market

El Banco Central argumentó que el mínimo técnico de la TPM es 0,50%, y no menor que eso, para que puedan funcionar con normalidad los fondos mutuos tipo 1, que tienen activos más líquidos y de corto plazo; pero lo cierto es que si bien actualmente no hay tasas nominales negativas en depósitos a plazo y money market, sí son negativas en términos reales.

García considera que “realmente ha sido atípico el comportamiento de la inflación durante el último tramo del año pasado y el inicio de este, eso claramente ha influido en los depósitos, que ya venían cayendo en tasas hace rato. De todas maneras parece ser algo puntual”.

Por su parte, Marco Gallardo, subgerente de renta fija de BICE Inversiones, comenta que todas las medidas que ha tomado el BC por la pandemia terminaron ubicando “a las tasas de interés de los instrumentos de money market en niveles extremadamente bajos. Si bien esto no ha implicado que las tasas nominales se sitúen en terreno negativo, como se ha visto en otros lados de la orbe, dado sus bajos niveles actuales e inferiores a los registros inflacionarios habituales en nuestra economía, han llevado a que las tasas reales sean negativas prácticamente a lo largo de toda la curva de depósitos a plazo”.

Según cifras del BC, en enero las tasas de captación promedio del sistema financiero, reajustables, estaban en 0,01% para los plazos de entre 90 días a 1 año. Nunca, desde que hay registro disponible en el sitio web del BC (1990), se ha visto un nivel inferior a ese. Eso sí, la primera vez que se observó este nivel fue el año pasado.

Gallardo también afirma que “la mayor incertidumbre llevó a muchos inversionistas más conservadores a migrar a esta clase de activos, a costa de obtener retornos bajos y presionando más aún la demanda por este tipo de instrumentos. Es de esperar que, en la medida que haya avances en términos económicos y retorne la confianza a los mercados financieros, veamos un gradual retiro de los estímulos monetarios por parte del ente rector, lo que llevaría lentamente a elevar de nuevo la tasas de interés de los depósitos más cercano a sus niveles fundamentales, ya que hoy son incluso menos atractivos que los instrumentos emitidos por el Banco Central”.

La retirada

¿Cuándo debería terminar esta tendencia hacia tasas tan bajas? Cuando el BC entregue señales de que va a empezar a retirar el estímulo monetario no convencional, lo que en consecuencia también generaría que la renta fija deje los altos precios que ha registrado últimamente.

Es bajo este escenario que en el mercado ha surgido la pregunta sobre cuándo ocurrirá lo anterior, en momentos en que la inflación ha repuntado, el precio del cobre sube fuerte y la vacunación en el país avanza a paso acelerado.

Sin embargo, los economistas ven aún lejana la retirada, si bien ello podría cambiar si es que hay mayores presiones inflacionarias de las hoy contempladas.

Esa es la visión, por ejemplo, del economista senior de Bci Estudios. “La minuta de la última Reunión de Política Monetaria (RPM) de enero fue bien enfática en que el BC va a seguir manteniendo un elevado estímulo monetario por el momento. La expectativa que tenemos hoy como escenario base, es que el BC va a ir comenzando a retirar estímulos durante el primer trimestre de 2022”.

No obstante, añade que “sigue estando presente el escenario de riesgo de mayores presiones inflacionarias dentro del año, y si es que se concreta, podríamos ver a un BC con una intención más decidida de retirar estímulos, incluso durante la parte final de este año”.

En todo caso, Moncado aclara que “eso todavía parece un poco lejano, dado que las holguras de la economía todavía continúan estando presentes, hay una alta debilidad del mercado laboral y hay una buena parte de los sectores económicos que todavía siguen con una fragilidad importante en la generación de actividad económica”.

Por su parte, el socio de Gemines, Alejandro Fernández, opina que retirar los estímulos pronto “sería absolutamente prematuro y, de hecho, si se ve la minuta de la última RPM, el BC sigue exactamente con el mismo discurso de mantención de los estímulos por un periodo largo de tiempo”.

Sobre las sorpresas inflacionarias que se han registrado en el último tiempo, Fernández dice que el BC lo señaló en la minuta, y lo comparte 100%: “No es un rebrote inflacionario causado por el exceso de demanda, es una situación bastante más transitoria y circunstancial, asociada en parte al efecto de los retiros de las AFP, que es temporal (...) Y también hay problemas de desabastecimiento (...) Aquí el determinante principal de la inflación, históricamente, ha sido la devaluación del peso, y si bien se devaluó mucho entre fines de 2019 y el primer semestre del año pasado, después ha tendido a revaluarse, y hoy tenemos un peso que está más o menos igual, o más bajo, de lo que estaba en los mismos meses del año pasado”.

¿Dónde invertir?

En este contexto, donde en términos reales los depósitos a plazos y money market rentan negativo, y en general la renta fija está con altos precios, Marco Gallardo cree que “el impacto de los retiros en los fondos de pensiones aún presentan como alternativa considerar instrumentos de plazos más largos, donde la inclinación de la curva de tasas de interés trae como consecuencia un premio considerable respecto de invertir en plazos menores”.

A su vez, el subgerente de renta fija de BICE Inversiones también explica que “la situación vivida por las compañías locales frente a la pandemia y la campaña de vacunación implementada en nuestro país, presentan a los bonos corporativos, principalmente de rating crediticio intermedio, como los más atractivos en comparación con los bonos soberanos o bancarios de buena calidad crediticia, que han mostrado una fuerte corrección en los últimos meses”.

Al respecto, agrega que “si bien parece sencillo salir a la búsqueda de estos bonos, puede ser complejo en una situación de sobredemanda por instrumentos de renta fija local. Dado esto, una forma es delegar esta tarea a especialistas e invertir en fondos mutuos y de inversión que dispongan en su composición de un porcentaje considerable de bonos corporativos de calidad crediticia intermedia y con una duration lo más alta posible”.

Por su parte, Moncado sostiene que si se mira el comportamiento que han tenido las tasas y la inflación en el último tiempo, “probablemente durante el primer trimestre de este año todavía va a ser favorable algún posicionamiento en instrumentos en UF respecto de instrumentos nominales, precisamente por este factor de mayor inflación”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.