Los breakevens de swaps en Chile apuntan al término de la espiral inflacionaria que ha impulsado las tasas de interés al nivel más alto en un cuarto de siglo, a medida que el peso se recupera de mínimos históricos y los precios de la gasolina caen.
Los breakevens de inflación a un año descuentan una inflación del 7,8%, por debajo del 9,8% registrado hace solo dos semanas, y frente a un máximo histórico del 10,2% a mediados de julio. Los breakevens a seis meses dan cuenta de una inflación del 9,6%, por debajo del 14,6% del 14 de julio.
Los precios al consumidor subieron un 13,1% en julio respecto al año anterior. Las expectativas inflacionarias “han bajado, de la mano del peso, un ambiente menos hostil en el exterior, incluido un rally en el mercado de valores y tasas más bajas, y el dato del IPC en EE.UU.”, dijo Jorge García, gerente de inversiones de la corredora Nevasa.
El peso se ha fortalecido casi un 10% en las últimas tres semanas, luego de que el banco central iniciara un programa de intervención de US$25.000 millones y el dólar se debilitara a nivel mundial. Pero fue Estados Unidos el que hizo caer las expectativas de precios la semana pasada cuando informó que la inflación se desaceleró más de lo esperado en julio, como reflejo de menores costos de energía.
“La inflación de Chile debería alcanzar su punto máximo entre septiembre y octubre, y luego caer gradualmente. Los riesgos para las perspectivas están sesgados al alza principalmente debido a la indexación de precios —los precios se ajustan de acuerdo con la inflación anterior—, de la depreciación acumulada del tipo de cambio, la resiliencia del consumo de los hogares y la posibilidad de que los choques de la oferta mundial duren más de lo previsto”, dijo Felipe Hernández, analista de Bloomberg Economics.
No tan rápido
Sin embargo, muchos analistas observan con cautela el eventual término del ciclo inflacionario. De hecho, los rendimientos nominales de los bonos aumentaron en las últimas semanas.
Es demasiado pronto para poner fin a las expectativas de precios altos, dijo Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa. “Basta un dato de inflación pasado de las expectativas del mercado para que se reactiven compensaciones altas,” dijo.
Ante una perspectiva global incierta, muchos optan por esperar y ver antes de vender activos en UF. Desde mediados de julio, el rendimiento de los bonos en pesos con vencimiento en 2026 aumentó casi 50 puntos básicos, mientras que el rendimiento del índice de referencia a 10 años subió cerca de 10 puntos.
La incertidumbre política también pesa sobre las tasas, mientras el mercado se prepara para el plebiscito del 4 de septiembre por una nueva Constitución. Muchos temen que el texto propuesto debilite la inversión y el crecimiento y perjudique los controles y equilibrios políticos, a medida que busca fortalecer la protección ambiental y los derechos sociales. Hasta ahora, las encuestas muestran que la mayoría de las personas se inclinan por rechazar la nueva Constitución, pero la diferencia con la opción del “apruebo” podría estar disminuyendo.