La industria de seguros de vida se está reacomodando en el país. Principalmente por las bajas tasas de interés que hacen menos atractiva la venta de rentas vitalicias (y más complejo encontrr rentabilidad de sus inversiones), pero también hay otros dos factores: el alza en la siniestralidad del Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS), y la disputa de los seguros con ahorro que mantienen con el SII, lo que podría cambiar este negocio tal cual es conocido hoy.
Esta tormenta perfecta ha generado que algunas aseguradoras ya hayan salido a hacer aumentos de capital, tanto por el efecto de menores tasas, como por el efecto SIS. Sin ir más lejos, el mes pasado Chilena Consolidada constató en el acta de su junta extraordinaria de accionistas que "el objeto de este nuevo aumento de capital (...) obedece a la necesidad de fortalecer la posición financiera y patrimonial de la compañía, especialmente el superávit de las reservas por siniestros del SIS, el que se ha visto impactado durante los últimos meses por motivos externos a la compañía".
Por otro lado, ya hay aseguradoras que están ofertando cada vez menos rentas vitalicias en el Scomp, o simplemente no están ofreciendo. Una de ellas, es EuroAmerica. Eso sí, la firma aclara que "ha habido muchísimas ocasiones en el pasado en que hemos decidido no ofertar en ciertos períodos. Es parte de la estrategia interna y es privada".
El mismo Consejo de Estabilidad Financiera ya está monitoreando el efecto financiero de las bajas tasas en el sector asegurador.
Y si bien en el primer semestre de este año las ventas de las compañías de seguros de vida subieron ante junio de 2018, las ganancias de la indsutria bajaron 20%.
"A pesar del buen desempeño de las inversiones, se registró un aumento en el costo de rentas, por una mayor venta de rentas vitalicias (crecimiento de 4,5% en el período)", señaló la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) en el informe a junio.
Cuando las aseguradoras venden una renta vitalicia, deben tener los recursos suficientes para cubrir el 110% de lo que recaudan. El dinero que obtienen, lo reinvierten en una serie de instrumentos, pero como las tasas de los instrumentos ahora son más bajas, el retorno esperado a futuro es cada vez menor. Ante esto las firmas han salido a buscar más riesgo, según han advertido las clasificadoras.
Actualmente según las normas de la CMF, el margen de riesgo implícito en las tasas de descuento utilizadas por las aseguradoras para el cálculo de sus reservas técnicas se ha mantenido sin variaciones en 80% del spread de los instrumentos con clasificación AAA. En cambio, cuando se trata del retiro programado, el parámetro ha ido cambiando hasta llegar al actual 150% de los instrumentos con clasificación A.
Es justamente esto lo que busca cambiar la industria, para que la exigencia no sea tan alta, y así puedan aliviar los números y competir mejor con el retiro programado que ha ido ganando terreno en las preferencias de los pensionados.
De hecho, la Asociación de Aseguradores ha intercambiado oficios con el regulador. En uno de ellos, la CMF respondió en julio al gerente general del gremio: "Esta Comisión recibió su carta del antecedente donde dentro del contexto del cálculo de la tasa de descuento de las reservas técnicas de rentas vitalicias definido en la NCG N°374 y considerando los cambios ocurridos en la metodología de cálculo de la tasa técnica de retiro programado a partir de enero de 2019, solicita a este servicio revisar la metodología contenida en la citada norma".
Lo que allí pidió la industria, es eliminar el factor de conservadurismo (80% del spread AAA), y revisar el tipo de instrumentos de referencia utilizados para la determinación del exceso de retorno.
"Lo anterior, con el propósito de no introducir sesgos regulatorios que podrían afectar la decisión de futuros pensionables en relación a la modalidad de pensión a escoger", dice el oficio.
En concreto, la CMF contestó que "siempre está abierta a revisar y perfeccionar las herramientas metodológicas empleadas en el ejercicio de su mandato de velar por el objetivo de resguardar los intereses de los pensionados. Lo anterior, sin embargo, en la medida que existan antecedentes técnicos que así lo aconsejen".
Es por esto que la CMF dijo que para justificar la solicitud de modificación, la industria debe hacer un estudio basado en las mejores prácticas internacionales.