Los coletazos de la crisis del agua potable que vivió Osorno hasta la semana pasada, se hicieron sentir anoche, con la renuncia de Gustavo Gómez Jiménez a la gerencia general de la Empresa de Servicios Sanitarios de los Lagos (Essal).

La información la entregó la compañía mediante un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Allí consigna que fue designado en su reemplazo José Sáez Albornoz, quien era director suplente de la sanitaria de Los Lagos.

Esto se da en un contexto de fuertes cuestionamientos en contra de la empresa, tras mantener por 10 días a la ciudad de Osorno sin agua potable, luego que se detectara un derrame de petróleo en una de sus plantas de producción el 11 de julio pasado.

Desde todos los sectores políticos, incluso se ha pedido la caducidad de la concesión de Essal. Sin embargo, el gobierno declinó tomar aquella medida a la espera de que este viernes los fiscalizadores de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) entreguen sus conclusiones sobre las causas que provocaron la emergencia en Osorno.

El pasado domingo, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, afirmó en entrevista con PULSO sobre posibles sanciones en contra de la empresa que estas "por supuesto dentro de la ley, sean consustanciales o consistentes con la gravedad de lo sucedido. La propia ley establece que las faltas van aumentando, dependiendo de la gravedad y es difícil pensar en algo más grave que dejar a una ciudad completa sin agua por 10 u 11 días".

Agregó que "la caducidad tiene sus propias causales y lo que tiene que ver la Superintendencia es si éstas se cumplen. Si ellos consideran que corresponde, van a hacer esa proposición y, a través mío, van a hacerla llegar al Presidente y él tomará la decisión final".

Essal contempla compensaciones por unos $2.500 millones para toda la población que afrontó los 10 días sin suministro de agua potable.