El mercado estaba esperando que la Reserva Federal diera señales sobre el futuro de su ultraexpansiva política monetaria y no decepcionaron. Tras su reunión de dos días las autoridades lideradas por Jerome Powell indicaron que el tapering está en camino, mientras que en sus proyecciones se inclinan con más ímpetu en favor de un alza de tasas en 2022.
“Si el progreso continúa ampliamente como se esperaba, el Comité juzga que pronto se justificará una moderación en el ritmo de las compras de activos”, se lee en el comunicado difundido por el Comité de Política Abierta de la Fed (FOMC).
Más tarde, en conferencia de prensa Powell informó que también se discutió sobre el ritmo apropiado de la disminución de compra mensual de US$80.000 millones de bonos del Tesoro y US$ 40.000 millones de bonos respaldados por hipotecas, precisando que “la mayoría de los participantes ven que, mientras la recuperación se mantenga en curso, un tapering gradual podría concluir alrededor de mediados del próximo año”.
De acuerdo a Brian Coulton, economista jefe de Fitch, “esto parece confirmar las expectativas de que reducirán las compras de activos en noviembre y no ven el aumento en los casos de Covid-19 como una razón para retrasar”.
En tanto, Alberto Bernal, estratega jefe de la corredora XP Securities, indica desde Miami que “por los mensajes velados entregados por el presidente Powell durante la sesión de preguntas y respuestas, entendemos que el proceso de reducción progresará a un ritmo de US$15.000 millones por mes”. Desde su punto de vista, ese es el escenario que tienen incorporados los mercados.
Efecto inflacionario
En tanto, en el cuadro de puntos, el cual muestra la perspectiva de cada miembro del directorio, el que trae las novedades respecto a la tasa de interés que el día de hoy se mantuvo por unanimidad en el rango mínimo de 0%-0,25%.
En junio pasado de un total de 18, eran 11 los que proyectaban que la tasa permanecería intacta en su actual durante el próximo año. Ahora ese número se redujo a nueve, es decir, la mitad está apostando por un alza de tasas en 2022. Por supuesto, la tendencia crece para 2023, para cuando solo queda un punto a favor de mantener la tasa en su nivel más bajo.
Desde el punto de vista de Coulton, este es un cambio “bastante grande” que da cuenta de cómo “la sorpresa inflacionaria está cambiando el tono del debate político“. De hecho, en su comunicado el FOMC calificó los precios de “elevados”, mientras que en las proyecciones se elevaron para este año desde 3,4% hasta 4,2%.
La Fed sigue defendiendo la tesis que apunta a que “la inflación es elevada, reflejando en gran medida factores transitorios”, en función de lo cual apuesta a que a partir de 2022 se acerque a la meta de 2% de la institución. Sin embargo, están preparados para reaccionar si la trayectoria a la baja no se cumple.
“Si la inflación sigue siendo una preocupación, ciertamente responderemos con nuestras herramientas para asegurar que se mueva de manera consistente con nuestros objetivos”, destacó Powell, cuyo actual mandato al frente de la Fed termina en febrero y se negó a referirse sobre su continuidad al ser consultado en la materia.
Por otra parte, la Reserva Federal rebajó sus perspectivas de crecimiento a 5,9% desde el 7% anticipado previamente. Sin embargo, se siente más optimista respecto del siguiente ejercicio, para el cual elevó la estimación desde 3,3% hasta 3,8%.
En su declaración, el FOMC indica que “el rumbo de la economía sigue dependiendo del curso del virus”, por lo que “persisten los riesgos para las perspectivas económicas”. Sin embargo, reconocen que “es probable que los avances en las vacunaciones sigan reduciendo los efectos de la crisis de salud pública en la economía”.
Asimismo, siguen viendo una reducción de la tasa de desempleo desde 4,8% para este años hasta 3,5% para 2023, sin manifestar la desaceleración de su recuperación manifiesta en los datos de agosto, cuando la tasa marcó 5,2%. “En mi opinión personal se ha cumplido un progreso sustancial adicional en el empleo”, subrayó Powell.
Los anuncios de la Reserva Federal fueron bien recibidos en Wall Street, donde sus tres principales indicadores anotaron incrementos en torno a 1%. El optimismo se replicó en las bolsas latinoamericanas, con alzas de 1,84% en el Bovespa, 1,78% en el IPSA y 1,29% en la bolsa de Lima. En tanto, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cedió en 0,02 puntos básicos hasta quedar en 1,304%.