Las expectativas fueron altas para el primer año, de más crecimiento y más empleo, acorde con el eslogan de los "Tiempos Mejores".
Desde el punto de vista económico, el balance es dispar entre los expertos respecto de crecimiento y la política económica, con un consenso: el positivo manejo fiscal de la actual administración.
Las cifras les dan la razón: se cumplió la meta anual de reducción del déficit -con el empujón de US$1.000 millones adicionales por Tianqi-, el gasto público creció a su menor nivel desde 2013 y detuvo la aceleración que había mostrado la deuda pública (ver infografía).
Según Alejandro Fernández de Gemines "se verificó un encomiable esfuerzo por contener el gasto público con un presupuesto heredado. Hay un compromiso de verdad por mejorar las cuentas fiscales", idea con la que coincide el economista jefe de BCI Sergio Lehmann, quien no duda en señalar que "los objetivos fiscales se han ido logrando en forma exitosa".
Pero aún en este ámbito, hay desafíos. El economista jefe de Santander Claudio Soto, asevera que "sigue presente el problema de sobreejecución presupuestaria en salud. El año pasado eso se pudo acomodar con el paquete de medidas de austeridad fiscal impulsadas por el gobierno a mitad de año y una subejecución en el gasto de capital".
Donde la evaluación es más crítica es en crecimiento. El PIB 2018 cerraría en 4%, un contraste notable con el 1,5% de la gestión Bachelet. Pero, ¿es viento de cola o gestión de gobierno?
Para Claudio Soto "responde fundamentalmente a una recuperación cíclica de la economía favorecida por la recuperación del precio del cobre, un mundo que creció a tasas dinámicas en los últimos dos años, y la mejora de la confianza a nivel local", valorando eso sí que "el foco del gobierno en el crecimiento ha contribuido a un mejor clima de negocios, aun cuando hasta ahora no ha habido medidas sustantivas".
Coincide Fernández: "Hay algún efecto del ciclo económico en la primera mitad de 2018. La desaceleración posterior revela que no hay impacto de medidas tomadas por el gobierno", plantea.
Con todo, un dato relevante para Tomás Flores, exsubsecretario de Economía, es que el gobierno "logró cambiar el ritmo de crecimiento de la economía chilena a través de la reactivación de la inversión, a pesar del escenario de guerra comercial" después de 4 años de caídas. Para ello fue fundamental "despejar la incertidumbre regulatoria".
Es ahí donde se abre el tercer ítem de evaluación: las medidas implementadas o en tramitación para asegurar el crecimiento de la economía y los desafíos de este año.
Flores enfatiza que "están presentados los proyectos más importantes: el corazón para el ahorro y la inversión de la economía es la reforma tributaria y la reforma de pensiones" y por lo mismo, "en gobiernos que son tan cortos y sin reelección, es fundamental que en este segundo año haya disciplina para sacarlos adelante".
Sin embargo, para Lehmann, "el debate aún es muy precario. Es importante poner con fuerza los planteamientos técnicos que lleven a su aprobación en el Congreso".
Por su parte, Soto sostiene que dado que "los proyectos aprobados no fueron muchos, 2019 será muy importante para avanzar con las iniciativas legislativas". Fernández acota que "el tema tributario se ha movido muy lento, la demora en presentar el proyecto no tiene justificación", acusando "una agresiva actitud opositora al comienzo del gobierno" sumado a "una coalición de gobierno que no tiene criterios unificados".