El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, abordó con humor las repercusiones que tuvo la frase que emitió ayer sobre "rezar" para que se termine la guerra comercial, que hoy asoma como la principal amenaza para la economía chilena y mundial.
En conversación con un matinal de televisión, el ministro explicó que sus dichos en el "Hogar del Niño Jesús" tuvo como telón de fondo la reforma tributaria, proyecto que ha encontrado una dura oposición para avanzar en el parlamento.
Larraín dijo que la iniciativa contempla una exención de contribuciones para los centros de larga estadía de adultos mayores, concretamente para instituciones sin fines de lucro, tal como el que visitó.
"Entonces, la madre que estaba a cargo, que estaba al lado mío, estaba tan contenta con esto que me dijo 'ministro, voy a rezar para que aprueben el proyecto de modernización tributaria', entonces yo aproveché de decirle aproveche de rezar para que se termine la guerra comercial", dijo Larraín entre risas.