Una reactivación de la demanda de créditos de personas y empresas es lo que proyecta para este año el presidente de BancoEstado, Ricardo de Tezanos Pinto. En ese sentido, detalla que durante marzo ya se empezó a ver algo de eso. El ejecutivo hace un balance más bien positivo del desempeño del banco estatal durante el año de la pandemia, y cuenta sobre los proyectos que tienen en carpeta hacia adelante.

¿Cuál es su balance del año 2020?

-Fue un año para todo el mundo muy difícil e inesperado, que nos llevó a situaciones que desconocíamos cómo administrarlas. El balance que hacemos es que el banco se sobrepuso a las dificultades que significaban no poder operar normalmente.

Se identifican dos focos importantes. Uno es el rol activo que cumplió el banco en apoyar a sus clientes, a las personas y a las empresas en crédito y postergación de préstamos. Junto con ello el Fogape como herramienta para entregar crédito a la economía. Ahí el banco cumplió un rol muy importante en disponibilizar el Fogape rápidamente y moverse para entregarlos de manera digital, y eso funcionó al comienzo con algunas dificultades, pero después funcionó muy bien. El banco entregó sobre el 50% de los créditos del sistema, con un foco muy particular en microempresas. Más del 90% fue a este segmento.

Si juntamos todo lo que hicimos con estas 400 mil reprogramaciones de crédito y la entrega de alrededor 156 mil créditos Fogape, el banco contribuyó a las personas y micro y pequeñas empresas de manera muy focalizada. Cumplió su rol social.

Cuando se habla del rol social, 2020 quedará como un ejemplo de cómo BancoEstado cumple con el país. La mayoría del país tiene CuentaRUT, eso le permite no solo tener un medio de pago, si no funcionar económicamente en una realidad muy restringida.

Todos los beneficios que entregó el Estado, más los giros desde la AFP, funcionaron sumamente fácil a través de CuentaRUT, que permitía recibir los fondos y utilizarlos en múltiples alternativas. Girarlos en CajaVecina, comprar a través de CuentaRUT, con un crecimiento muy importante de transacciones digitales.

De las primeras reprogramaciones que se hicieron el año pasado, ya se empezaron a pagar algunas. ¿Cómo ha estado el nivel de pago de sus clientes?

-Las reprogramaciones empezaron en marzo-abril, pero luego empezaron a aumentar, por lo que muchas aún no han vencido. Por otro lado, en el caso de los créditos Fogape también dieron mayores plazos. Así que al revés, hemos visto una mejora en los índices de morosidad en enero y febrero. Eso se dio porque la disponibilidad de crédito permitió plazos más largos, por lo tanto, no estamos enfrentando vencimientos de plazo.

Los niveles de morosidad están en niveles mínimos en medio de una crisis. ¿A qué se debe esto, a las reprogramaciones, a los retiros del 10%?

-Es un conjunto de cosas. Un menor nivel de actividad económica en general implica una menor demanda de créditos y eso es lo que se ha visto en grandes empresas. En segundo lugar, esto confirma que fueron adecuadas las medidas de apoyo crediticio que se dieron para que las empresas y microempresas pudiesen sortear el periodo difícil. También tuvo un efecto el 10%, por lo tanto, en estos meses de transición, antes de que la economía empiece a mostrar signos de recuperación, que viene luego, estamos en una transición. Entonces, si bien los gastos en riesgo de la banca han bajado, todos los bancos y BancoEstado también, han seguido haciendo provisiones adicionales.

¿La banca está preparada para enfrentar una cuarentena más severa como la del año pasado?

-La economía está más preparada para enfrentar una cuarentena. Los protocolos de trabajo de las empresas están mejor diseñados para enfrentar una cuarentena. La actividad económica ya se adaptó, por lo que el impacto debe ser menor. También se diseñaron instrumentos como el Fogape Reactiva, no solamente tiene las características del anterior, sino otras, como reprogramar deudas en plazos más largos y financiar inversión. Es una herramienta mayor que es más flexible que la anterior, que permite a la economía salir a flote. Este será uno de los principales focos que tendremos este año.

En la crisis subprime BancoEstado creció 4 puntos en participación de mercado, pero en esta oportunidad no se percibió tal crecimiento. ¿A qué se debió? ¿A que la banca privada estuvo más activa?

-La crisis es de naturaleza totalmente diferente. En 2009 fue una crisis financiera y los bancos estaban muy exigidos. Lo que ocurrió es que los bancos restringieron los créditos porque tenían que preocuparse de su propia existencia, entonces BancoEstado jugó un rol muy expansivo para hacer frente a esa situación que era una crisis financiera. Esta no es una crisis financiera y encuentra a los bancos en una buena posición de solvencia, por lo tanto fueron todos contracíclicos y BancoEstado jugó su rol social en la micro y pequeña empresa, que no están en los otros bancos.

Este año varios bancos avanzaron en tarjetas digitales, ¿tienen planes de avanzar en la misma línea con CuentaRUT u otro producto?

-Ahí vienen los grandes desafíos de este año. La CuentaRUT tiene dos características. Es muy masiva, hay 13 millones de personas que la tienen. La segunda, es este gran desarrollo de canales que ha hecho el banco. Permite girar en cajeros, comprar en CajaVecina, hacer compras incluso internacionales, transacciones digitales. El foco que tenemos para 2021 es que las personas sigan agregando soluciones que le mejoren la calidad de vida a través de CuentaRUT. Por ejemplo, un tema que tenemos como objetivo, es que las personas paguen el transporte público con CuentaRUT. Hoy pueden recargar a través de la aplicación y queremos potenciarlo. Un segundo elemento, es ofrecer a este 1 millón y medio de inmigrantes que puedan transferir a sus países ingresos de manera digital, estamos trabajando activamente para masificar ese servicio. Un tercer desarrollo, es con la aplicación Paga Aquí, que permite pagar servicios. No la luz o agua, sí un condominio o junta de vecinos que quiera recaudar. Por último, el desarrollo de nuestro sistema de pagos que se llama Compraquí, utilizando el sistema de cuatro partes, que queremos partir este año. Que sea simple, de bajo costo y queremos llegar a alrededor de 80 mil comercios. Hoy operábamos con Transbank, Caja Vecina y una aplicación con QR, pero que sustituiremos por una aplicación más masiva con sistema de cuatro partes.

¿Cuándo se desconectan de Transbank y empiezan a operar en el modelo de cuatro partes?

-Tenemos la meta de hacerlo este año. El sistema de pago del sistema de transporte público queremos promoverlo y el resto desarrollarlo este año.

¿Qué esperar en créditos este año?

-Lo que vamos a ver es que con expectativas de que la economía crezca al 6%, lo que ocurrirá es que aumentará la demanda de créditos de las empresas y las personas. Lo decía esta semana el presidente del Banco Central: hay una necesidad de recuperar inventario, y eso requerirá crédito. Crédito de importación, de compra de mercadería…Poner de nuevo en funcionamiento a la economía requiere una demanda de crédito que mostrará cifras distintas. También debería venir una reactivación de proyectos de inversión que estuvieron paralizados. Se suman esos dos efectos, y nosotros como banco queremos poner mucho foco en apoyar la inversión, especialmente en los sectores en el que el banco es más activo.

En el caso de créditos de consumo, en la medida que se empiecen a recuperar salarios y empleos, podrían verse incrementos, pero posterior al crédito empresas.

En hipotecarios, hemos estado trabajando activamente en promoverlos en los segmentos que trabajamos nosotros, pues será un apoyo a las familias y a la inversión.

¿Para apoyar esta recuperación necesitarán una nueva capitalización del Estado o aún les queda margen?

-El año pasado el banco recibió la segunda cuota que se acordó en 2019. El aumento que se aprobó en abril de 2020 está por enterarse ahora.

Respecto a la mayor demanda de crédito de las empresas para reponer inventarios, ¿se empezaron a ver?

-Estamos comenzando a verla. Marzo se activó más la demanda de crédito.

De cara a Basilea III, ¿están haciendo análisis de cuánto capital adicional requerirán?

-Hay varios frentes en Basilea III. Primero, el más urgente es el regulatorio. Se postergó un año por la pandemia, pero ya tenemos que entregar distintos reportes a la CMF sobre riesgo crediticio, financiero y operacionales. Estamos trabajando para preparar al banco en los procesos de Basilea III. En relación al capital, hay que considerar que el banco fue capitalizado con US$500 millones en dos cuotas en 2019-2020 y también la CMF modificó las normas de requerimiento de capital para Fogape, lo que significó que termináramos el año con un índice de Basilea de 12,8%. Eso nos dio una situación más holgada. Hoy vemos que las necesidades de capital del banco serán mayores, que se empiezan a aplicar los mayores porcentajes que exige Basilea III, lo que se dará a fines del próximo año. Entonces el plan de capitalización debería gatillarse activamente a partir de 2023 hasta 2025. Eso tenemos que presentárselo al Ministerio de Hacienda.

Un tema que plantearon presidentes anteriores de BancoEstado es que se requiere una modernización del gobierno corporativo. ¿Piensa lo mismo?

-Hay bastante consenso en que sería aconsejable actualizar la ley orgánica de BancoEstado que data de 1977, comparto esa opinión. Se avanzó bastante en la administración de Arturo Tagle, pero es un tema que depende del Ejecutivo y del Congreso.

El año pasado sufrieron un ciberataque. ¿Hay avances en la investigación?

-Lo más importante es que el banco logró rápidamente volver a funcionar y no hubo pérdidas de fondos de clientes, ni de información ni del patrimonio del banco. El proceso sigue su curso y no hemos tenido novedades.

El efectivo tuvo un comportamiento bien particular durante 2020. ¿Qué observaron en el efectivo y a qué se debió?

-La velocidad del efectivo bajó. La gente circuló menos. Pero también se amplificó por el pago de beneficios y retiros del 10%. Particularmente en diciembre hubo muchos bonos del Estado y segundo retiro del 10%, lo que se sumó a que en diciembre se anticipan las remuneraciones. La tercera semana de diciembre se juntaron todas las necesidades de pago y generaron grandes demandas de efectivo. Pese al fuerte estrés, se logró entregar el efectivo que se requirió, el sistema fue bien resiliente en soportar un triple shock.