Ricardo Mewes: “Aquí tiene que haber un cambio brusco, dramático, que mueva la aguja”
El presidente de la CPC dice que hay preocupación al interior del empresariado por la gestión del gobierno, aunque reconoce la voluntad del Presidente de avanzar. “Hay un sesgo ideológico antiempresarial de una parte del gobierno”, agrega. "No han acogido prácticamente nada de nuestras propuestas que hemos hecho en materia de crecimiento económico", afirma sobre los dos años que la actual administración cumple este lunes.
Casi como un mantra, Ricardo Mewes Schnaidt repite siete veces que “no le da lo mismo” lo que hoy está ocurriendo en el país con la delincuencia, la quiebra de empresas y la falta de crecimiento, entre otros. El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) llegó hace dos semanas a la capital desde sus vacaciones en el lago Puyehue para enfrentar un año que será clave para levantar el crecimiento y llegar a acuerdos para las reformas tributaria y de pensiones que ha propuesto el gobierno.
“A los empresarios no nos da lo mismo lo que le pase o no le pase a una persona que necesita una pensión. No nos da lo mismo el clima de violencia que estamos viviendo en Chile. No nos da lo mismo que las empresas estén quebrando. No nos da lo mismo que por falta de flujo, porque el Estado muchas veces no paga, haya empresas que tengan que bajar la cortina y dejar gente en la calle. No nos da lo mismo la gente en lista de espera, cuando le hemos ofrecido al gobierno apoyarlos con las redes que tenemos en el sector privado. No nos da lo mismo no crecer, porque crecer significa crear más emprendimiento, más empresas y mejores empresas. No nos da lo mismo que no avancemos”, afirma categórico el líder gremial en entrevista con Pulso.
El timonel del mayor gremio empresarial del país repasa los dos primeros años de la administración de Gabriel Boric y reconoce que “hay un sesgo ideológico antiempresarial de una parte del gobierno”.
La administración de Gabriel Boric ha cumplido dos años en el poder. ¿Cómo calificaría la gestión del gobierno?
-Lamentablemente, con su gobierno no se ha logrado generar espacios de crecimiento económico, de inversión, de creación de puestos de trabajo. A esta altura uno esperaría que realmente haya un cambio drástico en las políticas públicas, porque seguimos con el proceso de la reforma tributaria, que está súper segmentada, pero básicamente es lo mismo. No han acogido prácticamente nada de nuestras propuestas que hemos hecho en materia de crecimiento económico. En pensiones siguen con su proceso más bien refundacional.
Esto me preocupa por el segundo tiempo que viene en que estamos llenos de elecciones. Si no hubo antes un cambio drástico de cómo guiar el gobierno desde el punto de vista del Ejecutivo, no sé si se va a lograr que haya un repunte económico.
Aquí necesitamos generar más puestos de trabajo; hay un descontento en la gente. Aquí tiene que haber un cambio brusco, dramático, que mueva la aguja. Al sector empresarial nos tiene muy inquietos el que no ha habido cambios en los proyectos.
¿Pero ustedes tenían más expectativas con este gobierno al principio?
-No. Sabíamos que este era un gobierno de izquierda, con un sesgo ideológico de la concepción del Estado muy distinto al que tenemos. Nosotros somos pro libertad de emprender y creemos en que el Estado pueda estar donde uno no alcanza a llegar. Sin embargo, hoy tampoco el Estado está llegando. Mira lo que pasa en Valparaíso; uno escucha a la gente de que hay problemas. El conflicto que se produce entre la alcaldesa (de Viña del Mar) y el Presidente porque no están llegando con las viviendas ... y ya va a entrar al invierno.
¿Para usted, entonces, el problema del gobierno es de gestión e ideológico?
-Diría que hoy el problema del gobierno es de gestión y también de convicción más allá del discurso de que hay que crecer. Porque si tuvieran la convicción real, generarían medidas concretas y reales para eso.
Es decir, este gobierno no tendría la convicción procrecimiento que tenían otros gobiernos...
-Claramente nosotros no lo vemos. El Presidente de repente está muy atrapado por la izquierda extrema, y eso no le permite tener una visión del país y dar solución a los temas del país.
¿Cómo interpreta el empresariado la postura zigzagueante del Presidente en diversos temas durante los últimos dos años, según han consignado diversos analistas? ¿Hay una diferencia entre su postura republicana en la despedida al expresidente Piñera y, por ejemplo, la decisión reciente de excluir a Israel de la Fidae?
-Diría que el Presidente tiene la intención de salir adelante con el país. Tiene la voluntad de hacerlo. Pero la gestión del gobierno no está dando cuenta de eso. El ministro (de Economía) Nicolás Grau, por ejemplo, se lo ha jugado por el tema de los permisos. Va en el camino correcto. Pero cuando vemos otras entidades, otros ministros… nos llama la atención que la gestión empieza a tener problemas. Diría que aquí hay temas ideológicos. Cuando uno va a regiones y se enfrenta a seremis, ahí hay ideología detrás que no permite avanzar. Eso es algo que nos está haciendo mal como sociedad. La sociedad nuestra está polarizada y eso también le está haciendo mal al gobierno y al Presidente, porque no logra avanzar.
¿Es un problema ideológico de un sector de la coalición?
-Claro, hay un sector. El Socialismo Democrático claramente tiene una mirada mucho más amplia, con mucho más bagaje político también, eso es una realidad. Pero hay un sector que está mucho más ligado a la izquierda extrema… y ese es un problema para nosotros como sector empresarial, que tenemos una mirada distinta.
A propósito de los incendios, el ministro Grau dijo en una entrevista que “los privados no se aprovechen de estas circunstancias”. ¿Qué hay detrás de eso? Hay un sesgo ideológico antiempresarial. Pero resulta que nosotros estamos ayudando a levantarnos, y lo hemos hecho con las inundaciones. Hay un sesgo ideológico antiempresarial de una parte del gobierno. La otra parte del gobierno sabe y tiene la convicción de que en conjunto con el sector empresarial el país puede surgir.
¿Usted cree que algunos en el oficialismo pueden haber demonizado el rol empresarial?
-Cuando uno ve algunas declaraciones de funcionarios del gobierno, por supuesto que sí. No todos, obviamente. Quizás hay que hacer la separación entre la gente del Socialismo Democrático, con quienes tenemos permanentemente relacionamiento. A otros, claramente sí, y les sale casi del alma.
¿Es difícil construir acuerdos con un gobierno donde está presente el Partido Comunista, como dijo en su despedida el expresidente de la CPC, Juan Sutil?
-Al final del camino creo que no va a ser difícil, porque el Partido Comunista es esencialmente pragmático. Es probable que se llegue a un punto en que, si es que realmente quieren avanzar, tengan que ceder. Con las personas comunistas no tengo ningún drama, nada. Por ningún motivo. Pero la doctrina y la ideología es lo que no me gusta y no comparto, pero ellos son pragmáticos. Y es posible que terminemos zanjando una opción de acuerdo que la tome el Senado y la lleve adelante.
¿Se refiere a la reforma de pensiones?
-Claro, por ejemplo.
La economía “coqueteó” el año pasado con la recesión, la inversión no repunta y las principales reformas de este gobierno están lejos de llegar a consenso. ¿Cómo califica el desempeño del ministro de Hacienda, Mario Marcel? ¿Cree que ha tenido un déficit en su gestión política y económica a la luz de los hechos?
-Durante el primer año y medio, vimos a un ministro que tenía que implementar un proyecto de ley que era la reforma tributaria, dar tranquilidad a los mercados y generar espacios de inversión. La Cámara rechazó la reforma y hoy estamos enfrentados a una reforma que es seccionada, pero que básicamente es el mismo planteamiento. Entonces, me pregunto: ¿por qué en vez de una reforma tributaria no generamos mecanismos tributarios para atraer esa inversión que hoy no llega? Avancemos en lo que es evasión; no nos perdemos ni un minuto en esa cuestión porque los delitos son delitos, aquí y en Tombuctú. Nosotros planteamos también ir del 27% al 23% (en el impuesto corporativo) para estar alineados con el promedio Ocde. Faltan mecanismos más profundos para atraer la inversión y el crecimiento. Chile no puede seguir creciendo al 2% si quiere desarrollarse.
“No da lo mismo”
¿Quién es el responsable de la crisis de seguridad que tenemos en Chile?
-Esto se viene gestando hace hartos años ya. No puedo decir que haya un culpable. Lo importante es que hoy día tenemos un gobierno que a cada uno de los ciudadanos de nuestro país nos tiene que dar la seguridad de poder trasladarnos sin inconvenientes por cualquier parte de Chile. Esa es la responsabilidad que le cabe hoy día al gobierno y por eso tiene que hacer todos los esfuerzos con el Poder Legislativo, con el Judicial, con los fiscales, para llevar adelante eso.
Cuando partieron los incendios, a los dos o tres días todas las autoridades decían que esto era intencional. Y la pregunta es: ¿Cómo van los procesos de investigación? ¿Hay alguien detenido o procesado por la intencionalidad de esos incendios?
Hoy día al gobierno le toca administrar el tema de los secuestros, le toca generar Estado en las poblaciones más marginales que están absorbidas por la droga y también le va a tocar al que viene, porque esto no termina. Cada vez tenemos que ir generando más inteligencia, más mecanismos de control de estas bandas criminales que claramente vienen ya hace mucho rato. En 2015, 2016, nosotros ya alertábamos de estas cosas: que Chile era un pasadizo de la droga.
En privado y en público muchos empresarios han declarado su desazón y preocupación por la “ineficacia” que ha tenido el diálogo con el gobierno para resolver temas como el estancamiento económico, trabas medioambientales, “permisología” y la delincuencia. ¿Qué responde a esta sensación? ¿Cuál el tono que debiera adoptar empresariado de cara al segundo tiempo del gobierno de Boric?
-Uno es como un “mono porfiado”. Me interesa seguir trabajando, generando espacios y puentes de diálogo. Más allá de una sensación de que no hemos logrado mucho, creo que sí hemos avanzado. Vamos a seguir en esto y el comité ejecutivo de la CPC tiene la misma convicción. Nos interesa que al país le vaya bien. Nos interesa al gobierno le vaya bien. Entonces, todo lo que esté en nuestras manos para aportar, lo vamos a aportar.
Siempre tenemos que entender que el gobierno de turno va a pasar. Los empresarios siempre miramos a 15 y 20 años plazo, porque nuestras empresas trascienden. Nosotros tenemos una mirada larga. Por lo tanto, las cosas que se hagan y nuestras posturas siempre van a tener esa mirada.
¿Cree que habrá reforma de pensiones durante este gobierno?
-A mí me gustaría que hubiera, porque es necesario y porque hay gente que lo está pasando mal, pero queremos que haya una buena reforma de pensiones.
¿Estamos más cerca de tener un consenso en la reforma de pensiones que el año pasado?
-Da la impresión, por lo que le he escuchado a algunos personeros de gobierno, que podríamos estar más cerca. A nosotros nos importa que la gente que trabajó toda una vida tenga una pensión digna.
A los empresarios no nos da lo mismo lo que le pase o no le pase a una persona que necesita una pensión. No nos da lo mismo el clima de violencia que estamos viviendo en Chile. No nos da lo mismo que las empresas estén quebrando. No nos da lo mismo que por falta de flujo, porque el Estado muchas veces no paga, haya empresas que tengan que bajar la cortina y dejar gente en la calle. No nos da lo mismo la gente en lista de espera cuando le hemos ofrecido al gobierno apoyarlos con las redes que tenemos en el sector privado. No nos da lo mismo no crecer, porque crecer significa crear más emprendimiento, más empresas y mejores empresas. No nos da lo mismo que no avancemos.
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