Presente en el Chile Day, en Nueva York, el empresario portuario y expresidente de la Sofofa, Richard von Appen, percibe que el debate fuera de las fronteras se hace más fructífero. Alejado de la actividad gremial, la que abandonó hace un año, junto al gremio de los industriales, Von Appen afirma que los empresarios también hacen política pública. “Somos líderes sociales”, dice.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, hizo toda una serie de proyecciones de la economía. ¿Comparte lo que dice o tiene ciertas aprensiones?
-La verdad que es una grata sorpresa la presentación del ministro de Hacienda, porque muchos de los temas que hemos estado discutiendo se han estado reencauzando y uno podría decir que estamos volviendo a la temática, como en los tiempos de la Concertación, en la cual estamos logrando importantes consensos y lo más relevante es que Chile tiene una oportunidad única.
¿Cuál es esa oportunidad?
-Hoy día los términos de intercambio que nos mostró son bien únicos en la historia reciente. Entonces, la oportunidad que hay con el cobre, con el litio, con la industria forestal, con los alimentos, y especialmente con el hidrógeno verde, pueden significar un potencial para Chile, y para su gente, para los próximos 30, 50 años, enorme.
¿El crecimiento y la importancia de todos esos temas están presentes en el ministro de Hacienda?
-Ha puesto las prioridades que se han estado discutiendo y desde el sector empresarial lo que hemos estado discutiendo, especialmente en los últimos dos años que debieron ser las prioridades, que no es solamente crecimiento, efectivamente hay que hacer cambios importantes en la legislación, pero reafirmar que Chile es un país minero, donde la minería juega un rol relevante, donde actividades como la industria forestal, la de los salmones, la de los alimentos es importante y que hay que incorporar la nueva normativa ambiental, eso es correcto. Pero también tenemos que resolver cuellos de botella en la burocracia estatal, especialmente con el tema de los permisos y necesitamos también fortalecer la cooperación pública-privada, y él lo destacó, es algo muy relevante para el desarrollo de los países, y eso se basa en la confianza, tenemos que reiniciar el diálogo para, también, tener una visión de hacia dónde queremos llevar a Chile en los próximos 20 años.
En el panel político escuchamos a los senadores Javier Macaya y Ricardo Lagos Weber acerca de la reforma de pensiones. ¿Es de la idea de que hay que avanzar, negociar, sacar los cuellos de botella lo antes posible, o simplemente esperar que este gobierno termine?
-Lo que pasa es que ahí es donde hay una diferencia que es toda la evidencia técnica de lo que es la política. Yo no soy político y nos guiamos por la evidencia técnica. Es importante incorporar las visiones de los técnicos de qué es lo mejor para la ciudadanía y, posteriormente, la política tendrá que discutir qué es lo que es viable, qué es lo que es lo mejor, porque no siempre se puede lograr el óptimo que uno podría pedir, porque tiene que estar alineado también con los desafíos que tiene el país. Yo espero que se llegue a un acuerdo, porque mientras más incertidumbre saquemos hoy día tanto en el tema de pensiones como en el pacto fiscal, como en el sistema político, los permisos… Y un tema muy importante es que parte del acuerdo también de las 40 horas incluía una agenda para aumentar la productividad y esa la veo ausente hoy día en la discusión pública.
En términos de sus negocios, ¿se nota un repunte de la economía?
-No. Se ve un dinamismo, especialmente en la minería, por los altos precios del cobre y porque hay inversiones relevantes como la que acaba de aprobar Antofagasta Minerals con la expansión de Centinela, pero muchas de estas son expansiones que son relativamente marginales. Pero uno ve el dinamismo hoy día de la economía, tanto en el consumo y especialmente en la construcción, que absorbe mucha mano de obra y que va relacionado también con un drama que tenemos de la vivienda, y yo no veo las condiciones hoy día en el sector financiero, y no porque no quieran hacerlo, sino porque no ven hoy día la confianza en la demanda para poder colocar esas viviendas, dadas las tasas más altas y la incertidumbre que tiene la gente de poder comprometerse con algo así dado lo que está viviendo el país. Así que mientras bajemos esa incertidumbre y la gente vuelva a tener confianza, especialmente que los jóvenes, que puedan acceder a las viviendas, yo creo que se va a reactivar.
Seguimos atrapados en un crecimiento tendencial del 2%, y eso es totalmente insuficiente y en parte, porque la inversión está cayendo.
-Es que mientras no hagamos cambios estructurales también en el mercado del trabajo, donde fortalezcamos todo lo que es la formación técnica industrial, donde tenemos que volver a revalidar la importancia del oficio, de la especialización, que hoy día la estamos sufriendo, de que viene una preparación muy pobre, tanto de los colegios, como también de algunas universidades, no vamos a tener saltos en productividad.
Y yo no conozco otra forma de mejorar los ingresos reales de las personas que no sea con aumentos sostenidos en la productividad. Y la gente para eso tiene que poder incorporar tecnología dentro de sus trabajos. Y para eso necesita capacitación. Entonces, lo que tenemos que abordar de fondo es un gran plan y una reforma educacional con una mirada de largo plazo, que esto lo venimos posponiendo 20, 30 años y la verdad que yo no logro entender cómo el sector político nos lo pone como prioridad número uno.
Ahora usted, después de la Sofofa, empresario privado, ¿no vuelve a los gremios?
-No, pero siempre interesado por mi país, por los temas públicos. Y, además, que dentro de la empresa, nosotros también hacemos política pública, en el sentido de que somos líderes sociales. Es muy importante preocuparnos de hacer bien nuestro trabajo, de atender bien a los clientes, de tener un buen clima laboral, desarrollar a los proveedores, ser buenos vecinos con las comunidades. Entonces, el rol empresarial es muy importante. Tenemos muchos desafíos, hemos cometido errores, pero acá yo veo un sector empresarial comprometido con el futuro de Chile. Y es muy importante volver a establecer esta relación de cooperación pública-privada que tiene que estar basada en la confianza.
¿Y algo de ese espíritu se ve acá?
-Esto se ve acá y esto es lo que ayuda mucho a estos viajes. Y yo creo que los inversionistas extranjeros quedan con una buena impresión de Chile. Este es nuestro compromiso. Y si hacemos bien las cosas, yo soy muy optimista respecto a nuestro país.
Se anunció el acuerdo SQM-Codelco, que viene a despejar también ciertas dudas. Uno puede ser purista en esto y decir el Estado no tenía por qué participar del litio, pero mirando en perspectiva, ¿le parece que al menos se ha logrado destrabar una situación ahí?
-Sin duda. SQM que es una empresa que tiene la tecnología y la experiencia para explotar el litio a nivel competitivo; que tenga ahora certidumbre para los próximos seis años y posteriormente, creo que son treinta años más, es una buena noticia. Yo ya di mi opinión que a mí no me parece que el Estado debiera tener mayoría en la explotación del litio, pero si esa es la intención, yo creo que es una buena noticia el acuerdo al que llegaron ayer (jueves).