El presidente de Empresas Copec, Roberto Angelini, manifestó su preocupación por el camino que ha tomado el debate político en el país, y afirmó que resulta paradójico que se critique a las grandes empresas solo por su tamaño.
“La pandemia me da pie para compartirles una reflexión que me parece relevante en el contexto de la profunda revisión institucional a la que nos vemos enfrentados actualmente en Chile, y en que algunas de las certezas que creíamos tener, e incluso las formas de organización institucional que han contribuido al prestigio de nuestro país, están siendo cuestionadas”, dijo Angelini en la carta anual a los accionistas de la compañía, que entre otras empresas controla la distribuidora de combustibles Copec, la forestal Arauco y Abastible.
Enfatizó que “vemos entonces con preocupación el rumbo que ha ido tomando el debate político en nuestro país, en que los frágiles equilibrios institucionales de pesos y contrapesos, perfectibles sin duda, pero indispensables para el éxito, y que han sido alcanzados mediante un proceso igualmente largo y minucioso de ajuste incremental, se ven amenazados en sus bases más profundas”.
Angelini dijo que ”lejos de situarnos en la posición amenazante en la que frecuentemente se encasilla a las grandes empresas, nos hemos mantenido fieles a nuestra vocación de cambio, a la voluntad de hacer bien las cosas, pensando en los demás, y en cómo satisfacer las necesidades de cada uno -clientes, colaboradores, proveedores, accionistas y la comunidad en general- de la mejor forma posible, compatibilizando de manera armónica los distintos intereses.
Grandes empresas
En este sentido, sostuvo que tiene el convencimiento de que las empresas privadas, que, según indicó, a final de cuentas no son más que un grupo de individuos, organizados en torno a valores compartidos y un propósito común, desempeñan un rol crucial en la sociedad, articulando los recursos disponibles, que siempre son escasos, para resolver de la mejor manera las necesidades reales de las personas, y creando a la vez gran valor social, ambiental y económico en las comunidades en que las que operan.
“Somos parte de un ecosistema, que incluye también a miles de proveedores más pequeños, a decenas de miles de colaboradores, y a sus familias. Por ello, nos resulta paradójico que en ocasiones se critique a las grandes empresas simplemente por ser grandes. Las empresas privadas que llegan a ser grandes, en la mayoría de los casos, es porque lo han hecho bien. ¿O acaso no deseamos que esos pequeños emprendedores tengan éxito y se transformen en grandes empresas?”, aseveró.
Asimismo, sostuvo que “como siempre, nos sentimos convocados a la construcción de un mejor país, y a ser parte de la solución a las legítimas demandas sociales que han impulsado este proceso. Pero lamentablemente hoy observamos cómo la discusión parece haberse extraviado, se ha dejado de escuchar a las voces expertas, y el debate ha sido capturado por una lógica de suma cero, que tiene un riesgo inherente de dividirnos aún más y, de paso, ahuyentar los recursos necesarios para implementar las anheladas reformas.
Por ello, señaló que cree firmemente que un marco institucional que incentive los acuerdos responsables, basados en la evidencia y la discusión racional, con excelencia técnica e inspirados en el bien común, es el mejor camino para seguir construyendo un país en que las políticas públicas perduren y en que todos se sientan convocados para seguir desarrollando los proyectos de vida en armonía, poniendo todas las capacidades a disposición de un mejor futuro compartido.