Hoy el Banco Central entregará el primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, en el cual actualizará el escenario para la economía doméstica, recogiendo las señales de un menor ritmo de crecimiento para el país, menores presiones inflacionarias y un escenario externo más turbulento. Se prevé que haya ajustes a algunas variables, pero lo fundamental, según el economista jefe de Banco de Chile, Rodrigo Aravena, será lo que el instituto emisor diga respecto de la trayectoria de la Tasa de Política Monetaria (TPM).
¿Cuáles serán los principales ajustes del IPoM?
-Probablemente el cambio que resultará más evidente es una trayectoria para la Tasas de Política Monetaria (TPM) menos contractiva en relación al informe de diciembre, donde se deje entrever que los ajustes de TPM serán mucho más graduales. Si bien en el IPoM anterior el escenario base contemplaba alrededor de 4 alzas de tasas este año, creo que las condiciones actuales justifican no ir más allá de una de 25 puntos base.
¿Con menor crecimiento?
-El escenario más probable sigue siendo de un cierre gradual de brechas. Porque si la economía este año crece en torno a 3% que es el consenso del mercado, y si el IPoM plantea un rango de entre 3% y 4%, implícitamente está diciendo que las brechas se seguirían cerrando. Es probable que la economía chilena siga creciendo sobre tendencia, con una mejora futura del mercado laboral y que eso justifique en el futuro tener alzas de tasas muy graduales.
¿Cuáles son los factores que impulsan esta mayor gradualidad?
-Son varios elementos: el deterioro de condiciones externas, que ha conllevado a un tono más expansivo en EE.UU y Europa, como así también la desaceleración de la economía chilena, que ha estado acompañada de un bajo dinamismo en el mercado laboral, una inflación persistentemente por debajo de la meta, sumado el menor impulso de la política fiscal, justifica una política monetaria menos contractiva. Todo sugiere que la economía chilena tendría un cierre de holguras mucho más gradual de lo esperado, de manera que la TPM no suba más allá del 3,25%, a menos que exista una recuperación significativa en el crecimiento. Es probable que el nivel de 4% se alcance el 2020, si es que no es en 2021.
¿Es posible mantener este mix de menos crecimiento, pero la inversión en torno a 6%?
-Es probable que la inversión siga sosteniendo el crecimiento, incluso hasta el próximo año. Sin embargo, parte del buen desempeño de la inversión es por reposición de maquinarias y equipos, lo cual es algo esperable luego de cuatro años de caídas consecutivas, pero que no es sostenible por sí misma en el largo plazo. Por ello es fundamental que se materialicen proyectos de mayor envergadura, sobre todo en áreas claves como la minería, infraestructura, energía. En caso que no tengamos nuevos proyectos materializándose, no se podrá sostener una inversión creciendo al 6%.
Si el escenario se deteriora aún más, tanto local como externo, ¿podríamos ver incluso un recorte de tasas?
-La única forma de justificar recorte de tasas hoy sería una economía creciendo muy por debajo del tendencial, con una presión deflacionaria importante, con un deterioro mayor del mercado laboral y no es el escenario que tenemos para la economía chilena. Hoy lo prudente es mantener o subir no más que 25pb la tasa este año, y retomar alzas en 2020, no recortar tasas.
¿Y si EEUU cae en recesión como han dicho algunos economistas?
-Pensar que EEUU puede caer en recesión en 2020 o 2021 está dentro de las posibilidades. Parte del impulso que tuvo la economía norteamericana fue por factores puntuales como la reforma tributaria y la baja de los impuestos. El hecho de que se hayan deteriorado las expectativas manufactureras, el aplanamiento de la curva de rendimiento, son señales que anticipan una desaceleración importante. Pero no sería como en 2009.
¿Qué se prevé para inflación en los próximos meses? Hoy está por tercer año bajo la meta del Central.
-Es probable que la inflación termine levemente por debajo del 3% este año, para converger a la meta en 2020. Si bien un tercer año bajo la meta es una situación que justifica un monitoreo bien exhaustivo a las presiones inflacionarias, lo relevante es que las expectativas se encuentran muy ancladas en 3%. Más que la evolución del IPC, lo realmente importante, desde un punto de vista de política monetaria, es que las expectativas se encuentren contenidas.