"Incluso las políticas de redistribución radical rinden sólo una fracción de lo que el crecimiento puede producir en términos de ingresos", asegura Rodrigo Valdés en un paper publicado recientemente por la Universidad de Harvard. Pero esa es sólo una parte de la tesis presentada por el ex ministro de Hacienda; la segunda, apunta a la falta de balance entre crecimiento y redistribución que existe en la centroizquierda y los costos en votos que esto conlleva.
En el documento "Crecimiento-redistribución y cambios de coaliciones: Una visión desde Chile", Valdés crítica al sector político de cuyo gobierno formó parte.
Desde su punto de vista se ha "descuidado" el crecimiento, "ignorando el papel de los incentivos y la estabilidad de las reglas en una economía de mercado, así como la fuerza del sector privado como motor de crecimiento".
Asimismo, señala que el enfoque en la redistribución ha estado acompañado de una desconfianza hacia el mercado. "Los debates sobre el posible papel empresarial del gobierno en algunos sectores económicos y la profunda aversión a la provisión de bienes públicos por parte del sector privado (así como en la seguridad social y la infraestructura) han dificultado ofrecer una agenda de crecimiento creíble".
Para ex ministro de la administración de Michelle Bachelet, "la centroizquierda se ha movido aún más (y significativamente) hacia objetivos de redistribución, perdiendo el requerido balance para conquistar el apoyo de votante medio".
Aunque Valdés afirma que al analizar la derrota en las presidenciales de 2017 hay otros factores a considerar, sí destaca que la centroderecho ha obtenido los frutos, en forma de votos, de un mejor balance. Plantea que el sector al que pertenece el actual gobierno se ha concentrado en la vulnerabilidad económica y en los hogares de clase media, ofreciendo políticas más matizadas que "han producido el beneficio (electoral) de mover la agenda hacia el centro".