Esta semana hubo información económica que permite avizorar cómo se viene la situación hacia delante. Por el frente externo, la Reserva Federal entregó más información sobre su visión de la actividad de Estados Unidos en su comunicado, tras la reunión de política monetaria. En el plano local, se conocieron cifras de Imacec e inflación.
Todos estos antecedentes vinieron a confirmar la trayectoria esperada. La Fed, por su parte, ratificó la fortaleza de la actividad económica de Estados Unidos, por lo que su ruta de alzas graduales de tasa de política monetaria se mantuvo intacta. Se espera que el próximo incremento sea en la reunión de diciembre.
En Chile, el Imacec anotó un incremento de 2,3% en septiembre, el más bajo del año. Luego de esta cifra, parecieron consolidarse las expectativas de un 2019 más bajo. Incluso comenzaron a ajustarse a la baja más hacia 3%. Los principales sectores productivos también prevén una desaceleración.
En este contexto, se debe reconocer que la economía chilena está en un mejor pie que hace un año, creciendo el doble. Sin embargo, tampoco se puede desconocer que las cifras no son para celebrar, ni que el frente internacional se ha complejizado más de lo esperado por el doble impacto de la guerra comercial entre EEUU y China, así como también por el temor que genera el camino ascendente de la Reserva Federal.
Es por ello que el rol y discurso de las autoridades económicas locales no es comentar las cifras de corto plazo, mes a mes, ni mencionar si el próximo mes será mejor o no.
Donde sí tiene una real influencia es en el crecimiento de largo plazo, para lo cual se requieren buenas políticas económicas.
Es por ello que, precisamente, ese debe ser el foco del discurso, especialmente con un entorno internacional que podría complicarse aún más, lo que inevitablemente influirá en las cifras de crecimiento efectivo.