La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, expuso su visión de la macroeconómica en el seminario “Visión Económica 2023-2024 ¿Cómo retomamos el crecimiento económico?”, organizado por Sofofa y la UDD.
En su presentación adelantó que el próximo Ipom se entregarán “luces respecto de la forma que tendrá el proceso de reducción de la tasa de política monetaria (TPM)”, ya que “daremos a conocer una revisión de los parámetros estructurales de la economía, incluyendo el crecimiento de mediano plazo o tendencial y el nivel neutral de la tasa de interés”.
La economista enfatizó que “esto permitirá calibrar de mejor manera nuestras próximas decisiones, de modo de ir afinando con mayor precisión las dosis de ajuste que la economía necesita”.
En su análisis del escenario macroeconómico, sostuvo que tanto las proyecciones del Ipom de septiembre de este año como las expectativas del mercado —que contienen información más actualizada— “apuntan a que la inflación volverá a la meta de 3% durante 2024 y que a dos años plazo se ubicará en torno a esa cifra”.
Para Costa, “este es un cambio relevante respecto de lo que veíamos el año pasado, cuando las expectativas de inflación de mediano plazo llegaron a superar el 5% en algunas mediciones”, porque “sin duda el hecho que las expectativas a dos años plazo hayan vuelto a alinearse con la meta es una buena noticia, pues refleja una correcta evolución de la macro y la validez de las medidas adoptadas para contener la inflación. Además, coopera en una correcta transmisión de la política monetaria hacia la economía”, puntualizó.
No obstante, subrayó que “es indudable que la TPM seguirá reduciéndose. Así lo hemos determinado en nuestras últimas tres Reuniones de Política Monetaria (RPM), instancias en las que rebajamos la TPM en un total de 225 puntos base. Esta menor restricción monetaria ha sido visible especialmente en la cartera comercial y en algunos segmentos de menor riesgo en la de consumo, mejorando así el costo de financiamiento tanto a empresas como a las personas”.
En el plano fiscal, Costa destacó que el proceso de consolidación, “ha ayudado a resolver los desequilibrios, pero además es esencial para continuar mejorando las condiciones de financiamiento al resto de los agentes económicos”. Por lo mismo, dijo que “debemos reconocer que la economía chilena ha ido avanzando en la resolución de sus desbalances. Sin embargo, hay una serie de desafíos por delante y los riesgos no son menores”.
La presidenta del Banco Central sostuvo también que “transitamos hacia un 2024 desafiante, en un entorno global incierto, que nos ha mostrado en lo reciente su sensible reacción a distintos eventos económicos y financieros, todo lo cual repercute en los mercados locales”. Por esta razón dijo que “es necesario que vayamos evaluando cuidadosamente la evolución de la macro, extrayendo las tendencias que nos indica la información que vamos recibiendo y cuáles son sus implicancias para la inflación y su convergencia a la meta, lo cual ha sido más complejo en el último tiempo, dado que hemos debido conducir la economía transitando entre shocks intensos, sucesivos y poco frecuentes”.
Sin embargo, y sin perder de vista estos riesgos, mencionó que “comenzar un nuevo año con una economía que ha ido resolviendo sus problemas inflacionarios, representa una mejor posición relativa para fortalecer nuestra actividad económica”.